Jojo's Bizarre Adventure Collection

13: Wipe the Slate Clean

Autor: Arrestzelle

Pareja: Avdol x Polnareff

Palabras: 2254

Advertencias: Ninguna

Original: https://archiveofourown.org/works/5597827

Resumen
En la búsqueda del asesino de su hermana, Polnareff toca fondo. En una noche fría y lluviosa, solo y abatido, es salvado por un hombre que se convierte en su única y última esperanza para recuperarse de lo que ha perdido.

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La calle fría y vacía era tan despiadada como siempre. La lluvia del día anterior se le pega a la cara y le hiela todo el cuerpo. En la búsqueda del hombre que violó y asesinó a su hermana, se queda sin techo para pasar la noche. Otra vez. Ya había gastado todo su dinero en viajes y métodos para encontrar al hombre, dejándole muy poco para comida y alojamiento. Así que ahora acaba en un callejón de Lyon, sentado contra una de las ásperas paredes de ladrillo que se le clava en la espalda a través de las capas de su sucia camiseta y chaqueta de banda sin lavar. Tiembla. Levanta las rodillas. Rodea las piernas con los brazos y apoya la frente sobre ellas.

Hace casi una hora, el hombre con el que Polnareff había hecho un trato lo tomó desprevenido al golpearlo en la cabeza después de quitarle lo que quería, antes de huir. Así que ahora, sentado en el duro y frío suelo, Polnareff se siente asquerosamente usado y mancillado, con un dolor adicional en la sien.

¿Qué estaba haciendo? ¿Realmente valía la pena a estas alturas? ¿Qué pensaría ahora Sherry, viendo a su hermano mayor así? Sentado solo contra una pared en la noche implacable, después de haber sido estafado por casi doscientos euros por algo tan inmoral como la venta de su cuerpo. Levanta las manos para frotarse innecesariamente los ojos.

Luego se clava las uñas en la frente y solloza, enfadado consigo mismo. Con cómo resultó, con lo tonto que había sido, con Dios...

"Hace frío esta noche", dice una voz, profunda y tranquila, en un relajante francés que casi carece de acento, pero que Polnareff puede captar. Saltando, Polnareff baja las manos de sus ojos rojos y doloridos y levanta la vista para ver a un hombre de pie con un paraguas levantado para luchar contra la lluvia que lentamente reclamaba su autoridad una vez más. Llevaba una rebeca de punto rojo vino debajo de una gabardina negra, abotonada hasta el centro del pecho. Llevaba el pelo rizado recogido en un moño. Tenía un aire de "adulto responsable", a diferencia de Polnareff. El francés casi se ríe de pensarlo. Sinceramente, a pesar de su pésimo humor, Polnareff tenía que admitir que tenía buen aspecto.

Aun así, la inquietante sensación de desconfianza y desasosiego le recorre la espalda y le hace agarrarse los bíceps mientras frunce el ceño y le observa con recelo. Los ojos ámbar del hombre carecían de cualquier signo de agresividad o motivo oculto. Se limitaban a observarle, amables y cálidos a pesar del ceño fruncido y la expresión de preocupación en sus labios carnosos.

"Sí, no me digas", murmura Polnareff, sintiéndose incómodo y también extremadamente avergonzado. Aquel tipo no dejaba de mirarle como si fuera un lamentable vagabundo. Bueno, eso era lo que era, ¿no? ¿Cómo había pasado de vivir en un piso en su ciudad natal a sentarse aquí? Así es... era condenadamente lamentable. Desvía la mirada, sin intención de decir nada más. Por desgracia para el orgullo de Polnareff, el otro no se va y continúa hablando.

"Supongo que estás ahí sentado sólo porque no tienes otro sitio adonde ir", dice el hombre, ganándose de nuevo su fría mirada. Silencioso, Polnareff olfatea un par de veces mientras la lluvia comienza a golpear ruidosamente contra el suelo que los rodea, abrazándolo con un frío más profundo que lo hace estremecerse. El frío nunca fue agradable con él. Tenía una circulación de mierda o algo así, porque no soportaba menos de 15ºC. Suspirando, Polnareff cede y dice amargamente con los ojos clavados en los zapatos del otro hombre (un par de botas de cordones marrón oscuro): "Wow, parece que eres el nuevo Sherlock. ¿Qué quieres de mí?".