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Ya habían pasado varias semanas desde que Katsuki se había mudado y el ambiente ya no era tan tenso como antes, hablaban más y antes de dormir siempre abrazaba a Eijiro para recibir las feromonas del contrario y así poder dormir tranquilamente. Algo que también se volvió rutina fue que en las mañanas antes de que el pelirrojo se fuera al trabajo le daba un beso en la frente, las primeras veces su reacción fue con puñetazos en la mejilla, pero entre más lo hacía se acostumbro.

A veces salía de la casa a pasear al parque donde veía a los niños jugar y divertirse con sus padres o con sus amigos, eso lo hacía sentirse feliz ya que dentro de unos meses su bebé nacería y su vida cambiaría por completo. Sus amigos lo visitan de vez en cuando llevandole ropita para el bebé cosas que lo hizo llorar la primera vez.

-Katsuki regresé -se escucho la voz del pelirrojo-

-Bienvenido Eijiro -salio de la cocina mientras comía un bote de helado-

-Como estuvo tu día? -pregunto mientras colgaba su sacó-

-Estuvo bien, solo salí al parque -se sentó en el sofá- Y él tuyo?

-Bien, fue un día tranquilo entonces estuve platicando con mis compañeros -se sentó a su lado-

-Que bien -siguió comiendo mirando el televisor- Por cierto mañana tengo cita con el médico, te gustaría acompañarme?

-Me encantaría Katsuki -sonrió mirando al omega manchado de las mejillas-

El rubio asintió sin apartar su vista del televisor y luego le acerco un poco de helado a Eijiro.

-Come un poco

-Gracias -comio el helado y miro la televisión igualmente-

Ambos estuvieron viendo una película que encontró el rubio, mientras comían helado de la misma cuchara. Cuando la película termino Eijiro se levantó para ir a preparar la comida, Katsuki se levantó para ayudarlo mientras platicaban de cualquier cosa que se les ocurriera.

Comieron juntos mientras hablaban sobre que comprarían para decorar la habitación del bebé, pues el tiempo se pasaba muy rápido y no querían estar a último minuto arreglando la habitación. Terminaron de comer, Katsuki se ofreció a lavar los platos mientras Eijiro acomodaba la sala que estaba un poco desordenada por su culpa. Al terminar ambos volvieron al sofá donde se abrazaron y volvieron a ver la televisión.

Al día siguiente muy temprano por la mañana Katsuki y Eijiro se dirigieron al hospital donde era la cita médica de ese día, esperaron un poco antes de ingresar al consultorio donde el rubio se descubrió el vientre para empezar con el ultrasonido, Eijiro observaba la pantalla con una enorme sonrisa al ver lo grande que ya estaba su hijo y por su parte Katsuki observó el rostro del pelirrojo.

Su corazón comenzó a latir con algo de rapidez y luego volvió a su mirada a la pantalla, les dieron buenas noticias algo que los alivio, también le comentaron que la siguiente cita médica podrían saber el sexo del bebé, pero como ellos ya lo habían hablado tomaron la decisión de hacer una fiesta de revelación con sus amigos cuando eso sucediera.

Cuando salieron del hospital Katsuki se despidió de Eijiro ya que el tenía trabajo que hacer, por lo que iba a regresar solo a casa, no sin antes pasar por la cafetería de Kaminari a quien ya consideraba una persona cerca a él.

-Hace mucho no vienes Katsuki -escucho la voz del chico mientras le entregaba su rebanada de pastel-

-Lo siento, se me ha olvidado venir -lo miro mientras empezaba a comer-

-Como van las cosas con Kiri? Ya llevas casi un mes viviendo con el -preguntó curioso el chico-

-Van bien, ya me acostumbré a estar con él -habló con tranquilidad- Me gusta su compañía

-Me alegro escuchar eso y veo que lo sobrin@ también está creciendo más -miro el estómago más grande del chico-

-Se nota mucho verdad? Ya subí muchos kilos y también se me hinchan mucho los pies -suspiro terminando de comer- Fue un placer verte otra vez Kaminari

-Te deseo mucha suerte en lo que se viene Katsuki -se levantó para irse a trabajar nuevamente-

El rubio salió de la cafetería para luego ir a su casa, que antes de llegar se percató que la puerta estaba ligeramente abierta, lo hizo sentir nervioso sin embargo entro viendo a la persona que menos quería ver.

-Que haces aquí tío? -pregunto con seriedad viendo al hombre sentado en el sofá que compartía con Eijiro-

-Vine a saludar a mi único sobrino -contesto de forma cínica mientras lo miraba-

-Largate de mi casa tío, no tienes nada que hacer aquí -apreto los puños pues su presencia lo inquietaba-

-Se amable conmigo, te cuide toda la vida y así me pagas? -se levanto para acercarse, pero el rubio lo empujó- Primero te embarazas del alfa con el que estás viviendo y ahora me tratas así? Eres un chico malo Katsuki

-Vete a la mierda, no quiero verte, mantente alejado de mi -lo miraba sin cambiar de expresión-

-Solo venía a decirte, que espero seas feliz con ese chico.. como se llamaba? -toco su barbilla pensando un poco y luego lo miro- Ahh si Eijiro

-No te atrevas a tocarlo! -exigió el rubio-

Su tío simplemente se encogió de hombros para luego salir del departamento dejando a Katsuki completamente solo y con los nervios de punta, que podía hacer ahora? No estaba seguro y en su condición tampoco le permitiría hacer algo.

Cuando Eijiro intento mantenerse tranquilo, pero las feromonas que libero pusieron en alerta al pelirrojo, quién se acercó para abrazarlo y preguntarle que había pasado. No quería decirle nada por su seguridad, pero si se mantenía en silencio algo malo le podía pasar y eso no se lo podía permitir.

-Necesito contarte algo -solto mientras le regresaba el abrazo al alfa- Y es para que tú también estés alerta..no quiero que te pase nada

-Me estás asustando Katsuki, que pasa? -pregunto Eijiro llevándolo al sofá para sentarse-

-Recuerdas la deuda que me estás ayudando a pagar? -lo miro-

-Si, pero me estás preocupando -Eijiro mostraba una clara angustia en su rostro-

-Pues la persona de la deuda es mi tío...es una alguien peligroso que es capaz de hacer cualquier cosa para tener lo que quiere -suspiro- El me crío desde los 5 años, cuando se enteró que era omega me puso a trabajar en su bar y me prohibió tener cualquier tipo de relación ya sea amistosa o amorosa, hasta que entre a la escuela y conocí a mis amigos empecé a revelarme un poco, pero seguía atado a ese trabajo por las noches. Me obligaba a trabajar y atender a los alfas permitiendo que me tocarán si ellos lo querían, durante mi celo siempre me encerraba en mi departamento y cuando regresaba me ponía a trabajar el doble. Pero cuando me embarace y el se enteró me dio mucho miedo sabía que si no me alejaba el bebé podría estar en peligro cuando naciera así que me arme de valor y renuncie para vivir de forma tranquila, pensé que si solo le pagaba la deuda ya no me molestaría, me equivoqué porque encontró el departamento y ya sabe sobre ti

Eijiro escuchaba todo atentamente pensando que persona sería capaz de tratar así a su propia familia, pero no quería preguntar más de la cuenta.

-Y tengo miedo de que pueda pasarte algo...

-Y tengo miedo de que pueda pasarte algo

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Hola!! Cómo les va, espero que bien. No tengo mucho que decir sobre este capítulo en general, entonces sigan disfrutando la historia.

Nos vemos la próxima

El Destino EquivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora