Caminamos por un largo pasillo, hasta llegar a un ascensor, Román puso su muñeca en el escáner y se abrió, miré con más atención, tenía el sello del casino, pensé que estábamos en alguna clase de sótano o almacén lejos de todo, pero para mí sorpresa estábamos en el casino, Román literalmente tenía un cuarto de tortura con decenas de cadáveres colgados del techo en el establecimiento más concurrido de la ciudad, era una locura.
Entramos en el ascensor y presiono el botón dorado que daba al piso más alto, nos quedamos en silencio todo el camino, no era un silencio incómodo y tenso, era uno tranquilo, recosté mi cabeza en su hombro, no sabía a dónde me estaba llevando pero eso no importaba, mientras estuviera a su lado todo estaría bien, las puertas se abrieron un momento después, salimos del ascensor y un pequeño pasillo decorado con tulipanes y lirios rojos nos recibió,
sonreí.
Había dos hombres custodiando una gran puerta dorada en el fondo, apenas nos vieron se hicieron a un lado.
-Todo fue preparado como lo ordeno señor- hablo uno de los hombres, Román se detuvo un momento.
-Dile a Dimitri que se aliste estaremos ahí en una... - me miró de reojo
-Dos horas- ni siquiera lo miro a los ojos cuando le hablo, abrió la puerta y nos hizo pasar.
Ellos estaban tan tranquilos como si fuera normal ver a dos hombres cubiertos de sangre de pies a cabeza como si estuvieran tan acostumbrados a ver algo así, que ya no les resultaba escandaloso, este era el mundo en el que Román vivía y ahora yo igual.La puerta se cerró tras nosotros, me quedé asombrado con lo que ví, era una gran habitación, parecía un cuarto de hotel de esos super caros que solo los multimillonarios podían costear, había una cama muy grande con muchas almohadas, las sábanas estaban esparcidas por toda la cama, una gran sala en medio y una televisión gigante en una pared, todo era blanco y negro, con algunos tonos grises, todo el lugar olía a Román y eso me gustaba mucho, seguimos caminando hasta que entramos al baño, era muy grande igual que todo lo demás una gran tina estaba en la esquina, había espejos por todas partes, en el techo en las paredes, todo estaba impecable, Román me bajo con cuidado de sus brazos.
Me dejó parado en medio de la habitación y fue a llenar la gran tina, dejo huellas de sangre con cada paso que daba , presiono un botón y el agua caliente comenzó a salir de todas direcciones llenando muy rápido la bañera, tomo una esfera rosada de un estante y la dejo caer al agua, comenzó a oler muy bien, olía a rosas.Me abrace a mí mismo, no sabía qué hacer, él se iba a bañar primero, ¿y después yo?
Tenía que salir y esperar a que el terminara y después entrar?Comenzó a quitarse la camisa ensangrentada dejándola caer al suelo, ví su espalda desnuda llena de tatuajes, y cicatrices, me ruborice y aparte la mirada con vergüenza, escuché como bajaba la cremallera de su pantalón.
Mi corazón se agitó y de pronto empecé a tener mucho calor.
-Por qué no te estás quitando la Ropa corderito- voltee a verlo para responderle pero fue un error, él ya estaba completamente desnudo, su cuerpo era demasiado para mí, pero lo que rebasó el límite, era el pirsin plateado que tenía en su pene.Me quedé como un baboso mirando descaradamente hasta que me di cuenta del error y voltee muy rápido, sentía mi rostro arder de la vergüenza, escuché como se metió en la tina.
- El agua se va a enfriar si no te das prisa- me quedé callado, él quería que nos bañarnos Juntos, eso me puso nervioso, íbamos a estar desnudos piel con piel, sin nada de por medio, mi corazón se aceleró, no sabía cómo se suponía que tenía que actuar.
no iba a ser tan malo, solo era un baño normal, la bañera era muy grande no es como si fuéramos a estar pegados, el estaría en su esquina haciendo sus cosas y yo en mi esquina haciendo mis cosas.Camine despacio hasta estar junto a él.
-No puedes bañarte con la ropa puesta corderito- mire a Román dentro del agua, la sangre de su cuerpo se empezó a desprender tornando el agua rosa,
-Cierra los ojos- le dije con vergüenza.
-Somos novios, es normal que los novios se vean desnudos, tú ya me viste a mí, y yo quiero verte a ti- tomo mi cadera y me acerco a él.
-Todavía no Román, podrías por favor, como mi novio, cerrar los ojos- no insistió más y cerró los ojos, una gran sonrisa adornaba su rostro, se me hizo sospechoso que aceptara a la primera, y esa sonrisa que tenía, me decía que tramaba algo, no lo pensé más y me quite la ropa de apoco, entre más rápido lo hiciera más rápido acabaría.

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Amo Temerte
Romance- Omegaverce Bl La noche en que lo conocí cambio todo para mí, sus ojos rojos tan intensos como el fuego me provocaron terror, al escuchar su voz, sentí como el mundo a mi alrededor se caía en pedazos, no pude pedir ayuda, deje que tomara mi mano y...