Jojo's Bizarre Adventure Collection

19: Love Bites (and so do I)

Autor: Jojolalas

Pareja: Josuke x Rohan

Palabras: 12084

Advertencias: Ninguna

Original: https://archiveofourown.org/works/50782711

Resumen
Y entonces Josuke echó la cabeza hacia atrás con una sonora carcajada, cuyo sonido resonó por toda la habitación. La mirada de Rohan se dirigió a la piel expuesta del cuello de Josuke, donde un llamativo chupetón oscuro estropeaba su piel. Contrastaba fuertemente con su tez de porcelana, un vívido símbolo del afecto de otra persona.

O: Tres meses después de su ruptura, Rohan quiere disculparse. Por supuesto, cuando se trata de Josuke Higashikata, nada es fácil ni sencillo.

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El restaurante, en penumbra, zumbaba de celebración cuando Rohan entró, con el corazón oprimido por la esperanza y el temor. La fiesta de compromiso de Koichi y Yukako había reunido a sus amigos y familiares, creando un ambiente cálido y festivo. A pesar de la forma en que solía ser, Rohan se preocupaba mucho por sus amigos, pero no podía negar que una parte importante de él había venido esta noche con la esperanza de volver a ver a Josuke. Habían pasado tres largos y angustiosos meses desde que se separaron, y Rohan había pasado cada día desde entonces anhelando otra oportunidad, una forma de deshacer los errores que había cometido.

Su mirada recorrió la habitación, buscando a la única persona que había ocupado sus pensamientos cada día. Y allí estaba: Josuke, de pie cerca del fondo del restaurante, enfrascado en una animada conversación con Okuyasu, con su risa resonando como un carillón melódico. Cómo echaba de menos aquella risa.

El corazón de Rohan saltó con una mezcla de euforia y aprensión cuando sus ojos recorrieron a Josuke. Tenía buen aspecto. Muy, muy buen aspecto. El traje se ajustaba deliciosamente a sus músculos y el morado intenso hacía que sus ojos parecieran aún más impresionantes.

Rohan respiró hondo y se tranquilizó mientras caminaba hacia Josuke, con el pulso acelerándose a cada paso. Las manos le temblaban ligeramente, pero no podía permitir que el miedo lo retuviera por más tiempo. Tenía que disculparse, decirle a Josuke cuánto lo amaba y que lo extrañaba, reparar el daño que le había causado. Los últimos tres meses habían sido absolutamente angustiosos, tan increíblemente solitarios que Rohan estaba dispuesto a suplicar si era necesario. Sabía que el joven no le debía nada, ni siquiera su tiempo.

Cuando Rohan se acercó, no pudo evitar admirar a Josuke. Su ex amante parecía radiante, con una sonrisa genuina y despreocupada. El corazón de Rohan se encogió al notar la chispa en los ojos de Josuke, una chispa que no había visto en mucho tiempo. Y entonces Josuke echó la cabeza hacia atrás con una sonora carcajada, cuyo sonido resonó por toda la habitación. La mirada de Rohan se dirigió a la piel expuesta del cuello de Josuke, donde un llamativo chupetón oscuro estropeaba su piel. Contrastaba fuertemente con su tez de porcelana, un vivo símbolo del afecto de otra persona.

Rohan se dio cuenta como si fuera un golpe físico. Había llegado demasiado tarde. Josuke ya había seguido adelante, había encontrado a alguien nuevo que trajera alegría y risas a su vida.

El peso de la pena y el dolor se abatió sobre el pecho de Rohan, aplastándolo bajo su implacable carga. Todas las palabras que había ensayado, las disculpas que tenía en la punta de la lengua, se desvanecieron en el vacío. Rohan se quedó helado, con la vista nublada por las lágrimas que se negaba a dejar caer. Vio cómo Josuke seguía riendo, ajeno a la presencia de Rohan.

Congelado en su sitio, Rohan observó desde la distancia cómo Josuke seguía disfrutando de la compañía de los demás, siendo su risa un doloroso recordatorio de lo que Rohan había perdido. Con el corazón encogido, Rohan se dio la vuelta y se alejó en silencio, con su propia risa convertida en un recuerdo lejano y sus sueños de reconciliación hechos añicos.