Capitulo 2

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Por fin hemos llegado a la Gran Ruta Marítima. Sentí una mezcla de entusiasmo y orgullo al ver lo lejos que he llegado gracias a mis méritos y la ayuda de mis nakamas. Fue difícil encontrar personas realmente leales, pero ellos me han enseñado lo que es ser una mejor pirata. A pesar de ser solo cinco personas, hemos llegado más lejos que muchos con nuestro pequeño barco, el Iron Wings.


Actualmente, tengo una recompensa de 50.000.000 berries. La Marina me ha considerado una Supernova, pero todo cambiará al avanzar a las primeras islas de la Gran Ruta Marítima.

-¡Ataque enemigo! -gritó Austin desde la proa del barco. Es uno de mis nakamas más fuertes por su agilidad con la katana, aunque tiene un humor de mil demonios. Siempre lleva su pelo castaño desordenado, shorts deportivos y la camisa semiabierta, lo cual llama la atención de muchas mujeres en cada isla que visitamos-. La neblina no nos deja ver quién es, capitana.

-Capitana T/N, es la Marina. Otra vez nos atacan -dijo Jack, el navegante de la tripulación. Sin él, estaríamos perdidos. Es un hombre de 30 años con barba y pelo negro. Sus aires de chico malo asustan a todos, pero cuando lo conoces, es un buen chico. Me recuerda mucho a él-. Ahora son tres buques y, al parecer, Smoker está en uno de ellos.

-Mierda -murmuré entre dientes al ver los tres buques de la Marina. Era la tercera vez esta semana que nos atacaban-. Austin, baja las velas y Jack, toma el timón. Es hora de irnos. Hemos recibido muchos ataques; no sé si lo lograremos.

-¿Me necesitas para algo, T/N? -preguntó Kusami, una chica pelirroja con ojos verdes era la enfermera de la tripulación. Siempre me ayuda con mis heridas. Aunque no es muy habilidosa en batalla, hace su mayor esfuerzo-. Quiero ayudar, pero no sé cómo.

-Prepara los cañones. Debemos detenerlos a como dé lugar -ella salió corriendo a preparar todo mientras yo me preparaba para desplegar mis alas e ir directo hacia los buques.

-T/N, ten cuidado, por favor. No podemos perder a nuestra capitana -gritó Austin mientras desplegaba las velas.

-Sé lo que hago, Austin. Ayuda a Kusami con los cañones -salí volando directo hacia los buques.

Cuando llegué a ellos, cerré mis alas alrededor de mi cuerpo para poder atravesar el barco sin salir herida-. Alas de hierro-de pronto, mis alas se volvieron grises mientras traspasaba el primer buque de la Marina.

-No tan rápido, alas de oro -gritó alguien desde uno de los buques.

Era Smoker. Sabía que sería duro derrotarlo. Nos seguía desde Loguetown; al parecer, seguía enojado por dejarlo encadenado con roca de mar, semi desnudo en un barrio bajo de la ciudad. Qué hombre más rencoroso.

De pronto, empezaron a sonar los cañones de la Marina, uno llegando a darle a mi barco. Me enfurecí al ver esto, así que volé directo al buque que disparó, abriendo mis alas para detener el cañonazo que iba directo a la proa del Iron Wings. Con mi ala derecha retuve la bala de cañón, regresándola con más velocidad que antes, viendo cómo toda la proa empezaba a hundirse.

-Gurararara, ¿por qué no dejas en paz a estos pobres niños, Smoker? -se escuchó una voz grave, pero no sabía de dónde provenía todo esto y, sobre todo, quién era. Se podía ver a Smoker muy tenso con solo escuchar esa voz.

-¡Shirohige! -dijo Smoker con los puños apretados y con una rabia impresionante-. ¿Qué hace aquí ese viejo pirata?

-Gurararara, será mejor que te marches, Smoker. Es momento de regresar a tu lugar -seguía hablando esa voz sin saber de dónde provenía.

-No será la última vez que nos veremos, alas de oro. Prometo atraparte -dijo con su dedo levantado en señal de amenaza.

-Vamos, humito. No puedes ni con tu vida y crees que me atraparás -dije mientras me alejaba de él a gran velocidad hacia mi barco. Ver cómo se hundía mi barco me destrozó, pero no podía bajar la guardia. Alguien más estaba con nosotros.

-Gurararara, alas de oro, te he buscado desde hace meses -mencionó la voz mientras se dispersaba la neblina, revelando un enorme barco acercándose a mí con un hombre parado en la proa con una albarda en la mano-. La niña de las alas doradas, por fin logré encontrarte y con vida, lo que me sorprende.

-¿Qué quieres de mí, anciano? -grité con enfado mientras me mantenía en el aire a la altura del hombre.

-No le hables así a nuestro padre -gritó un hombre con cabellos rubios con forma de piña. Qué chico tan peculiar.

-Cállate, piñacolada. Estoy hablando con Shirohige -le grité mientras Shirohige reía.

-Basta ya de pelear, Marco, Thatch, Jozu, lleven a los heridos del barco de alas de oro y tratenlos de inmediato -ordenó el hombre de bigote blanco.

-¿Por qué lo haces? -pregunté muy confundida.

-Porque quiero que se unan a mi tripulación y que sean mis hijos de hoy en adelante -dijo sin ninguna preocupación, como si fuera un chiste para él.

Apreté mis puños mientras volaba hacia él en señal de ataque-. No me uniré a nadie solo para que me sigan minimizando como mujer e luchado mucho como quedarca la sombra de un hombre-estaba cada vez más cerca de él.

-¿Minimizar? Gurararara -reía como loco-. No quiero minimizarte, quiero convertirte en la mujer más fuerte del mundo -dijo mientras vi cómo su puño golpeó el aire, haciendo que retumbara todo a su alrededor. Una ola impactó contra mí, debilitándome a tal punto que caí al mar.

-¡MARCO, AYÚDALA AHORA! -ordenó una voz desde el barco de Shirohige, cuando sentí que alguien me atrapó. Todo se oscureció de golpe.

Bueno estoy progresando un poco en la historia

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Bueno estoy progresando un poco en la historia. Espero les siga gustando porque muy pronto parecerá nuestro amado Ace.

En fin los amo

Siempre te encontrare (Ace X T/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora