D ᴏ ᴄ ᴇ

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Nᴀʀʀᴀᴅᴏʀᴀ

Llegó el dichoso sábado, Jungkook pasó por Yoongi a su casa, puesto que su amigo compraría la motocicleta y se iría en ella.

Ambos chicos ya se encontraban de camino al  lugar donde Jungkook compró la suya.

— Hyung, ¿y ya tienes algún modelo en mente?

— Solo sé que quiero una motocicleta deportiva.

— Genial —sonrió el menor.

Llegaron a la gran tienda, había de todo tipo, desde bicicletas eléctricas, motonetas y las motocicletas que Yoongi buscaba.

A Jungkook le brillaban los ojos al verlas, era una de sus pasiones, los autos y motos era lo que más le gustaba, sin contar que tenía varios autos, todos lo que alguna vez soñó con tener de niño.

El vendedor les explicaba el tipo de motor, y todas las características de las motos que habían captado su atención, Yoongi no entendía, pero sabía que Jungkook sí y él elegiría la mejor.

— Está hyung, es de buen motor, con ella podrías ir hasta Daegu.

— Entonces ¿me recomiendas esta?

— Sin duda —sonrió el menor.

— Me llevo esta —le dijo al chico que les había atendido amablemente.

— Claro, manejamos crédito y aceptamos todo tipo de pagos y tarjetas.

— De contado —sacó su valiosa tarjeta negra y se la entregó al vendedor.

— Tomé el cincuenta por ciento de propina.

— Es muy amable señor, muchas gracias —el vendedor estaba feliz.

Le entregaron los papeles de la motocicleta, las llaves y de regalo dos cascos protectores, junto a su juego de protección.

— Es tan hermosa hyung —dijo Jungkook.

— Gracias por ayudarme, ¿pero que haremos con la moto?

— Pues debes manejarla —se rió.

Era curioso, compró una motocicleta sin saber manejarla, pero no podía irse sin nada después de verlas ¿no?, aunque bien pudo decir que solo quería verlas, pero que va, Yoongi no es de esos que solo ve y se va, si le gusta la compra.

Y sería una pérdida de tiempo tanto para él y para Jungkook, pero tampoco podía decirle que tendrían una cita doble y que él estaría con la chica que ni siquiera le atrae un pizca.

— Yo me la llevo hyung, no hay problema.

— Gracias Jungkook, espero que me enseñes a manejarla.

— Obvio que lo haré.

Jungkook se puso el casco y arrancó la moto siguiendo a su hyung, se encontrarían en el restaurante con aquellas chicas de casualidad, así había acordado con Sunmi.

Por otro lado, las chicas llegaron al restaurante y pidieron una mesa, no tardaron en llevarles la carta y elegir lo que comerían.

— ¿Y esta cita de qué va? —preguntó Tn.

— Una cita de amigas, hace mucho que no salíamos así.

— Tienes razón. La última vez fuimos de compras —sonrió Tn.

— Lo se, nos hacía falta amiga. —imitó su gesto.

La mesera se acercó a ellas y pidieron sus platillos.

HᴇʀᴇᴅᴇʀᴏsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora