Los miserables

Capítulo 13

(POV Narradora).

La barricada estaba envuelta en una inquietante calma. La noche había caido, después de descubrir y atar al inspector Javert, los estudiantes y el pueblo vigilaban atentamente los movimientos del enemigo.

(POV Marius)

Estaba muy nervioso ya que estaba entre el amor que le tenía a Eponine y mi lealtad a la causa. 

Mientras avanzaba hacia el centro de la barricada, algo llamó mi atención. Reconocí una figura muy familiar. Me dí cuenta de que era Eponine, mi novia y con la quería pasar el resto de mi vida cuando ella me acepte para ser mi esposa (N/A Ahhhh).

Acercándome a ella, le dije sorprendido y asustado;

-Eponine, ¿qué haces aquí?.

Con una sorisa triste y desafiante me respondió;

-No podía quedarme lejos, Marius. Quiero estar contigo, luchar a tu lado.

Me sentí abrumado por su lealtad y su sacrificio. Le contesté con un tono de urgencia;

-Es peligroso aquí. Debes irte inmediatamente, debes encontrar un lugar seguro para esconderte.

Ella negó con la cabeza.

-No puedo. Mi lugar está aquí, contigo y con la causa.

Antes de que pudiera responderle, Jean Pouviere se acercó con una expresión de urgencia en su cara, se volvió hacia Eponine y le dijo;

-Eponine, menos mal que te encuentro, María está ocupada dentro del Musain terminando de preparar el hospital improvisado para atender a los heridos, ¿le puedes entregar esta casa a Cosette?.

-Claro Jean, no te preocupes, yo se la llevo.

-Muchas gracias Eponine, vive en la Rue Plumet.

Vacilé un momento, sabiendo el peligro que eso implica para Eponine.

-Es muy arriesgado Ponine. No quiero que te pase nada.

-Por favor, Marius,-me insistió Eponine,-déjame hacer esto por Jean. Es lo menos que puedo hacer.

Después de un rato asentí.

-Ten cuidado Eponine. Asegúrate de que reciba la carta.

Toma la carta que le da Jean y se la guarda en el bolsillo.

-Lo haré Jean, te prometo que se la entregaré.

Acercándose a mí me dió un beso y me dijo;

-Si me ocurre algo, quiero que sepas que siempre te he amado.

Conmovido le respondí;

-Eponine siempre serás muy especial para mí. Por favor, regresa a salvo.

Asintió y se deslizó entre las sombras, desapareciendo en la noche. 

-Espero que regrese sana y salva. En cuanto vuelva de entregar la carta para Jean, la mandaré al Café con María, Joly y Combeferre para que ayude en lo que pueda. 

(POV Narradora)

Enjolras con su mirada fija en el horizonte, lideraba a sus compañeros con una determinación inquebrantable.

Jean, viendo la expresión de Marius, se acercó y puso una mano en su hombro.

-Confía en Eponine. Es valiente y astuta. Hará lo correcto.

Marius aintió, deseando encontrar cosuelo en las palabras de su amigo.

-Espero que tengas razón, Jean.

  (POV Eponine).

Sabía que la misión era peligrosa, pero estaba decidida a cumplirla. Después de todo, La Rue Plumet no estaba lejos, y si me daba prisa podía volver a la barricada antes de que empiece el ataque.

Cuando llegué a la casa de Cosette, ya se había hecho de completamente de noche. Golpeo la puerta con fuerza y espero ansiosamente. Finalmente, la puerta se abrió y sale Cosette, con una cara de sorpresa y preocupación en el rostro.

-Hola Eponine, ¿por qué estás aquí tan temprano?.

Le entregué la carta;

-Jean me pidió que te trajera esto. Es muy importante.

Toma la carta y me dice;

-Pensaba que iba a venir María a entregarla. Pero parece ser que está en la barricada preparando las vendas y demás cosas que van a necesitar tanto ella cómo Joly como Combeferre para curar a los heridos.

-Entiendo, muchas gracias Eponine. No sé cómo agradecerte- dice Cosette.

-No hace falta que me agradezcas. Bueno, me voy ya para la barricada.-Le dije dándole un abrazo.

-Muy bien, porfa, protégelo, que no lo maten.

Dándole un último abrazo le dije;

-Te prometo que lo protegeré.

Cuando ya iba a salir de la casa Cosette me dice;

-¡Espera!, dale esta carta a Jean porfa.

Cogí la carta y enseguida me fuí despidiéndome de ella. Voy a cumplir la promesa que le he hecho a Cosette, salvar a Jean y, como no, a mi novio, Marius.