Cap. 14. A los ojos no se les engaña

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Wednesday se sentó en el sofá, sacudiendo y girando su trasero mientras miraba las manecillas de su reloj de pared. Ella gimió, deseando haberse perdido la desagradable y ruidosa llamada de atención de Thing a las seis de la mañana.

El tiempo marca las siete y cuarto, y ella hizo una mueca. Todavía tenía cinco horas hasta su reunión con la junta. Cinco horas y ella no tenía nada que hacer, excepto esperar.

Estaba cerca de limpiar toda la suite si se sentaba un minuto más.Pero afortunadamente, ella encontró otro espectáculo de interés cuando Enid salió de la cocina, habiendo terminado solo su leche. Enid limpió los bordes de su boca que estaba cubierta de líquido blanco, tomando su bolso de mano y pasó junto a Wednesday, dándole una mirada de soslayo.

"¡Thing, ya me voy!" Dijo Enid con una voz ligeramente elevada mientras giraba el pomo de las puertas dobles.

"¿A dónde vas?" El primer pensamiento de Wednesday fue que tenía que estar soñando, preguntándole a Enid cuando claramente no debería importarle. De pie en la puerta estaba la mujer de sus pesadillas.

Wednesday dejó que sus ojos recorrieran su cuerpo desde los pies, retrocediendo ante su disgusto por sus sandalias, pasando las piernas por el vestido que le estaba privando de toda admiración por el estúpido cardigan que llevaba puesto, antes de que se fijara en la cara de Enid que para su sorpresa tenía un tinte de color rosa.

Hablando de cardigan, Wednesday seguía estando curiosa, pero no debería actuar impulsivamente al respecto.

Enid miró hacia otro lado y respondió: "Central Park. Voy a dar un paseo".

"Iré contigo." Enid parpadeó y luego se quedó sin aliento cuando el color de su rostro viajó hasta su cuello y la punta de sus orejas.

Wednesday se zapateó en sus talones, notando el shock de Enid ante su declaración. "No te lo tomes como algo personal. Todavía te odio, Zorra. Pero este puto aburrimiento me está devorando lentamente desde adentro". Wednesday espetó antes de salir de la habitación con Enid detrás.

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"Realmente necesito salir más". Murmuró Wednesday mientras se pasaba los dedos por el cabello, caminando por el lago. Escuchó a Enid hablar en voz baja "¿Eh?" y por costumbre, ella puso los ojos en blanco. "Estoy hablando sola. He decidido que no vale la pena hacer que tu mente comprenda mis palabras y ser un almacén de mis recuerdos".

"Oh." Enid sabía que en el lenguaje de Wednesday, esto era lo más parecido a un cumplido que iba a recibir. Cualquier oración que no esté acompañada de las palabras "puta", "zorra", "coño", "cabrona", "tramposa" y "chupapollas", aunque sea degradante, no la afectaron demasiado.

Ahora estaba caminando detrás de Wednesday, y estaban en un silencio amistoso.

Aunque Wednesday escupió palabras hirientes, era la persona menos violenta que había entrado en su vida. Después de años de vivir, alguien no le infligió dolor físicamente. Quizás es por eso que se sintió más segura.

Wednesday podría haber infligido fácilmente dolor en su cuerpo. Pero ella no lo hizo.

Este era un nuevo campo en el que Enid estaba. Se sintió reconfortante estar en presencia de alguien que no levantó una mano hacia ella o hacia un cinturón. Sí, Thing y Natalie eran amables y gentiles, pero Enid se sentía más inclinada hacia Wednesday.

Ella quería que Wednesday se abriera a ella, quería abrirse a Wednesday. Era inusual, muy inusual.

Ella miró hacia adelante. Wednesday estaba caminando en el camino, el sol golpeaba su frente, haciendo que el contorno de su figura tuviera un brillo naranja. Se detuvo en seco mientras miraba, dejando unos metros entre ellas.

Miss Sinclair  [Wenclair]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora