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Durante una de sus videollamadas semanales,  not un cambio sutil en la actitud de Richard

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Durante una de sus videollamadas semanales,  not un cambio sutil en la actitud de Richard. Sus conversaciones, una vez llenas de risas y planes futuros, ahora parecían tensas y superficiales. tratar de ignorar sus preocupaciones, pero no podía evitar sentir que algo había cambiado entre nosotros .Una noche, después de una videollamada particularmente incómoda, me sente sola en mi apartamento, con el corazón lleno de dudas y miedos. Había sacrificado mucho por mi relación con Richard, renunciando a oportunidades profesionales y enfrentando la soledad de estar lejos de su familia y amigos.

—¿Qué está pasando, Richard? —me pregunte en voz alta, sintiendo un nudo en la garganta.

—¿Qué está pasando, Richard? —me pregunte en voz alta, sintiendo un nudo en la garganta

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Mientras tanto, en España, yo me encontraba luchando con mis propios demonios internos. La presión del rendimiento en el campo y la distancia de Clara me estaban afectando más de lo que había imaginado. A pesar de mis esfuerzos por mantenerme conectado, comienzo a cuestionar si estaba realmente preparado para comprometerme a largo plazo.

Una tarde, después de un entrenamiento agotador, me sente solo en mi habitación de hotel, reflexionando sobre  mi relación con Clara. Las imágenes de nuestro tiempo juntos en Colombia y los momentos felices que habíamos compartido me atormentaban, pero también sentía un peso creciente en mi pecho.

—¿Estoy haciendo lo correcto? —me pregunte en voz baja, mirando fijamente la pantalla de mi teléfono.

—¿Qué hemos hecho, Clara? —murmuró, sintiendo un profundo remordimiento.

Después de meses de altibajos y esfuerzos por mantener viva nuestra relación a distancia, yo y Richard finalmente parecíamos haber encontrado un equilibrio

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.Después de meses de altibajos y esfuerzos por mantener viva nuestra relación a distancia, yo y Richard finalmente parecíamos haber encontrado un equilibrio. Sin embargo, una tarde soleada en Buenos Aires, todo cambió cuando recibi una llamada que sacudió mi mundo por completo.

Era una amiga cercana de Richard, quien parecía nerviosa y titubeante al otro lado de la línea.

—Clara, necesito hablar contigo. Es sobre Richard —dijo su amiga, su voz cargada de seriedad.

Me Sentí inmediatamente alarmada. No podía evitar pensar en lo peor mientras escuchaba a su amiga revelar un chisme que había estado circulando entre los amigos cercanos de Richard en España. Según el chisme, Richard había sido visto en una situación comprometedora con otra mujer en un evento reciente del equipo.

Las palabras me golpearon como un puñetazo en el estómago. Durante un momento, senti como si todo se desmoronara a mi alrededor. El dolor y la confusión me abrumaron mientras intentaba procesar lo que acababa de escuchar.

—¿Estás segura de esto? ¿Hay pruebas? —pregunte,con voz temblorosa.

Su amiga suspiró antes de responder con cautela.

—No tengo pruebas concretas, pero varias personas lo vieron y comentaron al respecto. Quería decírtelo porque creo que mereces saber la verdad —explicó su amiga, preocupada por mi
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entre goles y sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora