Jojo's Bizarre Adventure Collection

23: I like don't standing in line (but I'll wait for you)

Autor: kissed

Pareja: Jotaro x Kakyoin

Palabras: 1164

Advertencias: Ninguna

Original: https://archiveofourown.org/works/24621832

Resumen:
Kakyoin piensa en la vida que tiene mientras interroga al novio de Jolyne durante la cena.

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Kakyoin come el grano de arroz que acaba de quitar de la cara de Jotaro. Desde el otro lado de la mesa, oye a Jolyne hablar de cómo no deberían coquetear mientras están interrogando a su novio.

Ah, sí, están conociendo a Anasui por primera vez. Bueno, Kakyoin sí. Jotaro ha conocido a Anasui antes, pero lo que siempre oye de él cuando le pregunta cómo es son quejas. A Jotaro se le da muy bien hacer de padre despechado, intentando apoderarse de su niña todo lo que puede. Kakyoin puede ver muy bien a través de él.

Atrás quedaron los días en los que Jolyne lloraba sólo para llamar su atención o conseguir nuggets de pollo, pero también se alegra de que se haya enderezado aunque sólo sea un poco y haya dejado de hacer cosas escandalosas sólo para llamar la atención de su padre. Bueno, al menos lo que están haciendo ahora no es sólo para molestar a su padre, porque Anasui parece una buena persona. Protegió a la familia de Kakyoin cuando él no podía y por eso le agradece infinitamente su servicio.

Es algo insignificante, pero Kakyoin capta la forma en que Jolyne dirige la mirada hacia Anasui cuando éste está ocupado respondiendo a las preguntas imposibles de Jotaro. Ella sonríe cuando le ve sudar la gota gorda bajo presión. Le gusta ese tipo de sonrisa que ella tiene en su cara cada vez que Anasui parece un poco dolido, a ella le gusta intimidarlo y a Anasui definitivamente le gusta dar lo que ella quiere y Kakyoin piensa que este chico va a estar bien.

Todos van a estar bien.

"Lo siento, cariño. Bien, volvamos a las amenazas", entonces dirige su atención al novio de su hija y le lanza la mejor mirada que puede reunir. Definitivamente ve a Anasui retorcerse bajo su asiento, pero también ve determinación y bondad tras esos ojos violetas.

Kakyoin apoya la frente en el hombro de Jotaro y se ríe, sujetándose el estómago. Se rinde.

"No puedo hacerlo. Soy demasiado amable para estas cosas, Jotaro", ríe porque no puede fingir que odia a este chico cuando ya le ha dado su aprobación. Oye a Anasui soltar un suspiro y el típico dame un respiro de Jotaro y tanto Kakyoin como Jolyne se ríen. Definitivamente, la comida sabe mejor cuando la comparten así. Se siente bendecido al ver su mesa abundante, su familia creciendo y su compañero de vida robusto como siempre, a su lado.

Eso es lo mejor.

"Gracias, Kakyoin-san", despega la frente del hombro de Jotaro y se asoma por las pestañas para ver la cara de alivio de Anasui y se pregunta cómo demonios no está doblando ese tenedor en dos con lo fuerte que lo sujeta.

"Demasiado formal", le dice.

"Llámame papá", y entonces la cara de Anasui se vuelve de un rosa intenso, a juego con su pelo, y mira a Jolyne, que también tiene las mejillas un poco rosadas, y se sonríen el uno al otro. Oye a Jotaro gruñir un poco, Kakyoin levanta la vista, con la mejilla aún pegada al hombro de su compañero y se encuentra con sus ojos oceánicos y él también, le dedica una suave sonrisa.

Y descubre que las mejillas de Jotaro también están sonrojadas.

Anasui está mirando a Jotaro con tanta determinación que Kakyoin incluso lo siente, quiere reírse de cómo Jotaro se siente tan jodidamente incómodo. Jotaro suspira y rompe el contacto visual para mirar al novio de su hija. Arruga la frente antes de decir.

"Es Dr. Kujo para ti", Anasui se desinfla casi al instante, pero los otros dos se ríen de lo imposible que es la situación y Kakyoin definitivamente siente que su corazón se hincha y tiene miedo de que estalle.

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La noche termina con Jotaro ofreciéndole (de una manera muy indirecta) a Anasui que se quede a dormir ya que compartieron unas cuantas botellas de vino. Así que él está durmiendo en el sofá mientras Jolyne duerme en su habitación.

Kakyoin se desliza entre las sábanas de su propia cama mientras Jotaro termina sus archivos. Tapando el subrayador y volviendolo a colocar junto con sus gafas en su mesita auxiliar. Kakyoin se acurruca cerca una vez que Jotaro se acomoda de nuevo en su cama.

"Creo que ha ido bien", dice Kakyoin con los ojos cerrados, deseando dormir. Oye a Jotaro decir algo en respuesta, pero no le presta atención.

"Es un buen chico", continúa. Siente que Jotaro le aprieta con los brazos, así que se retuerce un poco para molestarle y luego vuelve a su posición original.

"Se conocieron en la cárcel, él mató a alguien", suelta Jotaro. Kakyoin abre los ojos y empieza a reírse.

"Yo también intenté matarte", Kakyoin le recuerda la vez que fue a la escuela de Jotaro sólo para matarlo. Órdenes de Dio, por supuesto. Jotaro suspira, dándose por vencido y entonces Kakyoin se ríe de nuevo, acomodándose en el pecho de Jotaro.

"Sé que estás preocupado pero ese chico acaba de arriesgar su vida por ti y por Jolyne. Cualquiera que haga eso no será malo en mi criterio", dice.

Siente que su corazón late, late, late en silencio y se regodea en la bendición de estar vivo y sano. Viviendo en una casa en la que han construido su familia, un hogar cálido al que siempre puede volver.

"En medio de una pelea con Pucci, me pidió: 'Por favor, déjeme casarme con su hija, señor Jotaro' , escuchó Kakyoin.

"Todavía puedo oírlo a día de hoy con lo fuerte que era su voz. No sabía qué hacer, estaba muy confuso. No dejé de mirarle a la cara buscando vacilación, pero no la había", Jotaro hace una pausa y luego mira a Kakyoin.

"¿Es esa la razón por la que sigues dudando hasta antes?" pregunta Kakyoin.

Jotaro asiente sin entusiasmo.

"Es mi hija y dejar que un delincuente le pida de repente la mano para casarse obviamente va a hacer que me cuestione sus intenciones", admite.

"Se lanzó sin miedo. Mientras que lo nuestro fue extremadamente anticlimático. Ese pequeño fanfarrón", Jotaro junta las cejas y Kakyoin puede sentir las vibraciones que salen de su pecho mientras gruñe. Kakyoin se ríe y se encuentra completamente enamorado de este bobalicón.

"Sabes que me estás dando material para un discurso de boda, ¿verdad?". Kakyoin bromea y Jotaro se inclina para besarle la frente.

Kakyoin se levanta para sentarse a horcajadas sobre Jotaro y se inclina para besar sus labios y luego encuentra sus ojos y cuando lo hace, abre la boca para hablar.

"Ellos van a estar bien. Vamos a estar bien", lo dice como un canto, una plegaria, por el futuro.

"Te amo", asiente Jotaro y acerca los labios de Kakyoin a los suyos y lo besa, más profundo, más largo, mucho más intenso que el primero y Kakyoin sonríe, sonríe ante el regalo del presente y reza por un futuro mejor. Por el resto de sus vidas.