El submarino de hierro negro

Capítulo 13: Verdades

Shiho

—¿Puede ser que seas la hija de Shiho? —la pregunta de ella, me asombro pero preferí no mostrar alguna expresión o mirarlo.

Manteniendo mi expresión de indiferencia, mirando el suelo. —No conozco a Shiho Miyano.

Es la más grande mentira y la mayor verdad que he dicho.

Shiho Miyano soy yo, pero yo ya no soy como ella, muchas cosas han cambiado.

—Ah... es verdad —por fin logró comprender. —Además, es imposible que Shiho tenga una hija tan grande —comentó amablemente.

Ah, otra persona demasiado agradable.

—Pero eres muy parecida a ella cuando yo la conocí.

Sus palabras me sorprendieron. —¿La conoció? ¿Dónde?

Así que por eso me parecía familiar, si la conocí.

Entonces empezó a contarme. —Cuando era pequeña, yo vivía en Estados Unidos. Se ve que yo les parecía rara porque era asiática, así que me hacían bullying todos los días; en ese momento, quién me protegió... fue Shiho, que era japonesa. A partir de ese día, cambiaron de objetivo y le empezaron a hacer bullying a ella... yo... no puede salvarla. Por miedo a que me hicieran bullying de nuevo.

Vaya, así que ella estaba en ese entonces.

Me parece que fue hace una eternidad, en mi mayor tiempo de soledad.

—Pensé que quería hacer un mundo donde la gente no se odiase por las razas. No lo entiendes, ¿verdad?

No es como si la pudiera entender, pero está bien. En ese entonces, tampoco era que quería hacer amigos, solo quería poder ver a mi hermana.

No he cambiado en nada, incluso ahora quiero ver a mi hermana, solo que ya no es la única cosa que deseo.

—¿Es por eso que creaste el Sistema RTE? —pregunté, en ningún momento abandoné mi máscara de indiferencia.

Ella me miró sorprendida unos instantes, luego suavizó su mirada. —Sí, mientras estudiaba sobre antropología e inteligencias artificiales, se me ocurrió un programa que pueda reconocer a personas sin importar la raza o la edad. Entonces me contactó la Interpol y me dieron permiso de acceso a las cámaras de seguridad de Japón para probar el Sistema RTE, en ese momento, la primera que se me ocurrió fue Shiho. Quería ver a Shiho de nuevo otra vez porque, porque siempre quise disculparme... entonces, por alguna razón, tú también apareciste en la búsqueda, sigo sin entender qué significa eso, pero seguramente estás involucrada por mi culpa.

Sólo pude mirarla sin decirle nada, para ella había sido un evento memorable mientras que para mí, fue algo tan ambiguo.

Además, fui yo quien te involucró...

Lo lamento.

Narrador

Filipinas, Manila

Vermouth caminaba tranquilamente por un parque con una maleta, y se detuvo al ver un mensaje.

Destruyelo

Su sonrisa se ensanchó. —Me imaginé que diría eso.

Entendido, jefe —así envió en mensaje.

Se prepararía para su jugada maestra y su maleta llena de ropa sería su arma, estaba muy preparada para esto.

Pacífic Buoy