Cap:43

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Jisoo



Por el rabillo del ojo, vi a Nayeon que había conseguido entrar en casa, y se agachó a mi lado, quitándome la botella de la mano.

Nayeon: ¡! - Exclamó casi horrorizada. No podía agacharse porque ya tenía mucha barriga por el embarazo, pero no quería levantarme.Veía su cara borrosa, y mis manos intentaban buscar de nuevo la botella, pero la tenía Nayeon en la mano Levanta cariño ... Levanta - Me cogió de las manos e hizo un poco de fuerza, tampoco mucha, y me puse de pie, tambaleandome. Nayeon me quito las lágrimas de los ojos, negando - No puedes estar así, no - Me dijo mirándome de arriba abajo - Además, hueles a una mezcla de sudor, whisky y cerveza asquerosa - Dijo cogiendome del brazo, intentando llevarme hasta el baño.

Una vez allí, Nayeo  me quito la ropa dejándome en ropa interior y me metió en la ducha, abriendo el grifo del agua fría que cayó sobre mi, provocando un estado de shock general en mi cuerpo. Luego, comenzó el frío, comencé a temblar.

Nayeon: Hasta que no te enjabones no pongo el agua templada - Me amenazó. Cogí el champú y comencé a enjabonarme lentamente todo el cuerpo, de cara a la pared. Quería llorar, y la ducha era un lugar perfecto, porque nadie te escuchaba, pero Nayeon estaba allí. Mis ojos empezaron a quemar de nuevo, sollozando en silencio de cara a la pared, hasta que el agua empezó a salir templada. Poco a poco, mi cuerpo dejo de temblar. Nayeon salió del baño y dejó que me vistiese tranquila, pero me quedé mirando la pared, como si allí hubiese algo interesante. Me cambié de ropa interior como pude, porque estaba completamente borracha a pesar de aquella ducha de agua fría que lo había calmado todo un poco
Un pantalón corto y una camiseta, y salí arrastrando los pies hasta mi habitación. Cuando Nayeon llegó, me tendió una pastilla y la miré, sin saber si tomarmela.

Nayeon: No te voy a matar. Aunque debería - Dijo sería. Me tomé la pastilla con ayuda de un poco de agua y no recuerdo nada más. Caí dormida no se por cuanto tiempo, pero era lo mejor que me había pasado en aquellos días.

O Cuando desperté, era por la mañana, pero no sabía de que día .Se me había pasado la borrachera, pero aún tenía una
herida abierta en el pecho a la que con cada recuerdo se le añadía un poco de sal. Llegué a la cocina y allí estaba Nayeon preparando algo en la cocina, olía bien, y le acerqué a mi amiga abrazandola.

Nayeo: Jisoo- Susurro ella, abrazandome como podía por su barriga - Todo estará bien te lo prometo.

Me senté en la mesa de la cocina con la sopa delante, y no había comido en tres días. Era la primera vez que parecía tener algo de apetito, así que aproveché y comencé a comer lentamente de la sopa, en silencio, porque no quería hablar.

Nayeon: Jisoo, tienes que volver al trabajo - Me dijo, yo la miré como si estuviese loca, no podía hacer nada si estaba así- En el trabajo no pensarás en ella, y te será más fácil superarlo - La miré y cerré los ojos. En parte tenía razón, si mantenía la mente ocupada en otras cosas, probablemente todo pasaría más rápido.

Jisoo: ¿Cómo está tu bebé ? - Señale su barriga, y mi voz era totalmente ronca. Ella se puso una mano en la tripa y sonrió, asistiendo.

Nayeon Bien. Ya da pataditas - Me dijo cogiendo mi mano. La puso encima de la barriga por un lado y yo puse la oreja por el otro.Noté un pequeño golpecito a través de la tripa de Nayeon, y me quedé así, abrazada a ella, como si mi amiga pudiese protegerme de todo aquello que estaba pasando.

Dos días más tardes, deje la botella a un lado y lo cambie por la guitarra, cafe y un bloc de notas. No iba a ser productivo pero, en vez de romper cosas, canalizaba mis sentimientos mediante canciones. Hacia años que no componía, y echaba de menos cuando lo hacia Echaba de menos ser una adolescente alternativa y creativa que se convirtió en una adulta materialista.

Justo cuando paré de cantar sonó el timbre de casa. Me levanté y miré por la ventana, estaba lloviendo

El verano había pasado tan rápido que no me había dado tiempo a parpadear, y mi estado de ánimo era el mismo. Cuando abrí la puerta, mi hermana Momo venía con mi sobrina Tzuyu, que se me enganchó a las piernas al entrar.

Momo: Siento la sorpresa - Dijo mi hermana, mientras yo cogía a Tzuyu en brazos, dándole un beso en la mejilla, y luego, un abrazo a mi hermana.

Jisoo: Esta bien, me hace falta compañía estos días .- Dije cerrando la puerta con Tzuyu en brazos, que me tocaba las mejillas con las manitas abiertas.

Momo y yo nos sentamos en el sofá, y deje a Tzuyu a que jugase con mis dedos, mientras yo la miraba atenta. Era increíble como una niña tan pequeña podía alegrarte el día, aunque fuese tan poco.

Momo:¿ Cómo estás? - Pregunto Momo Levanté la mirada y observe a mi hermana, que en aquel momento se dio cuenta de la estupidez de pregunta que había hecho.

Jisoo: He estado mejor, a decir verdad -
Susurre bajando la mirada a la pequeña.

Momo: Voy al baño un momento - Pidió mi hermana y asentí Me quedé con Tzuyu en el regazo, que levantó la cabeza para mirarme.

Tzuyu: ¿Y Rosé? - Pregunto la pequeña .Se me paró la respiración un segundo y, por un momento sentí ganas de llorar, pero me lo trague, como la pesada bola que se me formó en la garganta y que me era tan difícil tragar.

Jisoo: Ella... no está, cariño - Dije intentado sonreí, pero esa sonrisa no me salía y mi sobrina se me quedó mirando.

Tzuyu :¿ Ta tiste? - Pregunto la niña, y asentí, sonriendo tristemente, sintiendo las lágrimas quemar mis ojos.Puso su diminuta manita encima de mi mejilla, y comencé a llorar, abrazando a la pequeña contra mi, y sintiendo que todo cuanto había querido se había ido, y que nunca volvería a ser la misma.
















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