𝟶𝟿: 𝚂𝚒𝚗 𝚝𝚛𝚎𝚐𝚞𝚊

17 5 0
                                    

Teniente

Jin había atinado perfectamente en Sohyun, atravesando hasta la frente de la mujer. No es lo que quería hacer, pero era imparable para nosotros tres solos, además de que estaba a punto de matar a Namjoon. Parecía como si fuera superfuerte, pero ni siquiera alguien como ella sobrevive a un disparo en la cabeza.

—Quería provocarnos —informo aun con la respiración irregular. Luego volteo a ver al cuerpo que aún cuelga a nuestro lado.

Al inicio no quería ni voltear, era una escena muy dura de soportar, incluso para un agente, pero ahora tengo una idea y, sobre todo, esperanzas.

—¿Qué? —Namjoon sigue recargado sobre sus rodillas, su voz sale ronca cuando habla. Me mira y luego ve hacia su amigo, como si le estuviera preguntando si me ha entendido.

—Ella dijo que no era una asesina. Estaba loca, no estúpida, ni tampoco parecía mentirosa, ¿no sería extraño decir eso tan molesta cuando teníamos el cuerpo en frente? —no parece muy convincente mi argumento, incluso a mi me cuesta creerlo—. Ella me conocía. Quería hacer algo conmigo. Sohyun llamó asesinos a los de la agencia.

Luego recuerdo que Jin dijo que la piel de la niña seguía caliente.

Me levanto entonces, apurado. Busco por todos lados hasta encontrar algo lo suficientemente alto como para treparnos. En la esquina hay un banco, probablemente el que usaban para manejar el campanario. Ellos me miran atentos, pero sin moverse, probablemente no entendiendo qué hago. Corro por el objeto y lo arrastro.

—¿Qué haces?

—Ayúdame, ¿quieres? —le respondo al líder, más que nada para callarlo, pero no estoy muy seguro de que esté en condiciones de hacerlo.

Él me analiza con un gesto casi de desagrado. Aún se ve débil y tiene los ojos rojos por el ahorcamiento, incluso puedo ver una marca negruzca formandose alrededor de su cuello. Me preocupa un poco su estado, pero no tenemos recursos para atenderlo en este momento.

Lo tomo del brazo ligeramente, para que entienda qué lo necesito de pie. Él no se resiste, pero se ve inseguro. Luego lo dirijo hacia el escalón improvisado que creé.

—No podemos moverlo, deben revisarla los forenses.

—Eres el más alto y el que tiene más fuerza en sus brazos. Te asistiremos desde abajo, pero por favor, ayúdame a bajarla.

Me mira, probablemente buscando algo malo en mi mirada, una mentira, una trampa. Trato de darle la confianza que no nos tenemos. Sé que no existe el mejor historial entre nosotros, pero también tengo en cuenta, según lo que me han contado de él, que es un buen agente.

Inhala ruidosamente y suelta el aire resignado. Luego prosigue a hacer lo que le pido.

—No la desates. Fíjate en su cuello, al nivel de su nuca —informo.

El cuerpo, que creemos es Jiwon, está cubierto tras muchas capas de ropa, y su rostro lleva una tela encima que esconde su identidad. La única pista que tenemos acerca de su identidad, es mera intuición. Y si es o no la pequeña Hwang, aún sigue viva.

Debí sospecharlo desde un inicio, pero las emociones que tuve al verla en ese estado me habían cegado. Después del pequeño baile que Sohyun preparó para nosotros, mis niveles de estrés y adrenalina descendieron, y pude pensar con más claridad.

—¿Qué es lo que pretendes encontrar? Oh... —sus ojos se agrandan al darse cuenta.

Me acerco a cargar las piernas de la joven, sosteniendo un poco de peso para que la caída no le afecte. Seokjin también viene al notar que Namjoon mueve el gancho metálico del que cuelga el arnés que el cuerpo lleva. Entre los tres la bajamos con cuidado hasta recostarla. Le sacamos la tela del rostro y, con alivio, descubrimos que es Jiwon. Se ve tranquila, con los ojos cerrados. Sus labios han empezado a blanquearse.

Izquierda y DerechaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora