1| Nueva Orleans.

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En 1900 nació el pequeño Alastor en el nido de una familia humilde a las afueras de Nueva Orleans.

Poco se sabía de su padre ya que este murió cuando el niño tenía 3 años gracias a un accidente laboral.
Aún así, su madre logró sacar adelante a su pequeño sola.

Por la época y con un niño a sus espaldas buscar trabajo no fue algo tan fácil.

Menos aún cuando se enteraron que una familia nueva que se había mudado a una gran mansión al otro lado de la ciudad.

Aquella mansión estuvo abandonada durante años gracias a los rumores de que "Cosas extrañas ocurrían con sus habitantes". Rumores que a ciencia cierta nunca pudieron corroborarse por nadie. O al menos, por nadie vivo hasta la actualidad.

A la enorme mansión se mudó una adinerada y polémica familia. Nadie sabía a qué se dedicaban, solo sabían que eran bastante misteriosos.

Al escuchar los rumores, la madre de Alastor dejó esto como última opción buscando no arriesgar a su retoño. Por lo que luego de mucho buscar, por fin consiguió trabajo limpiando casas, lavando ajeno, paseando perros, entre otros.

Todo esto mientras el pequeño Alastor crecía únicamente con su figura materna como apoyo

—Como estuvo tu día hoy mami? — la dulce y vibrante sonrisa del pequeño hacían que el cansancio casi se borrara del rostro de su madre.

El pequeño tenía ahora 5 años, no podía quedarse solo a tiempo completo apesar de ser bastante independiente.

—Tuve un buen día cariño — respondió su madre quitándose el abrigo para abrazar a su pequeño —Seguro que tienes hambre. ¿Que te apetece comer hoy?

—Hoy, tengo algo especial para ti, mami — El pequeño entonces tomó la mano de su madre para llevarla rápidamente a la cocina, donde ya esperaba una pequeña olla humeante.

—Santo dios, cariño ¿Tu prendiste la estufa solo? — preguntó la mujer preocupada, a lo que el pequeño negó.

—Noona me ayudó — dijo acercando una silla con cuidado, al igual que una cuchara.

—Amm.. cielo, eso no es muy segu...

—Hicimos Gombo mami — interrumpió el pequeño levantando la cuchara de madera con un poco de guiso —Así ya no tienes que preocuparte por la cena. Yo aprenderé a cocinar para ti.

Un nudo se formó en la garganta de la mujer. Esa acción y esas simples palabras le indicaban que todo su esfuerzo estaba valiendo la pena.

Estaba criando a un caballero.

—Muchas gracias cielo. Seguro que eres un cocinero genial — respondió la mujer luego de limpiar las pequeñas lágrimas que intentaban escapar de sus ojos.

—Noona me dijo cuáles ingredientes lleva y me enseñó como se cortan aunque.. no me dejó cortarlos — aquello último salió con un tono un poco triste, cosa que hizo sonreír a su madre —Pero me enseñó a poner la silla aquí. Dijo que puedo ponerla, si la estufa está apagada.

—Tienes una buena noona cariño.

"Noona" era el apodo que Alastor había dado a una vecina mayor, quien se ofrecía a cuidarlo por las tardes después de la escuela. 

Sweet Dreams|| Charlie x Alastor [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora