Gema Lancaster estaba sentada en una cafetería, disfrutando de un café caliente. Su matrimonio con Christopher Morgan, un arreglo más que una relación basada en el amor, le había dado estabilidad económica, pero también un vacío emocional. Christopher, ahora ministro, nunca le había sido fiel. A cambio de una suma elevada de dinero, Gema desempeñaba el papel de esposa perfecta. Pero su corazón estaba lejos de pertenecerle.
Christopher Morgan, ajeno a la verdadera naturaleza de su matrimonio, creía que Gema estaba enamorada de él. Se enorgullecía de su estatus y poder, sin saber que su propio padre, Alex Morgan, había contratado a Gema para asegurar su ascenso político.
En la misma cafetería, Reece Morgan, tío de Christopher, observaba a Gema desde una mesa cercana. Siempre había sentido una fuerte atracción por ella, una mujer diez años menor que él y atrapada en un matrimonio sin amor.
—Hola —saludó Reece al acercarse a la mesa de Gema.
—Hola —respondió Gema, esbozando una sonrisa.
—¿Puedo sentarme? —preguntó Reece, señalando la silla vacía.
—Claro —Gema asintió, curiosa por lo que Reece tenía que decir.
Reece se sentó, observando a Gema con una mezcla de interés y compasión.
—He notado que vienes aquí con bastante frecuencia. —dijo Reece, intentando romper el hielo.
—Sí, es uno de mis lugares favoritos para pensar y relajarme. —Gema tomó un sorbo de su café, mirándolo con curiosidad. —¿Y tú? ¿Qué te trae por aquí?
—La misma razón, supongo. Este lugar tiene una calma que no encuentro en ningún otro sitio. —Reece sonrió, relajándose un poco. —Pero hoy vine por otra razón. Quería hablar contigo.
Gema arqueó una ceja, interesada.
—¿Hablar conmigo? ¿Sobre qué?
—Sobre ti, sobre tu vida con Christopher. —Reece hizo una pausa, buscando las palabras correctas. —Sé que tu matrimonio no es lo que parece. He visto cómo te mira y cómo tú lo miras a él. No hay amor, solo conveniencia.
Gema se tensó, sorprendida por su franqueza.
—¿Por qué te importa? —preguntó, su voz apenas un susurro.
—Porque me importas tú. Siempre me has importado. —Reece la miró directamente a los ojos, su sinceridad palpable. —No puedo seguir viendo cómo sufres en silencio.
Las semanas pasaron y Reece y Gema comenzaron a encontrarse más a menudo. Lo que empezó como una simple amistad se transformó en algo más profundo. La atracción entre ellos era innegable y, eventualmente, cayeron ante el deseo, iniciando una relación clandestina.
Una tarde, Gema y Reece estaban en la piscina de la casa que ella compartía con Christopher. Estaban hablando y riendo, disfrutando de la compañía del otro, sin darse cuenta de la presencia de Christopher, quien los observaba con los ojos llenos de ira.
—¡¿Qué está pasando aquí?! —exclamó Christopher, su voz llena de enojo.
Gema se apartó de Reece y se volvió hacia su esposo, sus ojos llenos de determinación.
—Christopher, esto ha estado ocurriendo desde hace meses. Estoy con Reece y quiero el divorcio. Ya eres ministro, así que mi trabajo está hecho.
Christopher miró a Gema, atónito y furioso.
—¿Qué estás diciendo? ¿Cómo pudiste hacerme esto?
Gema respiró hondo, preparándose para la conversación.
—Christopher, este matrimonio nunca fue real. No había amor, solo un acuerdo. Tu padre me contrató para que fuera tu esposa, porque necesitabas mi apoyo y la simpatía de los civiles para ganar. Yo iba a ser tu boleto seguro a la victoria.
—No puedo creer lo que estás diciendo. —Christopher se pasó una mano por el cabello, tratando de asimilarlo. — que mierda contigo!! Con mi tío. Te querías de todas las formas posibles en la familia verdad.
—Porque no quería complicar más las cosas. Pero ya no puedo seguir viviendo esta mentira. —Gema miró a Reece, buscando apoyo. —Quiero ser feliz, y eso no es posible si seguimos así. Además que reclamas estupido, si ni siquiera pudiste ser fiel al papel que firmamos
Christopher, incapaz de procesar toda la información, con el ego herido. Puesto que siempre creyó que gema lo amaba decidió confrontar a su padre, Alex Morgan. Al llegar a la mansión, lo encontró en su despacho, revisando unos documentos.
—explícame la mierda que dice gema —saludó Christopher, tratando de mantener la calma. Algo que estaba siendo imposible de mantener.
—Hola, saluda primero bruto. Que son esas formas de entrar a mi despacho —respondió Alex, notando la tensión en su hijo.
—Quiero saber qué quiso decir Gema. Ella mencionó algo de que la contrataste. Que mierda quiso decir con eso—Christopher se acercó al escritorio, su mirada fija en su padre.
Alex suspiró, sabiendo que el momento de la verdad había llegado.
—Christopher, contraté a Gema para que fuera tu esposa. Necesitabas su apoyo y la simpatía de los civiles para ganar. Ella era tu boleto seguro a la victoria. — repitio las mismas palabras dichas por gema
Christopher se desplomó en una silla, asimilando la revelación. Su matrimonio, su ascenso político, todo había sido una farsa orquestada por su propio padre. Ahora, debía enfrentarse a las consecuencias de esta verdad oculta. El enojo ebullo rápidamente en el
—¿Por qué me hiciste esto? —preguntó Christopher, su voz llena de dolor. —¿Por qué no me dejaste decidir por mí mismo? Sabes que podía solo. Soy Christopher Morgan, una partida de inútiles nunca iban a poder conmigo
Alex lo miró con tristeza.
—Porque sabía que no lo lograrías solo. Necesitabas a alguien como Gema para tener éxito. No era solo por ti, sino por la familia, por nuestro legado.
Christopher, con el corazón roto y la confianza destruida, se levantó lentamente.
—Nunca podré perdonarte por esto. —dijo antes de salir del despacho, dejando atrás la vida que una vez conoció y enfrentando un futuro incierto.
ESTÁS LEYENDO
ONE - SHOTS ||MULTIFANDOMS||•
Fanficven y disfruta, de escenarios ficticios sacados de la mente de una escritora y lectora adicta a los fanfic. 💕🧠