T ʀ ᴇ ɪ ɴ ᴛ ᴀ ʏ ᴜ ɴ ᴏ

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Lɪᴍ Tɴ

Al día siguiente de haber mandando el mensaje a Jungkook volví a encender el celular, lo escondí debajo de ropa para que el sonido no se escuchara tanto.

Llegaban miles de notificaciones, lo que hacía poner más lento el celular, hasta qué paró y abrí el chat de Jungkook, me pedía que mantuviera mi celular prendido y respondí con un "ok" y volví a enviar la ubicación.

— Tn, podemos hablar —escuché la voz de Jackson, escondí el celular ahí mismo y fui a abrir la puerta.

— Hola Jackson —trataba de no sonar nerviosa.

— ¿Por qué la puerta estaba con seguro?

— No me di cuenta de eso, iba a bañarme.

— ¿Lo hacemos juntos?

— S-si —quería distraerlo lo más que se pudiera.

Entramos a la ducha y nos quitamos la ropa, me sentía nerviosa, pensaba en que me haría si encontraba el celular.

Abrí la llave dejando que las gotas cayeran en nuestro cuerpo.

— Me gustas tanto —se acercó a mi y comenzó a besarme.

Le seguí los besos, media hora tenía que dejar el celular encendido, tenía que distraerlo ese tiempo.

Entre besos nos bañamos, al salir iba a ir al clóset, pero lo detuve.

— ¿Puedo escoger tu ropa? —lo miré.

— Solo si es a juego —sonrió.

— Bien.

Entré al clóset y recordaba que había comprado unas pijamas de cuadros, rosas y para él negras, las busqué y estaban aún en su empaque.

Salí con la mi puesta y le di la suya.

— ¿Te gusta? —me di una vuelta.

— Me encanta amor —me seguía llamando así.

— Que bien, ponte la tuya.

— Iré al clóset.

— No —grité— Póntela aquí, quiero verte.

Me acerqué a él y saqué la toalla que enredaba su cintura.

— Quiero verte —sonreí y toqué suavemente su mejilla.

— Está bien.

Se paró de la cama y lo vi de arriba a bajo, no voy a negar que es un chico muy guapo, con un buen cuerpo, pero no sentía nada por él, me había tratado muy bien este tiempo, jamás me ha lastimado, siempre me cuidó.

— Que guapo —dije al verlo con la pijama.

— Tomemos una foto. —sacó su celular y tomó muchas fotos.

Sentía remordimiento por haber echo eso, pero yo también quería estar en mi casa, con mis padres, ver a Jungkook, mis amigos.

Había sido un mes estando privada de mi libertad, necesitaba de ellos.

Nos acostamos en la cama y puso una película, la señora que siempre ha estado con él nos subió palomitas y refrescos.

— ¿Te gusta esa? —preguntó mostrándome una.

— Si, veamos esa.

— Bien —seleccionó la película y apenas comenzaba.

Se me hacían eternos los minutos, ya quería que llegaran.

HᴇʀᴇᴅᴇʀᴏsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora