-He estado notando que no hay tantos One-Shots o historias de Lego Monkie Kid en español.. Así que, ¿por qué no hacer un libro de Headcanons y One-Shots de esta serie?
Aunque seré honesta, aún me falta ver como son las personalidades de algunos pers...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Nunca pudiste haberte sentido más dividida en este momento.
Las peleas entre Wukong y Macaque siempre habían sido normales entre ambos, ya que al fin y al cabo se terminarían reconciliando o se peleaban de pura broma.
Esta vez estaba claro que no estaba ni lo más cerca de ser así.
La manera en la que el cuerpo de Macaque parecía tensarse por cada palabra que salía de la boca de Wukong parecía que el mono de pelajes negros iba a terminar perdiendo la poca paciencia que le estaba quedando si seguía así.
—Wukong, sabes que nos gustaría ayudarte pero..- —Las palabras del simio habían sido interrumpidas por el Gran Sabio Igual al Cielo.
—Oh sí, ya viniste a rescatarme antes.
—Me alegra mucho verte, como siempre, ¡alejándote y arrastrando a T/N contigo!
Esas fueron las palabras que derramaron el vaso, haciendo hervir con gran enojo la sangra de Macaque.
—No, ¡tú lo haces! Tú eres el que se aleja de todos, incluso de T/N.
Por cada mención de tu nombre en la "conversación" te hacía sentir cada vez más pequeña, impotente e indefensa.
Ya habías dejado de escuchar las palabras que salían tanto de Wukong o de Macaque, ya no te importaba quien salía ganando o perdiendo en esta conversación.
Lo único que te trajo de nuevo a la realidad fue la mano de Macaque rozando gentilmente la tuya, así tenga un furia acumulada aún por las palabras de Wukong quería mantenerse fuerte y gentil contigo.
Tu mirada confusa se posó en los gentiles ojos de Macaque que te miraban con más que nada con dulzura y cariño en ellos, pero que su ceño fruncido decía cosas distintas.
Te volteaste para mirar a Wukong, que se encontraba mirándote con impotencia a ti y a Macaque solamente con pura furia hervida en sus ojos sin tratar de ocultarla, sus caninos a la vista por la clara cara de disgusto que le dirigía a Macaque.
En ningún momento te habías puesto a pensar de que lado te pondrías si algún día llegaba a ver una situación así, ya que claro, nunca quisiste pensar o imaginarte un escenario de este tipo, pero aquí estabas.
De manera vacilante de encontraste dirigiéndote en donde se encontraba encarcelado Wukong, moviendo con todas las fuerzas que tenías un pie delante del otro.
Hasta que te encontraste delante de él notaste algo en sus ojos que siempre había estado ocultando para todo el mundo, inclusive a ti y a Macaque.
Miedo.
Sus ojos mostraban un claro miedo que lo disfrazaba con furia.
Con tus dos manos agarraste su rostro y con tus pulgares frotaste suavemente ese pelaje que tenía en sus mejillas que tanto adorabas.
—Lo lamento muchísimo Wukong, de verdad.. —no querías romper en llanto frente a él, pero tus sollozos habían empezado a salir apenas comenzaste a hablar—. Pero yo no conozco a este Wukong.. ¿Dónde quedó mi Sun? —Lo último salió como un susurro para ti misma, pero que sabías con perfección que él lo había escuchado.
Pudiste notar como su mirada se desconcertó por una fracción de segundos antes de que volviera al mismo ceño y la misma mirada llena de miedo e ira.
