Amanecer & Realidad | Traducción

Capítulo 02: El Cuento del Árbol

Harry sintió como si estuviera flotando bajo el agua en un lago que estaba tan oscuro, aún así sería peligroso saltar y salvarlo. Nadie, ni siquiera él, sabía a qué profundidad se encontraba, y cualquiera que se atreviera a intentarlo probablemente se ahogaría si nadaba tan profundo.

— No sabemos cuánto tiempo estuvo allí — dijo una vieja voz preocupada en voz baja para no molestarlo. Harry deseaba hablar más alto, tal vez entonces podría encontrar el camino a la superficie.

— ¡Lo que quiero saber es ¿cómo diablos escapó?! Eso fue fuego demoníaco. ¿Dónde diablos aprendió a lanzar semejante hechizo? — Harry conocía esa voz. Lo había escuchado durante las cenas a las que lo llevaba su padre, pero no recordaba el nombre.

— ¿Estamos siquiera seguros de que fue él? — preguntó preocupada una mujer, mucho más amable.

Una voz áspera se burló. — Bueno, ¿no había nadie más por ahí?

— Harry insistió en que había alguien atrapado allí — señaló una voz ronca diferente. — ¿Quizás esa persona lo hizo?

— Estoy seguro de que nos lo dirá muy pronto — dijo el anciano esperanzado.

— ¿Cómo es que éste siempre sobrevive a lo imposible? Necesitan estudiarlo a estas alturas, esto se está volviendo ridículo.

La mujer suspiró y Harry pudo ver que algo agitaba el agua desde lo alto de su cabeza. — Salgan todos ahora. Tengo un paciente que necesita descansar y todos ustedes están aquí manteniéndolo despierto.

***

Cuando Harry finalmente abrió los ojos, por un único momento felizmente ignorante, Harry pensó que se había quedado dormido en su sala de estar. El sol brillaba a través de la ventana y podía escuchar el suave parloteo de voces provenientes del otro lado de la habitación.

Sin embargo, muy rápidamente, Harry notó que el olor era completamente diferente. Olía demasiado estéril y el sofá de la sala era más cómodo que cualquier desastre en el que estuviera acostado. — ¿Papá? — preguntó Harry aturdido mientras abría los ojos. Pero él no respondió.

La habitación estaba borrosa y sus ojos parecían plomo. No quería nada más que cerrar los ojos y ser arrastrado de nuevo a las tranquilas aguas de su mente, donde el mundo no podía molestarlo y la furtiva sensación de presentimiento no existía.

Aun así, estaba decidido a permanecer despierto. Tenía la extraña sensación de que había estado dormido durante mucho tiempo y no podía esconderse para siempre.

Por lo que podía ver, estaba en la esquina de una vieja habitación. La ventana era lo suficientemente alta como para poder ver el cielo azul brillante y las cimas de las montañas afuera, pero eso era todo. Su cama estaba separada del resto de la habitación por un gran divisor que le impedía ver nada más. La habitación debía haber sido grande, Harry lo supo sólo por su vista limitada del alto techo.

— Harry — un anciano abrió la cortina y lo miró con ojos azules brillantes. —Estás despierto — El hombre le entregó a Harry un par de anteojos y el mundo se volvió más claro, pero sólo un poco.

El extraño frente a él tenía una larga barba blanca que hizo que Harry quisiera reír. Llegaba más allá de su estómago y estaba decorado con brillantes joyas azules que Harry supuso se parecían al cielo nocturno.