Jojo's Bizarre Adventure Collection

20: Like Passing Ships

Autor: DieLerche

Pareja: Jotaro x Kakyoin

Palabras: 11791

Advertencias: Ninguna

Original: https://archiveofourown.org/works/30862625

Resumen:
Kakyoin nunca ha salido con nadie. Seguro que no va a conocer al chico de sus sueños un día después de haber aceptado hacer de falso novio de su amigo.

━━━━━━━━━━━━

El sonido repetitivo de una alarma despertó a Noriaki Kakyoin a las 6 de la mañana y arruinó su humor de inmediato. Qué fastidio es soñar que estás pasando el rato con tus padres y tu gato sólo para que te devuelvan a un mundo cruel en el que ahorras dinero apagando la calefacción por la noche.

Mientras se lavaba los dientes en el estrecho cuarto de baño compartido, Noriaki intentó recordar la última vez que no se sintió terriblemente cansado. Sentía que le dolían los huesos y que su cerebro privado de sueño le rogaba que se acostara allí mismo, en el suelo, y cerrara los ojos sólo unos minutos.

Sólo dos días más, se recordó a sí mismo. Sólo dos días más hasta el fin de semana y podrá relajarse un poco.

En ese momento, todos los días de Noriaki eran más o menos iguales: levantarse, ir a clase, ir a su trabajo de medio tiempo como camarero, volver a casa, tragar rápidamente algo de comida, trabajar en proyectos para su otro e interesante trabajo a medio tiempo para la Fundación Speedwagon, hacer los deberes y prometerse a sí mismo que se iría a la cama a medianoche a más tardar, pero en lugar de eso se quedaba pegado al teléfono hasta las dos en un terrible intento de tener algo de vida.

Mecido por el movimiento de un tren durante su trayecto matutino a clase de las 8 de la mañana, Noriaki intentó darse ánimos a sí mismo. Su vida no era en absoluto mala. Tenía unos padres que se preocupaban por él, aunque vivieran en otro país. Le iba bien en la universidad, al que había llegado solo. Ya había hecho un amigo (incluso dos amigos, si contaba a la hermana de su amigo). Tenía un buen trabajo a tiempo parcial en el SPW.

Sólo que el círculo interminable de días idénticos lo ponía melancólico, y sentía como si toda su vida no lo llevara a ninguna parte, seguía sintiéndose solo y celoso de la vida social de sus compañeros de piso. A Noriaki nunca se le dio bien hacer amigos y relacionarse con la gente. Mientras otros niños jugaban fuera, a él le gustaba quedarse en su habitación e imaginar aventuras con su amigo imaginario verde.

A los veinticuatro años, Noriaki se dio cuenta de que su soledad era en parte producto de su propia exigencia. Nunca quiso tener amigos ocasionales, esos de los que te separas fácilmente cuando ya no vas al mismo colegio. Quería ser amigo de gente que le entendiera, por la que mereciera la pena ir al otro extremo del mundo. Y siempre imaginó que sería alguien como él: un perfeccionista tranquilo y sereno que se desenvolvía bien bajo presión y no hablaba mucho.

Conocer a Jean-Pierre Polnareff fue una especie de bendición, porque él no era nada de eso. Era ruidoso, muy extravertido, absolutamente desvergonzado y, aunque nunca se daba por vencido en una situación difícil, no dejaba de quejarse, y algunos de sus métodos de resolución de problemas sólo creaban más problemas.

Se conocieron dos años antes, cuando ambos trabajaban de camareros en un sórdido bar del centro. Era un buen trabajo hasta que el dueño contrató a un nuevo gerente. Ese tipo era espeluznante con todo el mundo, pero especialmente con Noriaki. Un par de veces sugirió que "se hicieran amigos" en un tono que hizo que Noriaki quisiera darse una ducha y mudarse a Canadá. No dudaba de sus propias habilidades para patearle el trasero al gerente si era necesario. Aun así, fue conmovedor cuando Jean empezó a quedarse en el trabajo hasta más tarde para que los dos pudieran ir en el metro juntos. A veces, incluso iba a ver a Noriaki cuando él mismo no tenía turno.