CASUALIDADES DEL AMOR ♡

Cap:33

• Mientras comíamos, no paraba de estar pendiente de la pequeña y de acercarle la pajita cuando tenía sed. Y lo cierto es que se lo estaba comiendo todo. Si le hubiese puesto verdura desde un principio, me la habría escupido en la cara, pero así ni se estaba enterando.

Justo cuando terminó de comer ya quería bajarse de la mesa y Jisoo la cogió del brazo negando.

Jisoo: No, no ¿Dónde vas? - Fruncío el ceño y la cogió en brazos para sentarla sobre sus piernas.

Tzuyu: Iscina - Respondió la pequeña cogiendo una patata del plato de su tía, comenzando a mordisquearla

Jisoo: Ahora no puedes ir a la piscina porque acabas de comer, y te pondrás malita.

Rosé: Claro que puedes ir, cariño. Eso es un falso mito - Reí un poco y di un último bocado al plato, recogiendolo todo.

Jisoo: Y mi madre haciéndome esperar tres horas para bañarme en la playa - Dejó a la pequeña en el suelo y le cogió la mano Bueno, subo a cambiarla y bajo.

Terminé de limpiar un poco la cocina y, al poco rato, la pequeña en bañador corriendo por el salón y Jisoo en bikini intentando alcanzarla, mientras yo reía. Tras unos minutos, bajé yo también con uno de los bikinis que le había dejado Jisoo, Le estaba echando crema por la espalda a Tzuyu. La pequeña cogió el bote y apuntó en la cara de Jisoo echándole un chorro.

Jisoo: Te voy a matar - Susurró mientras su sobrina reía y salía corriendo justo cuando la cogí en brazos.

Rosé: Ven aquí- Le dije a Jisoo que se quitaba la crema con las manos y yo, en vez de eso, extendi la poca crema que quedaba por su cara, escuchando el suspiro resignado de Jisoo.

Jisoo se tiró a la piscina de cabeza y yo entre más despacio, porque tenía a Antonia con sus manguitos en los brazos.La solté y comenzó a mover los pies por la piscina, y yo me acerqué a Jisoo.

Jisoo: Ven aquí bicho, que eres un bicho - Le decía a su sobrina, cogiendola y mirándome - Es un demonio - Suspiro mirandola. Negué y me acerqué a ella, dándole un beso en los labios que no había podido darle en toda la mañana, y sinceramente ya me estaba desquiciando no besarla.

Fue un simple beso y la pequeña lo vio.
Fruncío el ceño mirándome

Tzuyu: Mi tata - Se abrazo al cuello de Jisoo y las dos rompimos a reír, aunque ahora la pequeña no miraba, nos fundimos en un beso más lento que el anterior.

Y así pasamos la tarde, con Tzuyu poniendo de los nervios a Jisoo y  corriendo por la piscina, le salpicaba agua y yo intentando coger a Tzuyu que se quedaba más tranquila en mis brazos.