Capítulo 24 : El funeral

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Martes 21 de diciembre

Fred agarró con fuerza el marco de fotos entre sus manos. Lo miró fijamente, con lágrimas en los ojos, deseando poder revertir el tiempo.

¿Por qué no puede regresar y decirle a su padre que no fuera al Ministerio esa noche?

¿Por qué no podía retroceder aún más y hacer que Harry matara a la serpiente gigante que controla Timmy en lugar de Pettigrew en ese cementerio?

¿Por qué no pudo decirle a sus padres que ignoraran a Dumbledore y que no siguieran sus órdenes?

—No es justo —gimió por milésima vez desde que lo llevaron de Hogwarts a Grimmauld Place con George, Ron y Ginny.

En cuanto salieron de la red flu ayer por la mañana y vieron el rostro pálido de su madre, con lágrimas corriendo libremente, y a Bill y Charlie de pie, rígidos y con expresiones similares, supo que algo había sucedido. Algo malo.

Aunque no esperaba que fuera la muerte de su padre.

Su padre bondadoso, que trabajó tan duro para sacar adelante a su familia, que los crió para que apreciaran el valor de las cosas por lo que hacen, no por lo que cuestan. El hombre que asistió al primer partido de quidditch de Fred y George, y que se rió feliz cuando empezaron a mostrarle sus inventos.

Su padre, cuyo cuerpo esperaba en San Mungo para ser enterrado el viernes.

—Se ha ido —se lamentó mamá, intentando en vano abrazarlos a todos a la vez—. Lo han atacado, lo siento mucho.

El cuerpo de Fred se sacudió nuevamente con dolorosos temblores y sollozos mientras se inclinaba por la cintura y recordaba la forma en que su madre se había derrumbado ante sus palabras.

Nunca había visto a su madre llorar así. Nunca había visto a Bill tan perdido. Nunca imaginó que los ojos de Charlie podían estar tan vacíos.

—Papá. —Fred se abrazó a sí mismo y dejó salir todas las lágrimas, todo el dolor, toda la terrible y abrumadora agonía en la que había estado enterrado desde que llegó.

Desde que perdió a su padre.

Parecía que habían pasado horas, tal vez sólo unos momentos, cuando se oyó un pequeño golpe en la puerta antes de que esta se abriera suavemente.

—Soy yo.

Fred miró hacia arriba a través de su cabello cubierto de sudor y lágrimas y vio que Harry estaba entrando nerviosamente a su habitación.

—Fred, lo siento mucho —dijo Harry, arrodillándose a los pies de Fred y mirándolo con tristeza—. Ni siquiera sé qué decir.

—Se ha ido, Harry —dijo Fred, tontamente—. Mi padre se ha ido. Mi madre dijo... dijo que lo atacaron durante un asunto de la Orden. Shacklebolt dijo que fue una mordedura de serpiente.

—Lo sé —dijo Harry en voz baja—. Snape dijo que tu padre estaba de guardia para la Orden y que Nagini lo mordió. Tonks se lo contó.

—Se ha ido —repitió Fred—. Se ha ido.

—Lo sé.

—¿Te sentarás conmigo? —le preguntó Fred en voz baja. Hizo un esfuerzo valiente e inútil para limpiarse las lágrimas de la garganta con una tos leve—. Ese idiota... —señaló con el pulgar el cuerpo dormido de George— no es mucha compañía y no me apetece estar solo ahora.

—Está bien. —Harry se puso de pie y se sentó con cuidado en la cama junto a Fred y se frotó la nuca con timidez—. ¿Puedo hacer algo?

—No hay nada que hacer —dijo Fred con voz apagada—. Percy está en San Mungo, Bill está abajo con mamá, Charlie está en... en la iglesia —dijo con voz entrecortada—. No hay nada que hacer.

Expecto Patronum/// Parte 5 De Harry Potter Y Siete Años De Caos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora