Capítulo 21

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Capítulo 21: Propuesta de viaje. 

En una de las sesiones de entrenamiento usuales entre Sasuke y Hinata, ésta había notado que su compañero andaba... raro.

—Sasuke —le llamó en uno de sus descansos, y el mencionado la miró para hacerle saber que tenía su atención—. ¿Qué sucede? Estás... diferente.

—Estaba pensando...

—¿Tú piensas? Eso es nuevo —no pudo evitar burlarse la Hyuga, en un intento de aliviar la situación.

El Uchiha miró con reproche a su compañera de equipo por haberle interrumpido, y en parte también por el comentario sin apenas malicia. La Hyuga miró con algo de pena al muchacho, pero también con diversión.

—Estaba pensando en empezar un nuevo viaje, para ayudar a las aldeas aliadas como representante del Hokage —dijo Sasuke, mirando fijamente el pasto bajo sus pies.

—Voy contigo. Los Hyugas somos buenos en política, después de todo —anunció Hinata, sin dar pie a discusiones.

El pelinegro pareció confuso. —¿No te parece una tontería? No es algo que yo haría.

La peli azul enarcó sus cejas, también confundida, pero por la actitud de su compañero. —¿Por qué lo sería? Tal vez tu yo del pasado no lo haría, pero ahora las cosas son diferentes, pues has cambiado para bien.

Sasuke miró en silencio a Hinata por un momento, y luego dejó escapar una sonrisa inesperadamente cálida, mientras apartaba la mirada con un sonrojo apenas notable.

—Bueno, será mejor que empecemos a empacar nuestras cosas, me imagino que querrás partir lo más pronto posible —dijo Hinata, tras observar otro momento a su compañero con otra sonrisa cálida.

Sasuke asintió, y se levantó, luego ayudó a la Hyuga a levantarse.

—Nos encontraremos en la entrada del distrito Uchiha a las ocho de la mañana —ordenó el Uchiha, mientras caminaban de vuelta a dicho lugar.

Hinata asintió de acuerdo.

Al día siguiente...

El sol comenzaba a despuntar sobre Konoha, tiñendo los tejados con un suave resplandor dorado. La tranquilidad de la mañana se rompía sólo por el canto de los pájaros y el murmullo de la aldea que despertaba lentamente. En la oficina del Hokage, Kakashi Hatake revisaba los informes de misiones y los últimos movimientos de la Alianza Shinobi. El aroma del té verde que bebía se mezclaba con el de los pergaminos viejos.

Un golpe en la puerta lo hizo levantar la mirada.

—Adelante —dijo con voz calmada.

La puerta se abrió lentamente, revelando la figura de Sasuke Uchiha. A su lado, Hinata Hyuga, con su característico semblante tranquilo y decidido, se mantenía erguida.

Kakashi dejó el pergamino que estaba leyendo y se recostó en su silla, observando a los dos shinobi con curiosidad.

—Sasuke, Hinata. ¿A qué debo el honor de esta visita tan temprano?

Sasuke, con su mirada fija en Kakashi, dio un paso adelante. —Kakashi-sensei, hemos decidido irnos de viaje.

El Hokage enarcó una ceja, intrigado. —¿De viaje? ¿Qué clase de viaje?

Hinata dio un paso adelante, apoyando a su compañero. —Queremos ayudar a la Alianza Shinobi de una forma más directa. Hay reportes de movimientos sospechosos en los límites del País del Rayo y creemos que pueden estar relacionados con Zetsu, además de que nuestra experiencia puede ser útil.

Kakashi asintió, comprendiendo la gravedad de la situación. —Entiendo. La Alianza Shinobi ha estado vigilando esos movimientos, pero no esperábamos que ustedes se ofrecieran a ir.

Sasuke cruzó los brazos, mostrando su determinación. —Hemos enfrentado a enemigos poderosos juntos. Creemos que podemos manejar esta situación y evitar que escale.

Kakashi los miró a ambos, reflexionando sobre sus palabras. Sabía que Sasuke y Hinata eran poderosos y habían demostrado su valía una y otra vez. —¿Cuánto tiempo planean estar fuera?

Hinata respondió, su voz suave pero firme. —El tiempo que sea necesario para estabilizar la situación y asegurar que no haya amenazas inmediatas.

El Hokage se levantó de su silla y caminó hacia la ventana, observando la aldea. —Sasuke, Hinata, confío en su juicio y en sus habilidades. Sin embargo, deben recordar que Konoha también necesita de su protección.

Sasuke asintió, su expresión serena. —Lo sabemos. Pero creemos que podemos hacer más por la Alianza estando en el campo. Mantendremos contacto y regresaremos en cuanto la situación esté bajo control.

Kakashi se giró para mirarlos directamente. —Muy bien. Tienen mi permiso. Pero recuerden, la seguridad de ambos es primordial. No tomen riesgos innecesarios.

Hinata hizo una reverencia. —Gracias, Hokage-sama. Prometemos hacer todo lo posible por proteger a la Alianza y a Konoha.

Sasuke y Hinata se dieron la vuelta para salir de la oficina, pero antes de que la puerta se cerrara por completo, Kakashi los detuvo. —Sasuke, Hinata... buena suerte. Que el viaje sea seguro y fructífero.

Ambos shinobi asintieron y salieron de la oficina, listos para enfrentar la nueva misión que se habían propuesto. El destino los llamaba, y sabían que juntos podrían superar cualquier desafío.

Un destino diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora