𝟶𝟽: 𝙲𝚘𝚛𝚛𝚎𝚊 𝚊𝚕 𝚌𝚞𝚎𝚕𝚕𝚘

15 7 0
                                        

Agente grado 2

Sostengo una bolsa de hielo envuelta en una manta contra la perfecta cara de Seokjin, quien tiene una expresión furiosa puesta en mi. Sé que esa ira no es dirigida hacia mi persona, creo que es más una molestia coleccionada por los últimos eventos, pero sigue siendo incómodo obtener esa clase de atención de su parte. No puedo evitar huir de su mirada.

—¡Señor! ¡Ya le dije que no está! —un secretario que no es Sana, regaña a JK por querer ingresar al consultorio de Im.

Hemos llegado aquí por la insistencia del mayor quien al parecer se cree con pase preferencial para ser atendido por Nayeon.

—¿Y cuando vuelve? —el chico no sabe qué decirme—. Al menos haz bien tu trabajo y dame esa información. Si no lo notaste, mi amigo aquí, está sangrando y con una posible nariz rota.

Al escuchar eso, Jin se queja. Sabe que es guapo y no quiere poner en riesgo su belleza.

No entiendo para qué carajos tenemos a un médico y una enfermería en el sector de entrenamiento si no va a haber servicio. Sobre todo en un espacio donde sí o sí alguien sale herido por los ejercicios. Aunque Seokjin no ha sido lastimado por entrenar...

Me inclino un poco sobre mi amigo para revisarle la nariz, pero se queja cuando me muevo un poco más brusco de lo que quiero. No ha sido más que un roce milimétrico, pero el área está tan resentida, que me imagino que el mismo aire debe lastimarlo.

—¿Qué está pasando, Bin? —una voz un poco gruesa y melodiosa llega hasta mis oídos.

—Señorita Park, es que la señorita Im no está y ellos... Pues ¡mírelos! —suelta eso último como si nos estuviera acusando.

Cuando volteo a ver a la "Señorita Park", me encuentro con una chica bajita, de cabello corto y mirada juzgadora. Ella nos analiza un momento y yo no puedo apartar mi vista del impulsivo de Jungkook, quien parece contenerse de decirle algo grosero.

—Pasen —dice sin más y todos nos quedamos sorprendidos en nuestro lugar.

—Pero la señorita Im...

—Es la jefa de médicos, Bin, y ella me dio acceso a su consultorio por algo —saca de su bolsa una copia de llaves y casi se las restriega en la cara, al joven. Él se va sin poder decir más, mientras Park procede a abrir la puerta—. ¿Van a entrar o no?

Ayudamos a Seokjin a pasar mientras ella se coloca una bata y saca material que, yo supongo, usará para arreglar a mi amigo. Mientras él se sienta y es revisado, veo a Jungkook inspeccionar el consultorio. Yo me retiro hacia la ventana.

—Parece ser que no hay nada roto. Agradecele a algún dios de la belleza que el golpe en la mandíbula redujo el impacto en tu nariz, no queremos que se arruine tu bonito rostro —ella le da unas palmaditas a Jin en el área afectada y lo veo arrugar sus facciones del dolor. No creo que esté muy feliz por el golpe en la quijada—. Estará hinchado y colorido por un tiempo, pero nada por qué preocuparse más que por el dolor. Esa cortada tampoco necesita puntos.

—¡Qué bueno, hyung! —felicita Jungkook toqueteando un funko de alguna cantante pop famosa, sin poner real atención de Jin.

Ella saca material para limpiar la herida sobre la mejilla de Kim y se pone a hacer su trabajo con mucho cuidado, mientras le da un trapo para quitar el exceso de sangre de la nariz. Park le hace sostenerse el puente para evitar más flujo.

Miro detalladamente a este nuevo personaje. No la he visto en el complejo antes, pero se ve muy cómoda paseándose por aquí, además de que ha entrado en el espacio de Nayeon sin permiso de la propietaria. Deben de conocerse y, por su carácter, diría que son buenas amigas.

Izquierda y DerechaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora