Capítulo 10: Castigos, sexo, familia, amor, sorpresas.

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Pase a buscar a mi hijo donde Flora y me fui a  casa. Dante llegó como a las dos horas después, paso directo a su estudio, se encerró ahí el resto del día.

Ya en la noche dormí a mi bebé y me fui a la cama, estaba mentalmente agotada, y tenía un mal presentimiento con todo lo de Aníbal.

Desperté al rededor de las 3 de la mañana, el lugar de Dante estaba vacío y frío. Me levante para ir  a buscarlo, lo encontré en la cocina, tenía un brazo estirado sujetando un vaso vacío, en la mesa había una botella de whisky, y su cabeza afirmada en el brazo. Estaba durmiendo, se le escuchaba roncar. Caminé por la cocina para tomar un vaso de agua. Sentí que se removía a mis espaldas, me di la vuelta para mirarlo, el me observaba, apenas abiertos sus ojos.

—Hola— me dijo con  voz raspada.

—¿Piensas dormir ahí? — le pregunte.

—Mi mujer no me quiere a su ladoo— dijo arrastrando las palabras. Estaba borracho.

—¿Por que dices eso?

— Ella se puso ropa — dijo

—¿Qué?

—Ella duerme desnuda, pero ahora no, ahora se puso pijama, ellaaa nooo me quiere a su lado. — me dijo negando con la cabeza,  levanto su índice y negó también con su dedo.

Era cierto, siempre dormía desnuda cuando estaba con él, pero ahora me había puesto un camisón de seda negro y un tanga de hilo del mismo color.

—¿Y por que crees que esta molesta?

—¿Yo la cague? Si, yo la cague, la trate mal, nunca la había tratado mal, no, no, ella ya no me quiere. — dijo y afirmó su cabeza en la mesa. Me acerque a él, me senté al lado de su cabeza y pase mis dedos por su pelo,su cuerpo se relajó.

—Entonces pídele disculpas y no lo vuelvas a hacer, no puedes decidir por ella, pero hazlo  mañana cuando estés sobrio. — le dije.

—No me toques, solo me toca mi mujer. — trato de sacar mi mano de su cabello pero solo se pego en la cabeza.

—Yo soy tu mujer, ¿No me reconoces?

Levanto la cabeza y me miro, se acerco y después se alejo, luego me dio una sonrisa.

—Si, tu eres mi mujer. Amor... La cague. —Me rodeo con sus brazos y me acerco a su cuerpo, puso su cabeza en mi muslo, yo seguí acariciando su cabello.

—Si, la cagaste. Ya te dije, pídeme disculpas mañana cuándo sepas lo que estas diciendo. Vamos a la cama ahora, ya es muy tarde. — trate de levantarme, pero me apretó más con sus brazos.

—No amor, un ratito más. — me subió el camisón y beso mi muslo, apreto mis nalgas y me corrió por la mesa hasta quedar  entre mis piernas, beso mis muslos internos, y los recorrió con su mejilla. — ¿Te gustó abrirte para ese crio? — me pregunto.

—Dante...

—Si te gustó, yo estaba tan furioso, quería golpearlo.

—Aun así, estabas excitado, te calentaste viendo como otro hombre me deseaba.

— Si, estaba tan cachondo, verte provocarlo, abierta de piernas para él, como ahora lo estas para mi. Me excito tanto verte. — me levanto el camisón hasta la cintura y miro mi sexo cubierto, paso su nariz por mi tanga y respiro hondo. —Tiene su morbo el chico ¿no?, mira como se te ve este coñito amor, tan  sexy. — la tanga se me había metido entre los labios. Recorrió con sus dedos mis labios mayores, paso un dedo entre mi coño y la tanga. Me recosté hacia atrás y me afirme en mis brazos para poder verlo.

— Si, fue morboso. Ahh.... — gemí cuando corrió la tela a un lado y paso su lengua por mi coño, abrí mis piernas . Su lengua entraba y salía de mi vagina, como sí estuviera bebiendo de ella. Chupo y beso mis labios mayores y menores. —Ahhh... Amor— paso su lengua por mi pirineo y se metió en mi ano. Abrí más mis piernas para que tuviera mejor acceso, me descubrí  los pechos, me los acaricie y tire de mis pezones suavemente.

— Me encanta comerte el coño y el culo amor, eres mi vicio. — Ahora su lengua la metió en mi coño, daba vueltas en mi interior, la saco y recorrió mi rajita hasta llegar a mi clítoris, lo chupo fuerte , arquee la espalda, lo observe , su pelo revuelto, sus ojos puestos en mi, tomé uno de mis senos y pase mi lengua por el, sus ojos se nublaron de deseo, su lengua rodeo mi clítoris, y me metió dos dedos en el coño, yo gemía y jadeaba, tome mi otro seno y también pase mi lengua por el , sus dedos y su lengua iban más rápido, apreté mi pezón, tire la cabeza hacia atrás y gemí su nombre, sus dedos estimulaban mi punto, mi coño lo sentía húmedo, cuando apreté sus dedos, el paró y se levantó. Lo mire con el seño fruncido.

—Todavía no amor— me dijo con una sonrisita, se quito la camisa,  desabrocho sus jeans, y se los saco, quedo completamente desnudo, me tomo de las caderas y me acerco más a el, quede en el filo de la mesa, mi coño choco con su verga, la sentí dura y caliente, acarició con una mano  mis muslos internos y con la otra tomo la base de su polla, comenzó a subir y bajar por ella, sus movimientos eran lentos, se detuvo un momento para escupir en la punta de su pene , esparció su saliva y volvió a masturbarse, subió y bajo un par de veces para luego meter  dos dedos en mi coño para  luego llevarlos a su glande, dejando mis jugos en su punta, la tomo con ambas manos y comenzó a masturbarse, luego movió su pelvis de atrás hacia adelante, se estaba follando las manos, gimió, cerró sus ojos y su cabeza cayó hacia atrás, mordí mi labio, me puso tan cachonda verlo, lleve mi mano a mi clítoris y empecé a estimularlo, bajó  una de sus manos hasta tocar sus huevos, los acarició y jugo con ellos, tiro suavemente  de su cuerito, metí dos dedos en mi coño cuando gimió mi nombre, me miró y sacó mi mano de mi sexo, se acerco más a mi, seguía subiendo y bajando su mano por el largo de su polla, pero ahora su glande rozaba mi entrada del coño, solo la mantenía ahí, levante mi pelvis para que la metiera, pero retrocedió, cuando la baje volvió a acercarse, esta vez metió la punta, gemí, lo hizo un par de veces y de repente la metió toda.

—Ohhh... Dante. — grite su nombre.

—Dime cuanto te gusta mi verga amor. — me pidió.

— Si, me encanta

—Dime que solo deseas mi polla amor. — volvió a pedir. Levantó mi pierna y la dejo en su hombro, mi otra pierna rodeaba su cadera, sus manos fueron a mis tetas, y las apretó, agarro mis pezones y tiro de ellos. —Dímelo —exigió.

—Solo deseo tu polla amor.

—Si. —comenzó a penetrarme, me embestía rápido y fuerte, la mesa sonaba, mis tetas subían y bajaban, se escupió dos dedos y los llevo hasta mi clítoris.

—Siiii.... Si.. No pares.... Así... Así... Ahhh.... Ah... Si. — gemí. Paro en seco, se recostó encima mío, mi pierna  quedó en su brazo, su mano apretaba mi cadera. Sus labios chocaron con los míos, me dio un beso con fuerza, posesivo, su lengua barrio la mía, mordió mi labio y me miró a los ojos.

—No vuelvas a abrirte de piernas a ningún hombre, solo aceptaré lo de mi padre, pero a ningún otro, nadie va a probarte o a verte ¿me oíste? — me dijo serio. Lo empuje pero no se movió ni un centímetro, volvió a follarme. — Respóndeme maldita sea.— Su mano apretaba mi cadera, sus huevos chocaba con mi culo. Puso su boca un poco más arriba  de mi areola y comenzó chupar, el idiota me estaba haciendo un chupón, me removí debajo de el.

—Dante... Suéltame— le pedí.

—No, no hasta que me digas que ningún hombre podrá tenerte — llevo sus dedos a mi clitoris y comenzó a estimularme, ahora chupaba mi pezón, y su polla dentro de mi coño se sentía tan bien, comencé a sentir que me venía, apreté su polla, sus huevos en mi pirineo me estaba volviendo loca. Volvió a detenerse. — No amor, primero debes decirlo. — Pase mis manos hasta su espalda y lo arañe fuerte— Ah.. Mierda— se quejo, se agachó lo suficiente y le enterré mis dientes en su hombro— Puta madre— volvió a quejarse, se levantó y se alejo un poco de mi, aun con su verga metida en mi coño, volví a empujarlo esta vez con todas mis fuerzas, se tambaleo hacia atrás y pude bajarme de la mesa me arregle el camisón y lo mire, el se sobaba el hombro.

—Vete a la mierda— mis ojos se llenaron de lágrimas, así que me di la vuelta y salí de la cocina, antes de que me viera llorar.

—Ven acá — lo escuche gritar.

Iba en el pasillo cuando me acorralo, mis pechos chocaron con la pared.

—Mujer.. Me estas volviendo loco.— me dijo al oído, levantó mi camisón y me bajo la tanga, esta cayó a mis pies, abrió las nalgas, puso su verga en mi raja y luego las junto, comenzó a mover su pelvis. — Solo dilo.

—Suéltame

—No— volvió a hablarme al oído, tire mi culo hacia atrás, y gimió bajito, fue besando desde mi hombro hasta mi cuello, mordió mi lóbulo y volvió a gemir en mi oído, el sabía que era una de mis debilidades, escucharlo gemir y hacer ruiditos de satisfacción. — Lamento mucho  como te trate en la oficina amor, se que te lastime, perdóname por eso por favor.

—Dante— dije bajito, mis lágrimas ya estaban cayendo por mis mejillas.

—Lo siento amor.— Dante tomó mis caderas y las echó hacia atrás, agarro su polla y la llevo hasta mi coño, esta vez comenzó a penetrarme despacio muy lento. — Por favor amor, necesito que lo digas. — llevo su mano hasta mi clitoris y  rozó sus dedos en el, su verga ya la sentía llenándome.

—Ningún otro hombre podrá probarme amor. — le dije. — Pero.... Vas a dejar que el chico mire, se lo prometí.

—Maldición....bien que mire, pero si te llega a tocar juro que lo mató. — dijo con los dientes apretados.

—Ahhh.... Siiii... Si.....— Dante me estaba penetrando lentamente, abrió mis nalgas y sentí su polla más adentro, su pene entraba y salía de mi coño mojado. —Amor.... —gimoteé

— Shhh... Amor...Tranquila.....

Tire mi cuerpo hacia atrás, me afirme en la pared con ambas manos, necesitaba más, mi cuerpo lo sentía sensible, caliente, pesado, mi clitoris hinchado, mi coño caliente, mis pezones erectos, duros, toque uno de mis pechos, y volví a gemir, ondee mi pelvis, Dante tomo mis caderas y comenzó a moverse de verdad.

—Siii.....así.....mas fuerte.— le pedí. Me dio un fuerte cachete en el culo.

—Ahh.. Amor... Te ves hermosa...— me dijo.

—Deja de marcarme — le exigí.

—Nunca —volvió a darme un cachete fuerte, ahora en la otra nalga— Siiii.... Hermoso. — envolvió mi pelo en su mano y la empuñó, tiro de el haciéndome levantar la cabeza— Mia... ¿Oíste amor? Solo mía. — Dante se movía cada vez más rápido, nuestros cuerpos chocaban, el pasillo se lleno de nuestro gemidos. — Tócate maldita puta. —Me volvía loca  cuando me hablaba sucio, y que fuera tan posesivo solo me calentaba aun más, lleve mi mano hacia mi clitoris, siii lo tenía tan hinchado, lo roce con las yemas de los dedos, baje un poco más mi mano y tome de nuestros fluidos, volví a mi clitoris y comencé a estimularme. Dante  agarro mi camisón con ambas manos y lo rajo por la espalda — No vuelvas a ponerte esta mierda. — me saque los restos de prenda que quedaron y seguí tocándome.

—Ahhhh.... Amor..... Si.. Si... Ah... Ah... Ah.... Siii....... Mierda..... Si.... Estoy chorreando — comencé a tirar chorros, cayendo por mis piernas hasta el suelo — Ah .. Ah.... si.... Sigue... No pares.... No pares... Ah... Si.... Si... Si... — me corrí tan fuerte, sentí que me vaciaba, mis pechos se sentía tan pesados, y mis piernas apenas me sujetaban.

—Amor... Si..... Tus contracciones... Joder.... Mierda..... Me aprietas...... Si.....si....arggg......— Dante comenzó a llenarme el coño de semen, puso su mano en mi vulva y sus dedos chorreaban fluidos. — Siii... Mierda.... Te siento.....— Dante me penetro un par de veces más y afirmó su frente en mi espalda. Trate de sostenerme y de controlar mi respiración.

—Amor no puedo..... Me voy a caer. — mis piernas no me sostenían, sentía mi cuerpo débil. Mi esposo paso un brazo por mi cintura y me sostuvo, su otra mano la que estaba llena de mi corrida la paso por mi espalda acariciándome.

—Te tengo amor, tranquila. — me dio la vuelta y se acerco para besarme, lo necesitaba tanto, sus labios, su lengua, su sabor, su olor. — Rodéame con tus piernas— me levantó por el culo, y rodee sus caderas, comenzó a caminar hacia el dormitorio. Mire como había dejado el piso, lo dejaría para  mañana. Escondí mi cara en su cuello, me llevo hasta la ducha, la encendió y se metió conmigo en sus brazos, no me baje en ningún momento, me enjabono y me lavo como pudo, el tampoco me pidió que lo soltara, salió y me envolvió la espalda con una toalla y luego salió del baño y  camino hasta la cama. — Amor debo secarte. — me baje y pudo secar mi cuerpo, se seco el también mientras yo lo observaba— Listo, a la cama.— nos acostamos, Dnate besó mi cabeza y acariciaba mi cuerpo, me mantuvo abrazada y pegada a él  toda la noche.

.....

Pasaron  algunos días desde aquel "incidente",  al día siguiente le había contado lo que Pedro me dijo de su primo,  iba a preguntar si habían más chicas a las que estaba acosando para encargarse del problema. También hable con el detective, pero hasta el momento no tenía nada que fuera importante.
Mis padres se habían llevado a mi bebé a pasar la tarde con ellos, yo estaba trabajando un poco cuando llamaron a la puerta.

Helena se encontraba en la puerta de  entrada, llevaba un vestido de leopardo que  se ajustaba completamente  a su figura, un escote cruzado en diagonal  donde se podían ver perfectamente sus pechos, el vestido cubría sus hombros y sus brazos, con unos tacos agujas negros, y un sobre a juego en la mano.

—Hola dulzura— saludo.

—Hola Helena. Pasa por favor, eres bienvenida.

Cuando la hice pasar y mire su espalda me di cuenta que la llevaba descubierta, con unas tiritas qué iban descendiendo desde la espalda por el costado de su cadera derecha hasta el muslo. Por supuesto no llevaba debajo de el se apreciaba su cadera, parte de su nalga y todo su muslo. La mujer a pesar de ser curvy tenía unas piernas bien torneadas. Se veía muy sexy.
Yo vestía una sudadera manga larga qué dejaba uno de mis hombros al aire, era corta, solo me cubría hasta las costillas, y un short pequeño de algodón, se me veía un poco el trasero.

—¿Tienes algo de tiempo? Me gustaría hablar contigo. — me pregunto.

—Claro, toma asiento. ¿Quieres algo de beber ? ¿Vino?

— Ah si gracias, una copa de vino estaría bien.

Fui a la cocina para servirle un vino blanco dulce que tenía en la nevera. Cuando volví ella estaba sentada, con sus piernas cruzadas, se veía un poco tensa.

— Toma cariño. — ella tomó la copa y bebió un poco. — Bueno,¿ que es lo que quieres decirme? . — me acomode a su lado, tenía una pierna flexionada debajo de mi trasero y la otra estirada, mi pie descalzo casi rozaba su pierna, mi brazo lo lleve al respaldo del sofá, mi sudadera se subió, y se notaba parte de mi seno, mire su perfil, era una mujer muy bonita.

— Quiero aclarar algunas cosas, la última vez que nos vimos, yo estaba un poco ebria y bueno tu sabes una hace cosas que después se arrepiente. No me encontraba bien ese día yo no me compro así. — trató de aclararme.

—¿Entonces te arrepientes de chuparme el coño Helena? Una lastima, pensé que te había gustado. — me miró seria, se atusó el cabello, volvió a tomar un poco de vino y se relamió los labios.

— Mira no se que estas pensando de mi, pero yo no me comparto así nunca. El alcohol me hizo mal ese día solamente. No va a volver a pasar.

—Entonces cuando me dijiste que te gustan las mujeres ¿era mentira?

— Por dios, claro que es mentira, nunca diría algo así.

— Bueno Helena, si quieres que crea tus mentiras, dejémoslo así. Solo no te mientas a ti misma, por que solo saldrás sufriendo. — le dije.

Se levantó y comenzó a pasearse, volvió a tomar un poco de vino, puso una mano en la cadera y me miró.

— No quiero que Sergio se entere, ni mi cuñada. No podría resistir qué me rechazaran. — me confesó.

— Mis suegros no son esa clase de persona, ya deberías saberlo. Pero si no quieres que les cuente no le diré a nadie. Dante tampoco lo sabe, no he abierto la boca. — le aclare.

—Pero ese día...

—No pasa nada Helena, ¿crees que el no lo disfruto? Te aseguro que lo paso muy bien, igual que yo. Esperaba que tu también lo hubieras gozado, pero parece que no fue así.

— Claro que me gustó, llegué a la casa y llame a una de mis amigas con las que nos divertimos a veces, me sentía muy cachonda.

—Me alegra que tengas a alguien. Pero insisto, mis suegros no son como los estas pintando, no tienen pensamientos anticuados, ni mucho menos van juzgarte por como es tu vida, o como quieres llevarla.

—¿Lo dices por que tú te acuestas con él? —me pregunto sarcásticamente con una ceja levantada.

— Sinceramente si me acuesto con el o no, no es de tu incumbencia. Lo que yo haga o deje de hacer solo me concierne a mi.

— No lo estas negando

—Tampoco  lo estoy afirmando, solo te digo que no te incumbe. Como tampoco le tiene que importarle  a nadie con quien te acuestas tú.— me miro y cerró sus ojos

— Si, tienes razón, discúlpame. Es que Anibal me estuvo contando cosas, pero no tengo moral ni derecho a decirte nada, ni a pedir explicaciones. — se sobo la frente con su mano, y se bebió el resto de su vino.

— Ah Aníbal, ya veo. ¿Quieres más vino?

Me paso su copa y fui por mas vino, Aníbal me estaba hartando.

— Entonces, tienes amigas íntimas, deben pasarlo muy bien contigo, tienes un cuerpo muy sexy, y doy fe de que sabes como comer un coño. — le dije mientras me acercaba a ella y le pasaba su copa. Ella me sonrió coquetamente.

— Si, tengo algunas amigas, pero siempre ha sido un secreto, algunas de ellas están casadas, por lo mismo no nos vemos tan seguido como quisiéramos. — recorrí su escote con las yemas de mis dedos, sus pezones se pusieron duros.

— ¿Qué hay de los hombres?

— Mmmm... Puedo estar con uno, pero prefiero mil veces una mujer.

— Eso es bueno, creo que a Dante le encantaría estar con su tía. — le dije.

— Pero yo no vine a...

— Helena cariño, puedes ser sincera conmigo, y no pretenderás venir vestida así y que me quede quieta ¿cierto? — baje la prenda por su escote  y su pecho derecho quedo a la vista, lo bese y mordí levemente, levante su teta con ambas manos y metí el pezón en mi boca, chupe, lamí, y pase mis dientes suavemente por el. —Ahh.... Dulzura... – gimió Helena. Recorrí con mi mano su  muslo desnudo hasta su cadera y volví a bajar por el, subí la otra parte de su escote y tire con mis labios su pezón.

—Entonces Helena ¿Quieres que me detenga? — le pregunte.

—No

— Qué bien, pero debes saber que Dante viene en camino. — le había mandado un mensaje a mi esposo cuando fui por el vino.

—Oh...

—Dime cariño, ¿Seguimos? — levante mi cabeza y tome su boca, succione su labio superior y luego metí la lengua en su boca, mis manos tomaron su mejillas y ladee su cabeza para profundizar el beso, chupe su labio inferior y mordí de el. — Helena...

—No pares dulzura....

—Siiii...— volví a besarla, ella me tomó de la cintura y fue subiendo sus manos hasta rozar con sus pulgares debajo de mis tetas, para luego subir y rozar mis pezones— Ahhh... Siii.... — gemí en su boca. Baje mi mano hasta su muslo y desabroche las tiritas de su vestido, fui tirando de ellas hasta tener abierta la prenda hasta su cadera, agarre su nalga y la apreté, gimió y pego más sus tetas con las mías. Helena tomo mis pechugas en sus manos y las acarició, levante mis brazos y ella me sacó la sudadera , agarro mi teta derecha  y se la llevo a la boca. — Si.... Así.... Cariño— tome mi teta izquierda y su teta derecha y junte nuestros pezones, rodee el suyo con el mío. —Mmmm.... Que rico. — Helena tomo mi cara y volvimos a besarnos, pasaba su lengua por la mía, se sentía tan bien. Comencé a subir su vestido, lo dejé en su cintura y me agache frente a ella, pase mi lengua por su pubis, ella abrió un poco sus piernas— Quítate el vestido Helena— le dije mientras la miraba y besaba su monte de venus. Helena subió su vestido, sus enormes tetas saltaron, cuando se lo sacó del todo. Ella me miró hacia abajo y comenzó a acariciar sus pezones, bese sus muslos internos, pase mi lengua por su ingle y fui subiendo hasta besar su cadera. — Eres una mujer muy hermosa Helena, y tan suave — le dije. Me levante y bese sus pechos — Quítame el short cariño — le pedí. La tía de Dante se agachó y comenzó a bajarme la prenda, levanté mis pies y tiro el short junto a su vestido, subió sus manos por mis piernas hasta llegar a mi coño, abrió mis labios mayores con sus pulgares y acercó su cara a mi sexo, primero paso su nariz por mi clitoris y después su lengua recorrió mi rajita. —Mmmm.... Si..... — gemí. Levante una pierna y afirme mi pie  en la mesa de centro, ella  aprovechó y su cara quedó más cerca de mi coño, ahora su lengua bebía mi excitación, agarre su cabeza y la presione contra mi coño, me restregué en su cara, paso sus manos por debajo de mi,  tomo mis nalgas, su lengua se metió en mi vagina— Ahhh... Siii... Helena.... Lo haces tan bien.... — la visión que tenía de ella, era muy erótica, su cara en mi coño, su espalda arqueada, sus grandes nalgas, y sus tacos altos con suela roja.

—Tienes un coñito muy sabroso dulzura

— Es todo tuyo Helena. —me dio una media  sonrisa y volvió a tragarme, se notaba su experiencia comiendo coños.

Estuvimos así unos minutos, luego le pedí que se levantara, yo también quería explorar su cuerpo y probarlo.

—Ven cariño, levántate— Helena subió besando mi cuerpo, se entretuvo un momento con mi ombligo, y luego junto mis tetas y paso la lengua por mis pezones, beso mi cuello y mis labios. Mis manos fueron a sus nalgas, las apreté y le di un cachete a una de ellas, ella gimió fuerte y volví a nalguearla, volvió a gemir fuerte, sus manos también fueron a mis nalgas y me apretó contra ella, nuestro senos se apretaron, y movía su pelvis para frotar su vulva con la mía. Bese su cuello y recorrí su hombro con mis labios, fui rodeándola hasta estar detrás de ella, pase las yemas de mi mano por su vientre, y por su cadera, tome su pelo y lo tire hacia delante por encima de su hombro, recorrí con una uña  suavemente su columna de arriba hacia abajo, volví a darle una nalgada ahora más fuerte.

—Ahhhh.... Siiii.... — gimió Helena y se llevó sus manos para apretar sus tetas. Me agache y su redondo trasero quedo justo en mi cara.

—Vamos a ver que escondes aquí cariño. — le dije a la tía de mi esposo, bese una nalga y pase mi lengua por ella— Pon tus manos en la mesa cielo. — Helena hizo lo que le pedí, y su culo quedo en pompa, mordí su otra nalga y luego las abrí. — Si cariño, si que sabes divertirte, ¿cuantas son? — le pregunte y volví a pasar mi lengua por su nalga.

—Ahhh.... Cuatro— dijo, esto tenía qué verlo, Helena llevaba unas bolas anales, de su ano caía una cadenita muy fina con un colgante de corazón. Tire de la cadena y salió una bola— Ahhhh... Siiiii— esta ves tire más fuerte y saque dos juntas — Ohhhh.... Mierda.... Siiii.... — grito Helena.

— Esto es muy hermoso cariño, pero las voy a volver a guardar, vamos a mostrárselo a Dante ¿Quieres? — le pregunte, pero no espere su respuesta volví a meterle una bola en el culo.

—Si.. Si.. — metí las otras dos bolas, y el corazón quedo colgando.

— Ven cielo — lleve a Helena hasta el sillón, se recostó en el, su cabeza quedo en el posabrazos casi colgando hacia atrás, yo me arrodille en el sillón , le abrí las piernas ,  acaricie sus muslos internos y pase mi dedo por su rajita, estaba empapada, puse mi trasero en pompa, y me fui a comer su coñito, pase mi lengua por todo su coño hasta llegar a su clitoris — Ah... Delicioso Helena — le dije, puse mis manos debajo de sus rodilla y las subí casi hasta su pecho, su coño quedo más expuesto, y se veía también su ano, las mantuvo ahí, bese su coño, y con mis labios tire de sus labios menores, mi lengua hizo círculos rodeando su clitoris, Helena gemía y amasaba sus pechos, metí la lengua en su coñito, y roce con mis dedos su clitoris

Escuche un timbre, en la mesa sonaba el celular de Helena. Lo tome y en la pantalla se leía Sergio. Se lo pase y ella contesto.

—Alo....no...pensé que había ido a la empresa.... No, no lo he visto.... Ahh— gimió cuando succione su clitoris — Si.. Si.. Estoy bien... Ah?.. No. No pasa nada.

Le quite el celular y lo puse en mi oído, Sergio le preguntaba si le pasaba algo.

—Suegro, Helena esta ocupada ahora. Te llamara después, adiós. — grito algo pero no le entendí y corte. Tire el teléfono al otro sofá.

—Por dios, estas loca. — me dijo, le metí dos dedos en el coño y volví a chupar su clitoris — Ahhhh..... Siiii....

Estaba en eso cuando siento que la puerta se abre, cuando Dante entró se encontró con mi trasero en pompa.

— Santa mierda— susurró. Lo escuche acercarse, quedo mirando un momento y luego agarro mis nalgas y las abrió, sentí su lengua en mi coñito, entraba y salía, bebiendo de mis jugos, para luego subirla hasta mi ano. Beso mis nalgas y mordió una de ellas.— Hola amor — me saludo. Solté en botoncito   de Helena y lo salude.

— Hola cariño — Helena levanto su cabeza y se percató de Dante.

—Hola tía, te ves hermosa — le dijo Dante y sobo las tetas de su tía.

—Hola hijo, gracias — Helena volvió a tirar su cabeza hacia atrás y dejó que su sobrino acariciara su cuerpo, Dante paseo sus manos por sus pechos para tomarlos y metérselos a la boca, tiro de un pezón y luego del otro, Helena ondeaba su pelvis, saque y volví a meter los dedos en  su coño— Ahhhh.. Siiiii.... Más.. — los saque y  le metí cuatro. — Ahhh... Siiii.... Asiiii.... Así... — mi lengua fue a su clitoris la pasaba de un lado a otro, Dante seguía comiéndole las tetas, mis dedos se movían dentro de su coño, — Ahhhh.... Siiiii..... Así..... Siii...... Ahhh... Ah.. Ah.. Ah... Siiii.... — con las yemas de mis dedos medio y anular, comencé a frotar su punto g — Ahhhh... Siiii.... Sii... No pares... Dios... Siii.... Ahhhh.... Me vengo.... Me vengo.. — gimió

—Amor — llame bajito a Dante, este me miró, y cuando Helena se estaba corriendo tire de las bolas anales, las saque todas de un tirón.

—Ahhh... mierda... siiii.. siii... siiiii.... ah... ah...— Helena movía su pelvis y se removía completa, Dante subió su mano por el escote y el cuello de su tía,  hasta tomar su mejilla, ladeo la cabeza de Helena hacia el y la beso, ella todavía gemía y se convulsionaba. Acaricie sus piernas, sus muslos, su abdomen, me recosté encima de ella, su coño quedo en mi vientre , agarre sus tetas y comencé a besarlas. Ella llevo sus manos a mi espalda y empezó a acariciarme.

Dante se levantó y empezó a desvestirse , las dos lo quedamos  mirando, mi esposo era muy atractivo, cuando estuvo desnudo, me miró y tomo su polla con una mano, con la otra agarro sus huevos y comenzó a masturbarse.

—Vaya.... — dijo Helena. Mordí mi labio mientras lo miraba, camino hasta estar detrás de la cabeza de su tía.

—Abre la boca tía — le dijo, Helena abrió la boca y Dante le puso los cocos en ella. Yo repte por el cuerpo de Helena y metí la polla de mi esposo en mi boca, el acaricio mi mejilla, y me dio una sonrisa, su polla llego hasta mi garganta y la saque, pase mi lengua por su tronco y por su glande— Siii.... Así.... Amor.... — tome su polla con la mano y comencé a meterla y sacarla de mi boca—Ohhh...tía...si...así...— saque la polla de mi boca y mire a Helena, esta se había metido los dos huevos de su sobrino en la boca, sus cachetes estaban inflados. Cuando los sacó y paso su lengua por ellos, Dante retrocedió se agarró la base de la polla, y comenzó a pegar vergazos  en la cara de su tía. Le pego en las mejillas, en la boca, ella sacó la lengua y este le pegaba en ella. —Abre... — le dijo a su tía, esta abrió la boca, Dante se afirmó con una mano en el respaldo del sofá, con su otra mano guió su polla hasta la boca de su tía, la cabeza de Helena colgaba hacia atrás, la polla entró derechito en su boquita. Dante comenzó a moverse, primero lentamente para que Helena se acostumbrara a su tamaño, cuando su tía comenzó a gemir Dante aumentó el ritmo de sus movimientos, chupe los pezones de Helena y fui bajando por su cuerpo, besando y lamiendo su piel suave, llegue a su coño, la mujer olía a sexo, limpie su vagina con mi lengua, solo se escuchaba un Agg... Agg salir de su boca, cuando estuve satisfecha me recosté al otro extremo del sillón, abrí mis piernas y comencé a tocarme, Dante me miraba, roce mis pezones, apreté mis tetas, me lleve una a la boca y chupe mi pezón, recorrí mi escote con mis dedos y baje por mi abdomen, roce mi clitoris, mi espalda se arqueo, estaba hinchado y necesitado, lo acaricie con cariño, lleve mis dedos hasta mi entrada y metí dos de ellos en mi coño, estaba chorreando,  comencé a follarme con ellos, en todo momento miraba a mi esposo a los ojos, el seguía follando la boca de Helena, ella gemía y sé tocaba, comencé a chupar dos dedos los dejé bien mojados y los lleve a mi ano, levante un poco más mis piernas  para que Dante pudiera ver.

—Ahhhh.... — gemí cuando entro la punta de mi dedo. Seguí metiendo hasta que estuvo adentro por completo, lo saque y después metí dos dedos, comencé a moverlos, rotarlos y luego de abajo hacia arriba— Ahhh... Siii.... — a Dante se le nublo la mirada, se mordió el labio, ahora miraba  mi sexo,  mi culo, mis manos no paraban de moverse, mis pezones estaban erectos, tan duros.

—Amor... — me llamo Dante, lo mire y supe que ya estaba por correrse. —Amor... — volvió a llamarme, me levante, pase una pierna por encima de la cadera de Helena y la otra por detrás de su muslo, así pude juntar nuestros coños, empecé  a frotarme con ella, tome la mano de Dante que sujetaba el respaldo del sillón, el estiró su otra mano y tomo mi mejilla, juntamos nuestros labios, un beso necesitado, afirmó su frente en mi hombro y miro hacia abajo el cuerpo de su tía. — Siii..... Tía... Voy a correrme.... Ah... Ah.

—Amor sácala...— Dante me miró y sacó la polla de la boca de su tía— Aquí... — le dije y acaricie el canelillo de Helena, ella volvió a chuparle los huevos, Dante se agarro la polla y tiro chorros de leche entre las tetas de Helena.

—Ahhhhh...siiiii....siii....siii— gimió  viendo como bañaba a su tía. Cuando terminó, esparcí el semen en sus tetas y su abdomen, tome un poco y lo pase por el coño de Helena, volví a tomar semen y lo pase por mi coño, junte de nuevo nuestros sexos y empecé a moverme, a restregarme contra ella, Dante se acerco a mi y volvió a besarme, una de sus mano fue a mi culo, y lo apretó , Helena también me tocaba, pasaba sus manos por mí muslo, por mi monte de venus y tiraba de mis pendejos. Dante no dejaba de besarme, tocaba mi espalda y volvía a darme agarrones en el culo, su otra mano tocaba mi abdomen y mis tetas, tiraba de mis pezones, amasaba mis pechugas.

—Amor... Abajo— le susurre a Dante, el me miró le dio un pico a mi nariz, y se dio la vuelta para correr la mesa y dejarnos espacio. Me levante y le tendí la mano a Helena para que me siguiera. Ella la tomo y se levantó, con sus tacos altos era casi de mi altura, me empezó a besar, sus manos fueron a mis nalgas y las abrió, Dante estaba detrás mío tomo mis caderas y acerco su polla a mi culo. Entre los dos tocaban mi cuerpo besaban y lamian mi piel, Dante besaba mi cuello y apretaba mis pechos, Helena bajo hasta poder abrir mis labios y chupar mi clitoris, ohh la lengua de Helena era mágica.

—Ponte en cuatro cariño— le dije a Helena. Ella se separó de mi coño y se puso como una perrita. Me puse detrás de ella y le abrí las nalgas— Oh amor mira como esta este culito— Dante se paró detrás de mi y miro a su tía, Helena tenía el culo listo para ser penetrado, le di un cachete— Oh por dios — su nalga tomo un color rosa delicioso— Ábrete más para nosotros cariño— Helena abrió más sus piernas y le di un cachete en su otra nalga, luego golpee en la raja del culo, Helena gimió y arqueo su espalda, levantando y acercando su culo más a mi. Volví golpear una nalga y luego la otra, esta vez la palma de mi mano pegó en su coño.

— Ahhhh.... Siiii.... Más fuerte dulzura— grito Helena.

Mire hacia arriba y le di una sonrisa a Dante, el me respondió con un guiño.
Repetí la acción, pero golpee más fuerte, mis dedos quedaron marcados en sus nalgas, el color rosa fue más intenso, pegue en su ano, y después en el coño, le metí dos dedos y mis dedos chapotearon en su coñito. Volví a golpear, esta vez mi lengua fue a su culo, le metí la lengua y escupí en su ano. Me acomode a su lado, y le cedí el puesto a Dante.

—Rómpele el culo a esta perra amor — le dije a mi esposo. Volví a escupir en su ano, Dante tomó su polla y esparció mi saliva, comenzó a meterle la polla en el culo, Helena gemía y se arqueo aun más, su pecho tocaba la alfombra, Dante también le dio un cachete fuerte y le metió la verga hasta los huevos.

— Ahhhh..... Siiii... Si...hijo.— gimió Helena. Pellizque una tetilla de Dante y me recosté delante de Helena.

— Anda cariño, usa esa lengua mágica que tienes. — abrí mis piernas y le deje mi coño en su cara, Helena no se hizo de rogar, me devoraba el coño, su lengua jugaba con mi clitoris, chupaba y tiraba de mis labios, metió su lengua en mi coño, y sus dedos rozaban mi botoncito.

—Ahhhh.... Como se mueve tu culo tía.... Ahhh... Siiii.... Muy lindo.... — Dante agarró las caderas de su tía y comenzó a penetrarla más rápido. Yo podía ver como se movía toda esa carne con los pollazos qué le daba Dante.

—Ahhhh.... Siiii.... Helena.... sigue... sigue....— gemí. Helena ahora chupaba mi clitoris y metía sus dedos en mi coño.— Siii... Más rápido cariño así... Si... — La tía de Dante aumentó el movimiento de sus dedos, soltó mi clitoris y llevo su boca a mi ano, chupo y metió su lengua, lleve mi mano  hasta mi botoncito, lo roce, y luego moví mi mano de izquierda a derecha sobre el, apreté los dedos de Helena qué tenía dentro de mi sexo, su lengua en mí ano entraba y salía, mire a Dante, el ya me observaba, su mirada era tan penetrante, como es que me calentaba tanto que le estuviera follando el culo a su tía. Apreté mi seno y tire de mi pezón, arquee mi espalda, y comencé a correrme— Ahhhh..... Siiiii.... Sii.... Me corroo....ah..ah..ah...si..si...si....ahhh

Helena sacó su lengua de mi culo y sus dedos de mi coño, llevo su boca a mi sexo y bebió mi corrida.

— Siii... Hijo... Más fuerte.... — le pidió a Dante, llevo su mano hasta si clitoris, mi esposo le dio un cachete en la nalga y penetro más a fondo a su tía, sus cuerpos sonaban al chocar, sus manos agarraron las caderas de Helena y enterró sus dedos en su carne, penetro fuerte y duro — Siii.. Así.. Así...no pares.... Ah... Si... Si.. Oh... Oh... Siii... Me corro hijo.... Ahhhhh....siiiii....siiiii....

Dante siguió fallándole el culo a Helena, se sentó en sus talones y llevo a su tía con el, Helena comenzó a montarlo, sus tetas saltaban, Dante agarró una y la estrujo, Helena saltaba sobre la verga de Dante.

—Ahhh.... Tía....si....si...toma leche perra......Argggg.....te lleno puta..... Ahhh.... Siiiiiii— Helena hizo sus últimas sentadas para después tirarse en la alfombra de espaldas, su pecho subía y bajaba.

Dante tomó mis tobillos y me arrastró hasta el, se recostó y puso su cabeza en mi abdomen, pase mis dedos por su cabello.

— Debo irme — dijo Helena. Después de unos minutos.

—¿Quieres quedarte a cenar? — le pregunte.

— No, ya es tarde, debo llegar a casa. Aníbal no tarda en llegar. — nos dijo.

Ya es lo bastante mayorcito para que la mamá lo espere en casa, pensé.

Nos levantamos y ayude a Helena con su vestido, yo también me vestí, Dante se quedo desnudo mirando como nosotras nos arreglábamos.
Acompañamos a Helena a la puerta, Dante se ubicó detrás mío y abrazo mi cintura.

— Chicos fue un verdadero placer — nos dijo.

—Puedes venir cuando quieras Helena, el próximo domingo, ve a almorzar a la casa de mis suegros, te estaremos esperando. Ve sola cariño. — le dije. No quería a Aníbal rondando cerca de mi hijo ni de Flora.

—Claro, hablaré con Sergio, seguro me va llamar paga hacer algunas preguntas ¿no? — me dijo y levantó una ceja.

—Yo hablaré con él, no te preocupes— le dije.

—Bueno, mejor. Hijo... Por favor... Los chupones son tan.... Poca clase querido. — le dijo a Dante. Apreté mis labios para no reír, el chupon que había dejado en mi teta todavía se notaba.

—La pasión tía, la pasión. — le dijo el idiota. Su tía negó con la cabeza y se despidió.

—Nos vemos chicos.

Cerramos la puerta cuando vimos el auto alejarse.

—¿El guatón?

— Con mis papás, quizás debamos ir a buscarlo, nos avisaran.

— Entonces tu y yo tenemos tiempo todavía. — dijo pegándome a su cuerpo y besando mi cuello.

—Es que todavía tienes ganas. Parece que tu polla no está de acuerdo contigo amor. — su verga estaba flácida mirando el suelo.

—Bueno, dame unos minutos, mientras sírveme comida mujer, tu hombre tiene hambre. — dijo y me pego un cachete en el culo.

—Dios mío — dije y me di la vuelta para ir a la cocina.

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⏰ Última actualización: Jul 07 ⏰

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