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— ¡Urata! ¡Casi me da un infarto! —dijo exaltado llevando una de sus manos a su pecho— ¿Quieres ser más cuidadoso por favor? Sé que estás molesto, pero las puertas no tienen la culpa.

— Lo siento.

Araki suspiró y le apuntó a una de las sillas en el lugar— Toma asiento, tendremos un largo rato aquí —sus ojos carmesí siguieron al castaño que se sentó de mala gana en el lugar ofrecido— Iré al grano, estuve hablando con Dasoku-sensei, dijo que no podía hacer mucho a no ser de que Nakamura sea capturada en el acto.

— ¡Y una mierda! —Urata golpeó la mesa de centro que estaba frente a él— ¡¿No acabas de ver lo que pasó en la mañana?! ¡¿Qué quiere de mí esa enferma de mierda?! ¡Sakata estaba más que asustado y es el que siempre sale afectado por culpa de esa desgraciada!

— Urata, cálmate —pidió con amabilidad el mayor, que veía a su compañero a punto de explotar— ¿Acaso crees que yo me siento feliz de ver caso tras caso con esta persona? ¡Estoy haciendo lo posible para que tenga alguna consecuencia!

— ¿Y entonces por qué? ¿Por qué ningún adulto se da cuenta de que uno de sus mejores estudiantes está siendo acosado? No me interesa en lo más mínimo que yo esté incluido en estas controversias, ¡Me preocupa Sakata! —agachó la mirada conteniendo lágrimas de rabia, un sentimiento que crecía cada que alguien le jugaba en contra— Siempre que hay un avance, siempre que empiezo a convencerlo de que en realidad no tiene nada de malo, viene alguien o algo para volver a destruirlo... ¡Entiéndeme, Araki! ¡Si yo no muevo un dedo, nadie lo hará!

Un silencio reinó por unos largos y hostigosos segundos, para que luego se escuchara un suspiro de parte del pelirrojo que no encontraba solución al continuo hostigamiento al par de alumnos destacados— Los profesores saben que esas fotos fueron reveladas con malas intenciones, también les comenté acerca de la repentina y preocupante actitud que tuvo Sakata a los minutos de bailar con Nakamura esa noche —se detuvo un momento al ver que el castaño volvió a levantar la mirada— También les pareció extraño que el albinismo de Sakata se revelara abruptamente, pues saben que la violación de privacidad es algo que no pueden dejar pasar... Rib-sensei es el tutor de la clase B, también intentó que se tomaran cargos al ver que uno de sus mejores alumnos estaba siendo hostigado.

— Te escucho decir mucha babosada y aún no veo ninguna acción, Araki —se cruzó de brazos con seriedad— ¿De qué me sirve que lo noten si no harán nada?

—¿Entonces qué solución quieres, Urata? —respondió hastiado el más alto que ya no encontraba una forma de arreglar el asunto o llegar al fin de este mismo.

— Te diría "pagar con la misma moneda", pero sería tonto confesarlo siendo tú, parte del comité.

La mirada rojiza observó con seriedad al más bajo que parecía fruncir el ceño cada vez más por cada palabra que salía de su boca— ... ¿Qué harías? —cuestionó, sorprendiendo al de mirada esmeralda, pues el mayor se distinguía por ser alguien muy correcto.

— Ya dije una vez que no me alegraría jamás por la humillación de alguien... pero creo que cambié de idea, sólo por esta vez.

— No dejaré que te metas en problem-

— ¿No te parece curioso el hecho de que esas fotos aparecieran de la noche a la mañana? ¿No crees que más de alguno se está preguntado quién fue el o la responsable? —sonrió con superioridad, viendo la reacción del pelirrojo que le encontraba sentido a lo que estaba diciendo— Necesito tu ayuda, ya que los adultos son completamente inútiles a pesar de su preocupación, dale a Rib-sensei y a Dasoku-sensei las gracias de mi parte por intentar ayudar... Meychan y Naruse son ruidosos, poco discretos y no tienen pelos en la lengua, ¿Verdad?

Shougai Rival || UraSakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora