Los miserables

Capítulo 24

(POV María)

No sabía cuántas horas habían pasado desde que Gavroche había resultado herido. Pero lo que sí sabía  era que la espera era muy insoportable. 

Estaba acostada en una de las mesas del Café Musain, lejos de la principal línea de fuego de la barricada, mientras que Joly estaba vigilando a Gavroche muy de cerca.

Mientras tanto, las balas seguían sonando de vez en cuando, mientras que aquí dentro, solo se oían murmullos y suspiros. Mientras tanto, Eponine estaba también recostada en la mesa al lado mía. 

Quería levantarme como fuera pero claro, teniendo un novio que sabe de medicina, enseguida me dice en cuanto me ve levantarme de la mesa.

-María, por favor por décima vez, no te levantes.- Me dice, con voz firme pero llena de cariño. Debes descansar, si no, no tendré más remedio que sujetarte. 

Estaba a punto de empezar una discusión pero me callé, es imposible razonar con el cuando está en plan médico.

Solamente podía mirar. Todavía estaba demasiado adolorida para ayudar debido a mi herida de bala. 

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(20 minutos después).

Después de varios minutos que se me hicieron eternos, se oye un leve suspiro se escucha desde la otra mesa, en donde estaba Gavroche, el sonido era débil. De repente, los párpados tiemblan, veo como mueve los labios intentando formar alguna palabra.

-¡Joly!,-Joly ya había visto el movimiento de Gavroche.

Se inclina más cerca de Gavroche;

-¡Está despertando!,- la voz de Joly estaba llena de una mezcla entre alivio y sorpresa.

Eponine deja escapar un sollozo de alivio, me esforcé para levantarme de la mesa, a pesar de que cada movimiento que realizaba, se sentía como si me desgarraran por dentro una y otra vez. Como pude, me acerqué lo suficiente para ver a  Gavroche parpadear lentamente, sus ojos se enfocaban en Joly, el cuál, estaba sobre él, examinándolo.

-Gavroche......,-susurro, mi voz rota por la emoción.- Estás a salvo.

Gavroche nos mira, confundido, como si no supiera dónde estaba exactamente o qué le había pasado. A los 10 minutos, pereció recordar ya que se le formó una sonrisa débil apareció en su cara.

-¿Lo conseguí, no?,- susurra con la voz ronca.

-Lo lograste Gavroche,- responde Joly, con la voz llena de alivio.

Estaba cansada, dolorida a causa de la herida de bala, pero ver a Gavroche bien, era un alivio profundo. Me arrodillé como pude junto a Gavroche, tomé su mano entre las mías, ignoro el dolor inmenso que atravesaba mi costado.

Gavroche intenta moverse, pero enseguida Joly lo detiene.

-Gavroche, no te esfuerces necesitas descansar.

Gavroche, con su terquedad, responde, cerrando los ojos demasiado cansado para mantenerse despierto. 

-Estoy bien- dice Gavroche.

Sus ojos se cierran de nuevo, ya que estaba demasiado cansado para mantenerse despierto.

-¿Estará bien?,- le pregunté a Joly con los ojos suplicantes. 

El asiente, aunque la expresión era seria.

-Necesita un tiempo para recuperarse, pero lo logrará. Es fuerte.

Asentí con la cabeza, aferrándome a esa esperanza. Eponine se acerca, limpiándose las lágrimas mientras miraba a su hermano pequeño con una mezcla en el rostro entre alivio y miedo. También quería creer lo que Joly decía, necesitaba creer que lo peor ya había pasado.

Me senté en una silla cercana ya que me dolía demasiado la herida de estar mucho tiempo de pie. Joly, como no, se arrodilla junto a mí, revisando enseguida la venda en mi costado.

-Necesitas descansar, María, déjame ocuparme de tí.

-Solo...no te vayas, susurré, tomando su mano. Estaba muy cansada, pero no quería dejarlo.

-No me iré.- Promete Joly, con los ojos llenos de la misma determinación que me había sostenido durante este tiempo.- Estoy aquí, y no iré a ninguna parte.

Finalmente, cerré los ojos, confiando en que, al menos estábamos a salvo.