Me encontraba al frente de la puerta de Shirohige, mi corazón latía a un ritmo apresurado. Él es un hombre muy imponente e intimidante, ponía los pelos de punta a todos. Pero seguía siendo un hombre digno de admirar por sus hazañas. Así que toqué la puerta con tres golpes leves pero sonoros.
-Pasa-dijo una voz.
-Buenos días -dije al abrir la puerta.
-Hija, siéntate, necesito hablar contigo
-dijo con un tono serio.
-¿De qué necesitas hablar? -pregunté.
-Sobre tu fruta -dijo mientras tomaba un sorbo de una botella redonda.
-¿Qué tiene mi fruta? -pregunté.
-Tus alas son particulares, son como un escudo. Entre más entrenes, tendrás la posibilidad de evitar que te afecten cosas como el veneno o el fuego. Tienes una habilidad que te haría rival ante los almirantes de la marina, por eso te buscan con desesperación. Debes empezar a entrenar; Ace y Marco están encargados de entrenarte hasta que puedas resistir los ataques de sus frutas -dijo con una sonrisa en la cara. No tenía idea de que mi fruta fuera así de fuerte como para enfrentarme a los almirantes de la marina.
-Lo entiendo. Desde hoy entrenaré arduamente para poder mejorar -dije con mis manos en las rodillas; tenía mucho que pensar.
Mi madre me obligó a comer esa fruta cuando era niña. ¿Acaso ella lo sabía? ¿Cómo se sentiría ella al ver en la mujer que me he convertido? Estaba demasiado confundida, necesitaba saber mi origen.
-¿Cómo sabes tanto de mi fruta? pregunté, alzando mi mirada para poder verlo.
-Tu fruta era de las más buscadas antes de que te obligaran a comértela...
-explicaba hasta que lo interrumpí.
-Espera, espera, ¿cómo sabes que me obligaron a comer mi fruta? -pregunté con una expresión seria.
-Es sencillo, yo estuve presente cuando pasó -esas memorias eran muy borrosas, pero ahora resulta que estuvo presente alguien más ese día-. Tu madre fue una gran mujer, pero le confió tu cuidado a Garp.
-Si conociste a mi madre, significa que sabes más de mi pasado que el que yo sé. Necesito que me lo digas -dije con lágrimas acumuladas en mis ojos-. Por favor, dímelo, necesito saber.
-Lo sabrás en tu debido momento, hija -mencionó con una sonrisa entre sus dientes. Por ahora quiero que me Ilames padre, y que entrenes todo lo que puedas para mejorar. Sé que tu madre estaría orgullosa si supiera todo lo que has logrado.
-Gracias, padre. Entrenaré todo para hacerla sentir orgullosa -dije mientras me paraba y salía a toda prisa. Sentía mi corazón empezar a latir fuerte, muy fuerte. ¿Cómo es posible que él sepa tantas cosas de mi pasado? Necesitaba saberlo. Sin darme cuenta, estaba de rodillas en el suelo con muchas lágrimas; la frustración me llenaba. Sabía que era la hora de entrenar y toda la ira acumulada me serviría. Me dirigí hacia la cubierta del barco.
-Ya llegué, Marco-dije con un tono
serio.
-¿Lista para entrenar? -dijo con una sonrisa en su cara.
-Sí-fue lo único que pude articular.
-Bien, hoy te enfrentarás contra mí. Será un combate cuerpo a cuerpo, no podrás utilizar tus alas ni yo mis llamas -dijo mientras se posicionaba frente a mí-. Y porque seas mujer no significa que me contendré.
-Nadie te pidió que lo hicieras-hablé con la mirada fija, sentía cómo mis venas hervían ante la situación de hace minutos.
-Bien, iniciarán a la cuenta de tres mencionó una voz en medio de los dos
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Siempre te encontrare (Ace X T/N)
AcciónAlguna vez me amaste de verdad- mencionó el pecoso con lagrimas en los ojos Más de lo que te imaginas Ace - dije mientras me alejaba con el corazón en mis manos solo podía sentir como se iba el amor de mi vida Todos los personajes mencionados en l...