Capítulo 7: Descubierto

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Narrador

En algún lugar, Naomi estaba inconsciente mientras Vermouth revisaba que no tuviera consigo nada peligroso, fue entonces que notó su collar con una curiosa figura de triángulo, al moverlo encontró un pendrive.

Bourbon tras ella, solo miraba a su compañera; solo seguía órdenes y si había algo que no tuviera relevancia con la orden, no haría nada.

Unos minutos después pasó lo inevitable y que daba comienzo a la pesadilla.

En el pendrive estaba una investigación del programa de Naomi-san con la búsqueda en Shiho Miyano y por consecuencia, está arrojó la imagen de Ai Haibara.

—Esto es... —dijo revisándolo junto con Vodka y Kir, Bourbon seguía a su lado.

—¡Sherry! —exclamó con su voz ronca, mirando a la mujer del lado derecho de la pantalla. —La mocosa de al lado se parece —soltó con sospecha.

—¿Será Sherry cuando era niña? —preguntó Kir.

—No, es una imagen de ahora. Mira la mano del hombre al fondo tiene un teléfono de último modelo —contestó Vodka.

—Ya veo —murmuró Vermouth haciéndose la sorprendida.

—Entonces, ¿qué significa? —preguntó Kir. —Si de verdad es Sherry, ese pequeño estará...

—¿Puede ser que esta mocosa sea Sherry? —preguntó con sospecha Vodka.

Los otros tres sólo pudieron mirar la pantalla, pensando solo una cosa. —Esto solo alzará una guerra.

Si algo le pasa algo a ella, comenzará el caos.

—¿Qué clase de broma es esa? Vodka. Se supone que Sherry murió en el expreso Bell Tree —habló Gin frunciendo el ceño, aspirando su cigarrillo, esparciendo el humo dentro de su auto. Se encontraba en Alemania, Frankfurt.

—¡Le acabo de decir, había sobrevivido convirtiéndose en una niña! —exclamó Vodka, tratando de hacerlo entender.

Gin se mantuvo unos segundo en silencio —¿Una niña?

—No se cual fue el truco, pero ella es una científica, así que tal vez... —siguió hablando Vodka, sin darse cuenta del ambiente tenso que mantenían sus otros tres acompañantes. —¿Quiere que le envíe una imagen?

Otro silencio lo envolvió. —No, la veré directamente —negó fríamente. —Secuestren a esa mocosa antes de que yo llegue.

—¡¿Qué?! Pero, no sabemos dónde está —comentó extrañado Vodka, sin darse cuenta que la expresión de los otros se oscureció un poco.

Ya era tarde.

La batalla pronto empezaría.

Gin mostró una sonrisa llena de arrogancia. —Acabamos de conseguir un sistema perfecto para encontrar... —dio una fuerte calada de humo para después botarla. —A ese tipo de personas, ¿cierto?

Vodka al escuchar como el otro colgó, lo hizo igual dejando el teléfono colgado en la pared, empezando a reír siniestramente. —Como se esperaba de Aniki.

—¿Piensan secuestrarla? —preguntó Vermouth manteniendo el desinterés, para luego exclamar. —Yo me rehusó.

—¿Qué?

—No debemos hacer cosas que no están en el plan —explicó sin interés mirando sus uñas, luciendo un encantador verde lago. —Falsificar el sistema RTE para borrar nuestros rastros de las imágenes de las cámaras de seguridad del pasado, ¡esa es la orden del jefe!

El submarino de hierro negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora