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— ¿Te sientes bien? —Fue un recibimiento extraño, hoy el chico pelirrojo no llegó con su aura brillante de siempre por lo que Shima supuso que algo no andaba bien.

— No lo sé... no dormí bien anoche —mintió a medias, en parte era cierto, pero por otro lado se iba a sentir humillado si decía la verdad.

— ¿Es porque estoy saliendo con Senra?

— No, bobo... no me puede afectar tanto —sin ánimos, se levantó de su asiento— Iré al baño, probablemente si me refresco la cara se me pasará.

— ¡Vuelve pronto! —dijo el de orbes violeta antes de que se retirara, volteó a ver a Mafumafu que era expectante a la situación— ¿Lo viste? Se ve terrible...

— Sakatan no acostumbra a llegar de ese modo, ¿Será que ocurrió algo entre Wataru-san y él ayer? —se preguntó con algo de temor, conocía el carácter de ambos y no sabía diferenciar cual era más fuerte, sin duda el choque de personalidades era algo.

— ¿A qué te refieres con "ayer"? —cuestionó el contrario.

— A veces se juntaban luego de clases en la biblioteca para hacer ese trabajo infernal, ya sabes... probablemente ayer se les fue la mano, ya viste lo enfadado que llegaba Sakatan al día siguiente —hizo recuentos el albino respecto a su actitud, preocupando al mejor amigo del que se hablaba, algún día aquello iba a sobrepasar los límites del chico y terminaría por explotar en público.

Por su parte el pelirrojo que caminaba por los pasillos con una expresión neutra, tuvo la mala suerte de cruzarse con Urata y su grupo, no bastó decir de que el castaño le dedicó una de sus peores miradas mientras el que iba solo, la desvió por completo, sin querer buscar algún motivo para pelear, sólo pasó de largo para llegar a su destino. Aquello llamó la atención de los que iban en el grupo, pero inusualmente, también la de Urata.

Sakata al llegar al baño, remojó su rostro con agua para ver si algún efecto surgía y así espantaba sus malos ánimos, aunque estos decayeron más al observar con detenimiento el reflejo en el enorme espejo del baño, desde esa corta distancia divisaba algunos rastros de ojeras no tan notorias e irritación bajo sus ojos, pero lo peor fue darse cuenta de algunas raíces de su cabello que ya comenzaban a verse blancas nuevamente, comenzó a maldecir por lo bajo a su propio cabello por crecer tan rápido mientras lo arreglaba de tal forma en la que tal "falla" no fuera visible, después de todo, la única persona que sabía que su cabello no era naturalmente pelirrojo y en realidad era albino, era Shima.

Esta situación lo hizo suspirar de forma pesada, había olvidado comprar tintura para pelo hace unas semanas y ahora le estaba pasando la cuenta.

"¿Qué te está pasando, Akira Sakata?"

Pensó para sí mismo y así volver con la mejor de sus apariencias al aula, dejándolo ver como un simple golpe de sueño en un mal dormir, no se topó de nuevo con el más bajo pero sí que se encontró con un amigo estrecho de este al regresar, que al parecer llevaba una conversación con Shima por lo que frunció su ceño— ¿Qué hace él aquí, Maashi? —su tono de voz no era ofensivo, pero su expresión sí que lo era.

— Senra vino a hacerme compañía un momento, también quería ver cómo estabas —explicó Shima, viendo a Sakata sentarse desganado.

— No te preocupes, Senra-kun.

— Akira-san, la verdad, Urata también te notó extra-

— ¿Qué me importa lo que diga él?

— Sakata, ¿Qué te pasa? No estás bien, se nota.

— Estoy bien, no tienen que preocuparse, S-Senra-kun, las clases ya van a empezar, no quisiera que te regañaran por llegar tarde.

— Espero te sientas mejor a lo largo del día... —le dijo el rubio antes de irse, Sakata agachó la mirada y pegó la frente a su mesa, tal vez si dormía un rato se le pasaría, pero justo entonces empezó la clase, se jaló el cabello, se estaba estresando mucho y el día apenas empezaba, seguro habría sido mejor haber faltado a la escuela.

Shougai Rival || UraSakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora