Capítulo 5: Pacific Buoy

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Puerto

—Ayumi-chan, espera un momento —comentó Mitsuhiko, ayudando a la niña a arreglarse el chaleco.

—Esto se hace así y...

—Gracias —exclamó alegre Ayumi, viendo su chaleco abrochado correctamente.

—¿Necesitas ayuda con eso? —preguntó divertido Kudo mirando a su adorable novia abrochar una chaleco salvavidas de color rojo.

—Pudrete, Edogawa —gruñó en respuesta, mirándolo enojada.

Todos los miraron preocupados por la forma tan agresiva que estaba siendo la niña, pero Conan solo se rió de ella; Haibara volteó la mirada mientras se cruzaba de brazos indignada.

—Tengo entendido que eran nueve —dijo el hombre que conduciría el barco.

—¿Dónde está el que falta? —preguntó leyendo el nombre que faltaba, entre los otros.

Mouri Kogoro

—Tómelo como ausente —respondió Ran enojada, apretando los dientes temblando de coraje.

—Los ebrios solo estorbarían... —comentó riendo con nervios Sonoko.

—¡¿Qué?! ¡¿Ya?! —preguntó asombrado Mitsuhiko.

Cuando los niños salieron del cuarto, ciertamente estaba tomando, ¿pero para estar borracho ya?

—Está totalmente ebrio —habló desganado Agasa.

—No puedo creerlo —exclamó asombrado Genta.

—¡Cielos!, Papá —resopló malhumorada.

Como se esperaba del tío —pensó Conan apático.

—Bueno, entonces pasen —respondió de nuevo el hombre.

—¡Muy bien!

—Niños, primero —exclamó acercándose al barco para subirlos.

Los niños empujaron ligeramente a Ayumi, por lo que esta se animó a adelantarse; mientras eso pasaba Conan se distrajo al ver unas palabras en un barco que estaba por partir.

—Cariño, lo siento. Te veo después —comentó, pasando su mano por su cabello, para luego irse corriendo, desapareciendo de su vista. Sin darle tiempo de absolutamente nada.

—¿Quién...? —el hombre no terminó de responder cuando Haibara se acercó mostrando una sonrisa tímida; manteniendo su actuación ante todo. —Distraer a todos mientras te alejas, tendrás que darme algo muy bueno —pensó mientras subía al bote. —Primero me avergüenzas y ahora te vas a ver algo interesante —se quejó internamente irritada. —Será mejor que no te metas en problemas, Shin —fue su último pensamiento al ver unas palabras familiares en un barco cercano.

Policía metropolitana

Conan

Había saltado al bote y escondido rápidamente, nadie debería verme.

Necesito conseguir más información de lo que está sucediendo.

Narrador

—¿Quéééé? —se escuchó un grito al unísono, ya habían subido todos al barco.

—¡¿Se equivocó y se subió a otro barco?! —preguntó Sonoko impactada.

—Conan a veces es torpe, ¿verdad? —dijo Kojima curioso.

—¿Lo es? —murmuró Ayumi deprimida.

—Me preocupa —soltó Mitsuhiko frunciendo el ceño.

—Ah, pero parece que está con el inspector Shiratori. —excuso el profesor leyendo un mensaje que le llegó del menor.

El submarino de hierro negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora