Los miserables

Capítulo 25

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(N/A a partir de ahora voy a cambiar el rumbo de las barricadas, eso sí, habrá batalla final de las barricada como en la película y el musical pero con un final más feliz).

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(Al día siguiente)

(POV autora)

La mañana siguiente llegó con una luz tenue y el olor a pólvora estaba en el aire. La barricada estaba en silencio, como si el propio tiempo se hubiese detenido por unos instantes. 

Entre la penumbra de la batalla y de la noche en la barricada, cada estallido y cada grito parecía querer profundizar el sentimiento de desesperanza y coraje entre todos

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(POV María)

Mientras tanto, yo me encontraba en un rincón, apenas consciente del dolor de la herida de bala que tenía en el costado, pero consciente de la batalla que se estaba realizando afuera del Café Musain.

Mientras tanto, Joly, como no, siempre a mi lado, revisaba mis vendajes con meticulosidad, mientras susurraba palabras de ánimo y amor que me daban fuerzas y me tranquilizaban un poco.

La oscuridad del café, era interrumpida por los ocasionales destellos de los disparos, iluminando los rostros de los que combatían, los cuales, se mantenían firmes.

Por otra parte, Enjolras estaba en lo alto de la barricada, su figura se destacaba en la barricada. La voz resonaba sobre todo el caos de la barricada, coordinando los esfuerzos de los jóvenes que luchaban por mantener las posiciones. 

-¡Resistid, camaradas!- gritaba Enjolras, su voz se cortaba con el sonido de los cañones y los fusiles.- No podemos ceder. Nuestro futuro está en nuestras manos.

Todos los que combatían en esos momentos, seguían la orden al pie de la letra. El rugido de la batalla en marcha es constante.

De pronto, un murmullo muy diferente comienza a hacerse presente, un cambio en el ritmo de las batallas que no se podía ignorar.

De repente, un grupo de soldados avanzaban hacia la barricada, tenían una actitud, por muy raro que sea, pacífica. Los uniformes estaban desgarrados y el andar era como si estuvieran muy fatigados, se notaba que la batalla también les había pasado a ellos también. No entiendo por qué se acercaban, atención, sin armas encima y muy tranquilos, no será que......

En ese momento, Enjolras, con su mirada siempre aguda, dio un paso adelante.

-¡Alto!, ordenó con la voz llena de autoridad. ¿Qué significa esto?.

Uno de los oficiales que estaba en el grupo, levanta las manos en señal de rendición (N/A María no puede ser....), hemos venido a negociar. No queremos más enfrentamientos ni más muertos. Nos rendimos.

El silencio que le siguió a esa declaración era muy pesado, la tensión se palpaba en el aire junto a una incredulidad y mucha cautela, éramos conscientes de la fragilidad de la situación. Todos intercambiaban miradas con una mezcla de incredulidad y cautela, conscientes de la fragilidad de la situación en ese momento en específico donde hay 2 maneras;

O seguir luchando y que haya más heridos y más muertos (N/A lo que pasa en la película y en el musical) o parar la pelea en la barricada, salvar a los estudiantes y cambiar el curso de la historia (N/A que es lo que va a pasar en este fanfic).

De repente, Combeferre, el cual siempre es el más diplomático del grupo además de ser estudiante de medicina al igual que Joly, da un paso al frente para poder evaluar la propuesta que nos había ofrecido el oficial.

-¿Cuales son las condiciones que proponeis para la rendición? preguntó con la voz entre la esperanza y la precaución.

El oficial respira profundamente y contesta;

- Parar la batalla definitivamente. Queremos negociar un acuerdo para que pare las hostilidades entre ambos bandos y así garantizar la seguridad del pueblo y de los 2 bandos.

Enjolras asimiló las palabras con mucha atención.

-Aceptamos el alto al fuego,-dice finalmente, pero necesitamos garantías claras de que el acuerdo no será quebrado. Estamos dispuestos a negociar, pero si no se cumple este trato, empezará otra vez la lucha.

En ese momento, el oficial asiente con una mezcla entre alivio y respeto.

-Lo entendemos. Vamos a trabajar para que se cumpla el acuerdo.

La noticia se esparció entre todos rápidamente y murmullos de alivio y escepticismo se propagó.  Los soldados se retiraron y el aire, enseguida se llenó de la combinación de respiraciones entrecortadas y los susurros de esperanza.

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Mientras ocurrían estos hechos, yo observaba, como podía sentada, en una esquina del Café Musain, sentía un dolor muy agudo en el costado. La realidad de la victoria que habíamos conseguido comenzó a asentarse, y con eso, una ola de cansancio y gratitud por parte de todos. El acuerdo de rendición es un paso hacia la paz. Todo había salido como yo me lo esperaba y mi estrategia ha servido de mucho.

Joly estaba a mi lado, su expresión era una mezcla de cansancio y alivio. Estaba revisando mi vendaje una vez más.

-Lo hicimos, María- dijo, con una voz temblorosa pero llena de amor,- lo logramos.

-SÍ,-respondo más tranquila- no puedo creer que haya llegado este momento. No lo habría hecho sin ti.

En este momento, Enjolras se acercó a nosotros, su cara mostrando una mezcla de orgullo y cansancio.

- El acuerdo se ha logrado-informa.- Pero ahora hay que estar atentos y seguir vigilantes. La paz no es garantizada, pero hemos dado un paso importante.

Los sobrevivientes se estaban agrupando, compartiendo historias de lo que había sucedido y comenzaron a planificar los próximos pasos en la reconstrucción.

Por otra parte, Lucía, quien había estado conmigo durante este último tramo de la recuperación, se acercó con una expresión de cansancio en el rostro. 

-María,- dice con la voz suave,- me alegra verte bien. Todo ha cambiado tanto en tan poco tiempo.

Sí,- respondí, sintiendo una profunda gratitud- ha sido una noche larga, pero finalmente hay algo de paz.

Lucía sonríe, su mirada estaba llena de comprensión.

- Si y hemos logrado algo importante. A pesar de algunas pérdidas y las heridas, hemos demostrado nuestra fuerza y determinación.

Me apoyo en la silla, sintiendo que las fuerzas me abandonaban por el agotamiento que tenía. Y con el pensamiento de que había cambiado por completo el futuro de los estudiantes. Me dormí tranquila.