Expecto Patronum/// Parte 5 De Harry Potter Y Siete Años De Caos.

Capítulo 36 : El cumpleaños número 18 de Fred

Jueves 1 de abril

Fred se despertó de golpe con un codazo en las costillas. Se dio la vuelta con un gruñido y de inmediato comenzó a empujar a lo que lo estaba atacando.

—Joder, detente, estúpido.

—¿Harry?

Fred reprimió un bostezo y extendió la mano hasta que pudo sentir el material satinado de la capa de invisibilidad de Harry y se la quitó—¿Qué estás haciendo?—preguntó una vez que el rostro de Harry apareció debajo de la capa.

—Estoy tratando de ser amable —Harry frunció el ceño. Se acomodó hasta que estuvo cómodo de lado junto a Fred—. Pensé que tal vez no querrías despertarte solo el día de tu cumpleaños.

Fred miró el reloj que estaba colgado al lado de la cama de Lee en el dormitorio y luego le sonrió a Harry—Ya son las tres de la mañana—dijo.

—Bien, feliz cumpleaños —dijo Harry con seriedad—. En mi defensa, se me ocurrió este plan hace un rato y me llevó un tiempo adivinar la contraseña para entrar a la torre.

Fred se recostó y acercó a Harry un poco más a él—¿Cómo lo adivinaste?

—No lo hice —dijo Harry riendo en voz baja—. Desperté a Sirius y le rogué que me la diera.

Fred rió entre dientes y cerró los ojos, todavía le quedaban unas cuantas horas más para dormir antes de tener que levantarse y afrontar el día.

—Oye, Harry

—¿Mmm?

—¿De verdad pensaste en este plan tú solo?

—No —admitió Harry, cerrando los ojos y acurrucándose junto a Fred. Volvió a cubrirlos con la manta y Fred sintió que se encogía de hombros—. Draco lo hizo.

Fred se rió entre dientes y escuchó la respiración uniforme de Harry mientras se obligaba a volver a dormirse.

Incluso si no fue idea de Harry, fue Harry quien estuvo allí y lo abrazó felizmente en un esfuerzo por asegurarse de que no se despertara solo en lo que Fred estaba seguro que sería un día terrible.

Y empezó bastante malditamente terrible.

Fred aceptó los deseos de cumpleaños de los amigos de Harry cuando ambos se sentaron a la mesa de Slytherin más tarde esa mañana. Incluso Susan, con quien había construido una especie de tregua amistosa, se mostró comprensiva mientras le deseaba en voz baja un feliz cumpleaños.

Sorprendentemente, Ron había abrazado a Fred y no se molestó en hacer ninguno de los saludos sin sentido, pero bien intencionados, que usaban los demás. Lo cual fue agradable, porque Fred no estaba realmente de humor para celebrar mucho.

Solo había pasado diecisiete cumpleaños con su padre, y eso no era suficiente tiempo. Era fácil seguir adelante, forzar un poco de optimismo en sus pensamientos, cuando no era un día como hoy. Por lo general, desde que empezaron Hogwarts, su padre siempre les escribía una pequeña nota y se la enviaba junto con un paquete de su madre en el cumpleaños de los gemelos. Nunca nada increíblemente profundo o personal, pero siempre una broma de algún tipo. Algo para asegurarse de que los gemelos supieran que apreciaba su humor y trataba de relacionarse lo mejor que podía.

Eran chistes terribles y sangrientos, pero de todos modos muy apreciados.

El pequeño y esponjoso búho gris de Ron, Galvin, interrumpió los tristes pensamientos de Fred mientras volaba hacia su mesa y agitaba ansiosamente sus alas en la cara de Fred.

—Creo que quiere que tomes esa carta —dijo Zabini—. O podría estar intentando convertirte en su pareja.

—Ya lo tengo —dijo Harry cuando el intento de broma de Zabini fracasó. Desató con cuidado la carta de la pierna de Galvin y le dio un poco de tocino antes de echarlo—. Toma.