Los miserables

*1

(POV Lucía)

Bueno, como ha dicho la autora de esta historia, os voy a contar un poco mi historia y cómo llegué a los Miserables. 

Aquí viene la más guapa de todos (N/A Cállate y cuenta tu historia de una vez).

Está bien, está bien, bueno voy a empezar contar esta historia

Hace varios días....

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Nunca pensé que durmiendo en mi cama, al despertarme, encontrarme de cara que estaba en Los Miserables.

Mientras caminaba por las calles empedradas de Paría, mis ojos se llenaron de maravillas. Todo parecía sacado de un libro de historia. Los edificios eran antiguos, las tiendas con los letreros pintados a mano etc. Entonces vi por primera vez el hombre, mejor dicho, el hombre más guapo del mundo.

Él estaba de pie frente a una pequeña libreria, con un libro en la mano y una mirada de concentración en su rostro. Era alto, con el pelo castaño claro desordenado y unos ojos azules intensos que parecían reflejar toda la sabiduría del mundo. 

Sentí una oleada de nerviosismo y emoción al acercarme. No sabía cómo, pero algo me impulsaba a hablar con él. 

Cuando nuestros ojos se encontraron, noté que el corazón me iba muy rápido. Era como si el tiempo se detuviese y solamente estuviéramos el y yo en ese momento en la calle.

-Bonjour,-dije intentando no sonar demasiado nerviosa.

Me miró con curiosidad y una sonrisa amable;

-Bonjour, mademoiselle. ¿Puede ayudarte en algo?.

-Si, estaba buscando un libro, ¿podrías recomendarme alguno?.-Le pregunté amablemente.

Su sonrisa se amplió y me dijo;

-Por supuesto. Me llamo Combeferre. Es un placer conocerte...

-Lucía,-respondí, sintiendo un extraño calor en mi pecho.-El placer es mío.

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Pasamos el tiempo hablando de libros, historia y filosofía. Nunca me lo imaginé así, Combeferre tiene una mente super brillante y una pasión por el conocimiento. Cada palabra que salía de su boca, lo admiraba más. 

-¿Qué te trae a París?,-preguntó él, mirándome con los pjos que parecían ver más allá de la superficie.

Pensé un momento en la respuesta antes de contestarle. Al final contesté;

- Busco algo más en la vida. París siempre ha sido un lugar que me fascina.

-París tiene algo que atrapa a las personas por las calles. También hay mucha lucha por un futuro mejor.

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Más tarde, nos separamos con la promesa de vernos de nuevo. No se por qué, pero no podía dejar de pensar en el.

(Días más tarde).

Los días pasaban y paseábamos juntos, hablábamos de nuestras esperanzas y sueños. La atracción que sentíamos el uno hacia el otro no se puede explicar con palabras ni con hechos. 

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Una tarde, mientras paseábamos por los jardines de luxemburgo, Combeferre se detuvo e hizo una cosa que nunca pensé que haría....

CONTINUARÁ.....