Cap:20

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• Me duché y me puse un vestido negro, ajustado, y unos tacones del mismo color. Al salir mi hermana ya no estaba, y me dirigí a casa de Jisoo en el coche. Llegué y, supuse que todas las casa tenían una llave de emergencia fuera. Me agaché y busqué bajo la alfombrilla, pero nada. Por encima del marco de la puerta y tampoco había nada. Tocaba esperarla allí de pie hasta que vi uno de los maceteros que había a los lados de la puerta. Hincada en la tierra estaba la llave y la cogí sonriente por mi logro, entrando en la casa de Jisoo.

Estaba todo a oscuras, y a tientas busqué el interruptor de la luz, que encedió todo el salón y la cocina, aunque las escaleras conducían a la habitación seguían a oscuras. Me acerqué a la cocina viendo el atardecer desde allí, saque algunas bolsas que había comprado para hacerle una cena a Jisoo. Vino, patatas, aceite, carne, cebollas, zanahorias ...Y así, hasta ponerlo todo en la encimera de la cocina. Busqué por los cajones un delantal para ponermelo, el vestido era demasiado bonito como para echarlo a perder en ese momento .Puse a hervir las verduras en caldo de pollo, además de algunas especias como clavo, pimienta, laurel etc. 

Mientras hervia, corte las patatas en pequeños gajos, más bien pequeños cuadrados finos de patata. Puse la sartén a fuego lento con el aceite, y cuando estuvo caliente puse las patatas con cebolla cortada, y aquello se iba haciendo a fuego lento.Ya había anochecido, eran la nueve y media de la noche y Jisoo seguía sin aparecer, lo que me daba el tiempo necesario para hacer la cena . Saqué las verduras cuando ya estaban hechas y las puse en otra sartén . Echándole un poco de vino mientras de doraban un poco, así tomarán el sabor del vino e intensificase el sabor de las verduras. Trituré las verduras que habían tomado el sabor de las especias, el vino y el sabor que le daba el dorado de la sartén y la colé para que no quedase ningún grumo, quedando una salsa espesa y con sabor. Luego viendo que las patatas empezaban a dorarse, puse el trozo de ternera en la sartén, dándole la vuelta por todos lados para que quedase bien hecho por todos los lados para que quedase bien hecho pero en su punto. Lo saqué de la sartén y corte la carne en medallones, colocandolos con cuidado uno encima del otro tumbados en el plato con un poco de salsa por encima.Retiré las patatas y puse un montoncito a lado de la carne con salsa, justo cuando la puerta de abrió. Me asomé para que pudiese verme, aunque la cocina y la entrada de casa estaban conectadas, pero en el ángulo en el que yo estaba no.

Jisoo:¿ Rosie? - Jisoo esbozo una gran sonrisa, cerrando la puerta. Me quité el delantal y deje ver mi vestido negro que ella simplemente admiró boquiabierta. Me acerqué a ella quintadole el maletín negro que llevaba en la mano, notando sus manos ponerse en mi cintura más bien en la parte baja de mi espalda - ¿Qué haces aquí? - Reí un poco ante su pregunta, y me mordí el labio porque ella no podía parar de sonreír.

Rosé: Me dijistesque casi nunca comias comida casera - Me encogí de hombros bajando las manos por su cuello - Así que te prepare esto. Me falta ponerlo en la mesa justo cuando...

Y Jisoo me interrumpió besandome, con las manos bajo mi pelo atrapando mis labios una y otra vez en un beso lento, en el que notaba como su lengua trazaba mi labio inferior.

Jisoo: Eres algo así como ... perfecta - Susurro fundiendome en un abrazo conmigo, acariciandome la espalda suavemente.

Rosé: No digas esas cosas - Dije abrazandola, separandome para quitarle la chaqueta con delicadeza y dejarla en el perchero, dejando ver una camisa blanca que dejaba ver sus pechos, pero que a la vez era elegante y sexy.

Puse los platos en la mesa y Jisoo saco una botella de vino de una de las estanterías,

echándolo en dos copas. Por la pinta que tenía debería ser bastante caro, pero para ella no costaría más que lo que gastarse en una comida.

Jisoo: Esto es impresionante - Dijo
sentándose en la mesa, mirando el plato y
yo cogí una copa con una sonrisa. Ahora no había luces en la casa Solo una vela en mitad de la mesa que iluminaba todo el salón, nada recargado - Podría comprar miles de cosas pero... Esto no puedo comprarlo.

CASUALIDADES DEL AMOR ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora