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Al final, la reunión con Noel Noa no duró más de cinco minutos después de casi una hora en su espera, un aviso corto y conciso: el partido contra Ubers se retrasaría dos semanas.

¿Alguna explicación?

La típica, problemas internos.

Isagi, por otro lado, en su tiempo muerto esperando que Dave terminara sus deberes pensó que el programa televisivo ya habría atraído una buena cantidad de audiencia, por lo que, ya no sería necesario preparar partidos seguidos, uno por encima del otro. Ahora, lo dejarían en manos de la expectación, después de todo, lo bueno se hacía esperar.

"Expectación" y "bueno se hacía esperar" eran algo que Ego Jinpachi diría.

Bueno, aquí estábamos ahora, a dos días después de aquel abrupto anuncio. Kaiser pareciera que había olvidado el camino a su departamento, porque ahora se la pasaba metido en el hogar de Isagi Yoichi.

Como ya era habitual, porque por supuesto, ya era habitual. El alemán llevó una bolsa de palomitas de maíz y ahora estaban en la encimera de su pequeña cocina americana esperando que se cocinaran, mientras tomaban un té.

Con el pasar de los días, sus interacciones cada vez eran más fluidas y cotidianas. Iban pasando de un tema a otro, como por ejemplo, en este momento estaban hablando sobre futbol y figuras inspiradoras. Kaiser no podía evitar impresionarse de lo fácil que era hablar con Yoichi, el nipón no se esmeraba en ocultar su entusiasmo, haciendo análisis futbolísticos e incluso, en un segundo de exaltación se le escapó lo genial que había sido su gol contra el Barcha, muy refinado y calculado. E Isagi ya totalmente cómodo en el ambiente, no pudo ocultar su emoción de fanatismo al hacer la siguiente declaración, con el pecho inflado de orgullo.

- Mi habitación en Japón parece un museo de Noel Noa.

Y justo cuando dejó escapar eso la magia se acabó. Fue como si se le hubiera reventado la burbuja de ingenuidad que envolvía a Isagi.

El pelinegro esperó las burlas del alemán.

Pero grande fue su sorpresa cuando vio a Kaiser con los ojos desorbitados en una expresión de total horror.

- Maldita sea- rechisto desviando la mirada y luego dando un buen sorbo a su té- porque te tiene que gustar justamente EL.

Isagi frunció el ceño confundido ante su tono interrogativo y de reproche.

- Es un excelente jugador, su manejo del balón, su forma de leer el campo, sus decisiones- se dio un tiempo de respiró y luego prosiguió- no hace ningún movimiento innecesario, simplemente es increíble, es asombroso.

Yoichi podría escribir un ensayo sobre Noel Noa, alabando sus capacidades futbolísticas.

Pero, al parecer su acompañante pensaba muy diferente a él porque lo escuchó quejarse mientras se masajeaba el rostro y luego suspiraba fuertemente.

"Que dramático" criticó internamente Isagi.

- Como puede gustarte ese viejo papá Noel- murmuró desganado- además, eres un acosador, si Noa escuchara esto se sentiría perturbado, eres un rarito.

- ¡¿Qué?!- exclamó casi escupiendo su té- no lo soy.

- Aja, si claro- se cruzó de brazos y sonrió, no creía en sus declaraciones.

- ¡no soy un acosador!- vociferó con la voz cortada, casi angustiado- desde muy pequeño soy fan de Noel Noa, desde entonces cada vez que veía algo sobre el o cuando mis padres pasaban por algún lugar y veían alguna cosa, me lo compraban, así fue como a medida que fui creciendo... lo que quiero decir es que soy un coleccionista.

ALGO INESPERADO // KAISAGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora