"¡Deberíamos irnos de viaje!" Un día, Shi Yuan le dijo de repente a Lu Tinghan.
Lu Tinghan, como de costumbre, estaba sentado en el sofá leyendo un libro. Levantó la vista y preguntó: "¿Adónde quieres ir?".
"No lo sé", Shi Yuan saltó al sofá y se acurrucó junto a Lu Tinghan, enroscando la cola. "Quiero ir a cualquier parte", pensó por un momento. "Pero sería estupendo si pudiéramos ir a un lugar con flores o visitar de nuevo la orilla del mar".
Lu Tinghan dijo: "Hay muchas flores en las ciudades cercanas de Chui Xing y Ping Shan. La orilla del mar está un poco lejos; se tardan cinco o seis días en avión en llegar."
"Oh..." respondió Shi Yuan.
Lu Tinghan le miró, frotándose la cabeza, y preguntó: "¿Quieres ir?".
"¿Tienes tiempo para venir conmigo?".
"Por supuesto."
"¡Oh!" La cola de Shi Yuan se agitó feliz. "¡Vamos juntos!".
"Sin embargo", el tono de Lu Tinghan cambió, "podría ser un poco difícil para mí ajustar mi horario. A menos que ocurra algo inesperado, tendremos que esperar uno o dos meses".
"Está bien. He estado ahorrando dinero específicamente para este viaje", dijo Shi Yuan. "También quiero aprender a nadar".
Y así, el plan fue establecido.
Shi Yuan trabajó diligentemente en el teatro. El nuevo guión, Héroes Eternos, era siempre bien recibido, arrancando aplausos y un público completo. Cheng Yi estaba de buen humor y recompensó a todos los miembros de la compañía con una generosa gratificación.
Shi Yuan rara vez disponía de tanto dinero.
Hizo varios viajes para comprar aperitivos en diversos lugares, preparándolos para el viaje.
Aunque los bocadillos no eran gran cosa, sólo bocadillos, aún le quedaba mucho dinero y se preguntó si debería comprar algo para Lu Tinghan.
... Shi Yuan tenía la corazonada de que le debía mucho dinero a Lu Tinghan. Después de todo, desde que llegó a la ciudad, no había pagado el alquiler, los servicios públicos, y había arruinado la ropa de Lu Tinghan y desperdiciado varios ingredientes de cocina. Hubo innumerables gastos varios... El negocio de la floristería quebró, y fue el dinero de Lu Tinghan el que se gastó.
Shi Yuan se había preocupado sinceramente por si Lu Tinghan quebraba.
Lu Tinghan dijo que la posibilidad de que él quebrara era incluso menor que la habilidad de Shi Yuan para desenredar su propia cola.
Esa era de hecho una posibilidad muy pequeña.
Shi Yuan también sabía que a Lu Tinghan no le importaban estas cosas, pero aun así quería hacer algo.
El último regalo que compró para Lu Tinghan fue una flor de Xuejian marchita, y fue estafado por un comerciante sin escrúpulos.
Entonces, ¿qué debería comprar esta vez?
Su humano era muy inteligente, bueno en muchas cosas y podía sobresalir en ellas sin esfuerzo. Sin embargo, cuando se trataba de pasatiempos e intereses... parecía carecer de ellos. Exceptuando los asuntos militares, Lu Tinghan no tenía muchas aficiones, como mucho, tenía algún interés por el universo.
Shi Yuan miró detenidamente la tienda de regalos pero no encontró nada adecuado.
Pensó en comprar un cuaderno de dibujo, pero le pareció demasiado ordinario, algo que no le faltaba a Lu Tinghan.
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Como Alimentar a un Ab1smo
Ciencia Ficción"Si miras lo suficiente a un abismo, el abismo mirara de vuelta". El abismo, lo más temido por la raza humana en la actualidad. Los animales infectados por el abismo mutan en monstruos, y los humanos quedan reducidos a cadáveres andantes. Lu Tinghan...
