CAPÍTULO XIII (Part. I)

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Louis estaba a solo un paso de entrar al cuarto de baño. Pero en ese instante vío a Harry levantar su mirada e interceptar la suya. Lo que me faltaba. Se dijo así mismo furioso de ser tan evidente con lo que sentía en esos momentos.

En cambió Harry puso una sonrisa al ver el rostro airado y precioso del menor. Pero de  inmediato su sonrisa desapareció y en cambio frunció el ceño al sentir el aura asesina en la mirada de Louis. La cual parecia querer exterminarlo con esos impresionantes ojos color zarco.

Louis, al entrar al cuarto de baño azotó la puerta con tanta fuerza que el sonido resonó en todo el espacio. Harry supo al instante que el motivo que desencadeno esa reacción, se llamaban. Celos.

—Cara, voy a ir un momento al cuarto de baño.—avisó y ella asintió risueña. Dándole un último pellizco en su mejilla de bebé, y Harry le dio un ligero manotazo para que lo soltará. La fea costumbre que tenia su mejor amiga para no dejar sus mejillas en paz.

Se levantó y camino por el lugar abotonando su traje y viendo a todos lados para que así nadie vea a donde se dirigia. Solo las mujeres y algunos hombres se quedaban viendolo anonadados o hasta que Harry les lanzaba una dura mirada. De ahí en adelante no les prestaba la más minima atención.

Cuando llego al sanitario, entró en completo silencio fijandose que no había nadie, a demás de su pequeño él cual trataba de lavarse sus manos, más bien las frotaba tan fuerte entre si que parecía que en cualquier momento las arrancaría de sus brazos. Mientras que lo escuchaba maldecir una y otra vez en voz baja.

Harry quiso soltar una carcajada al observar como Louis se peleaba con el grifo del lavabo. De inmediato puso el seguro a la puerta y se acerco a su hermoso niño para envolverlo en sus brazos.

Louis supo de inmediato de quien era ese posesivo abrazo, y esa maravillosa y característica fragancia que variaba de acuerdo a su humor, al parecer. Porque ahora lo percibía con notas  diferentes. Lo habia olido desde que entro al lugar.

No espero más cuando levantó su mirada, y el verde con el azul se encontraron en el espejo.

Pero en cambio él castaño lo miro furioso, y quiso que de inmediato lo soltará removiendose de su agarre, más Harry no se movió ni un exiguo paso y lo presionó aun más contra su cuerpo.

—¿Es así como me castigarás por haber dormido con mi mejor amigo, Harry? ¿Después que lo hacemos durante los últimos cinco años? Como lo hacen los malditos hermanos.—manifestó y Harry se sintio ridículo al recordar lo que hizo, que sabia, estuvo mal.

Se había comportado de una manera ridiculamente infantil al mandarle ese tipo de mensaje sabiendo que una de las reglas que él mismo habia impuesto que era no celarse, lo habia incumplido. Totalmente ilógico y contradictorio de su parte.

Pero cuando Adam le contó sobre ello, lo consumió una posesividad que no sabia que tenia hasta que conoció a Louis. Algo terrorífico creció en su interior al enterarse que Edward, su hijo y su Louis habian dormido juntos, en la misma cama, muy juntos. E imaginar eso hizo qué le hierva la sangre de los malditos celos. Es por eso que tomo su teléfono y mando ese estúpido mensaje que supo lastimó a su niño.

—Hola a ti tambien pequeño.
—sonrió mostrando sus hoyuelos porque ante todo eran los modales y no se habían visto durante una larga semana.

—¿Cual que hola?—respondió con acidez el menor, y estaba a punto de meterle un golpe para que lo soltará. Porque Louis cuando se enojaba era todo menos dulce y cariñoso. Era un alacrán en tu espalda.

—¿No te dije que nada de escenas de celos?—preguntó con una ceja arqueada.

—No estoy haciendo ninguna escena de celos. O me viste decirle algo a esa tipa, o lanzarmele encima hasta molerla a golpes. ¿No verdad?—profirió malditamente celoso porque Harry era solo suyo.

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