𝐂𝐑𝐔𝐒𝐇; Riley Andersen.

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| laurens |

CORAL SOLTÓ UN NUEVO SUSPIRO, RELLENANDO por sexta vez el vasito de Aylin.

―No lo entiendo. ―dijo la castaña, tomándose en un solo sorbo el contenido. Volvió a extender el vaso en dirección a Coral, pero ella solo negó.

―Aylin, no te puedo servir más jugo de naranja.

―¡Eres mi mejor amiga! Y yo tengo el corazón roto, acompáñame a ahogar mis penas. ―Aylin se recostó en el mostrador.

―Por si no te acuerdas, hay más gente queriendo tomar jugo. ―señaló Coral, dejando ver la fila detrás de Aylin.

―¿Entonces porqué estás atendiendo si no me vas a servir más?

Coral suspiró, intentando controlar el tic en su ojo izquierdo.

―¡Estoy aquí porque perdí la estúpida apuesta contigo!

Aylin rió, acordándose. Coral estaba vestida con un delantal blanco, un gorro antifluidos y tenía unos guantes grandes de color verde, además de un tapabocas que no estaba utilizando.

Estaban en la cafetería de la escuela. Dos días desde que pasó... ya saben. Aylin no volvió a acercarse a Riley, ni siquiera a Evany. Y ahora, agradecía que no se la había encontrado en los pasillos.

No había parado de llorar todo el fin de semana, había estado realmente deprimida.

―Si al menos me contaras qué sucedió, tal vez así podría ayudarte. ―le dijo Coral, mientras seguía sirviendo el almuerzo de los otros.

Aylin solo levantó los hombros.

―Me rompieron el corazón.

―Y te vuelvo a repetir, ¿Quien carajos te rompió el corazón? Solo dímelo y para dentro de una hora ya no respira.

Dixon suspiró, robándose el jugo del compañero a su lado.

―¡Aylin! ―le reprendió la rubia, teniendo que servir un nuevo jugo.

―Necesito ahogar mis penas.

―¿En jugo de naranja?

―¿Tienes una mejor idea?

Coral pensó, y en unos segundos negó. Realmente no tenía otra idea. Volvió a servirle otro vaso a Aylin, quien se lo tomó como si no hubiera tomado algo en años.

―Entonces estás muy triste. ―le dijo Coral, Aylin asintió―. Muy bien, si es tan severo como dices, supongo que no importa que Evan venga hoy de todos modos.