Para Salvarlos

No hay tiempo para llorar

Después de esa revelación devastadora, todos quedaron en shock. Ronin se vio obligado a noquear a su mini copia, que estaba al borde de un colapso peligroso, hiperventilando y gritando desesperadamente, casi sin aire. Leo, por su parte, se encontraba perdido. Su mundo se había desmoronado no solo por la pérdida de su hermana, sino también por la amenaza que pendía sobre su familia y amigos. Comprendía la responsabilidad que recaía sobre él para protegerlos, pero el peso era abrumador. ¿Qué pasaría si no lograba salvarlos? No habría segundas oportunidades, y el destino de Ronin-san podría ser el mismo para ellos.

El deseo de huir con su familia a un lugar seguro era fuerte para mantenerlos a salvo pero eso no iba a detener a ese maldito, sabía que no podía permitirse eso. Necesitaba vengar a su hermana y detener al malnacido que estaba decidido a destruirlos a ellos y su hogar. La determinación se mezclaba con el miedo mientras se enfrentaba a la difícil decisión de cómo proteger a los suyos sin perderse a sí mismo en el proceso.

Ronin se acercó a Leo, viendo el peso del mundo sobre sus hombros. -Leo, sé que esto es abrumador. Pero no estás solo en esto. Estamos juntos en esto, ¿de acuerdo?-

Leo miró a Ronin con ojos llenos de desesperación. -No sé qué hacer, Ronin. Todo es tan... tan caótico.-

Ronin asintió comprensivamente. -Lo entiendo. Pero escucha, no puedes dejar que el miedo te paralice. Necesitamos enfrentar esto juntos. Vamos a encontrar una manera.-

Antes de que Leo pudiera responder, un murmullo de voces se escuchó desde afuera. Los muta animales irrumpieron en la habitación con urgencia. -¡Ronin, Leo! Tenemos noticias urgentes. Alguien está causando estragos en Nueva York.-

Leo se puso de pie de inmediato, su expresión era seria por el repentino irrumpimiento en su hogar. -¿Qué está pasando?"

Slash, el líder de los muta animales, explicó rápidamente -Parece que un grupo de individuos ha comenzado a atacar varios puntos de la ciudad. Están causando daños y caos. Necesitamos actuar antes de que esto se salga de control.-

Ronin se volvió hacia los muta animales. -Slash, ¿puedes acompañar a Raph, Donnie y Leo? Leo, yo me quedaré con Mikey y con los demás. Vamos a preparar todo y encontrar un lugar seguro en caso de que nos descubran."

Leo asintió, agradecido por la solidaridad de Ronin. "Esta bien nos mantendremos en contacto ."

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Leo, Raph, Donnie y los muta animales se dirigieron rápidamente al lugar del ataque en Nueva York. La escena era caótica los edificios estaban dañados y los escombros cubrían las calles. Al acercarse, vieron un ejército de ninjas que recordaban a los Robo Pies, buscando algo con precisión implacable.

Leo hizo una señal para que se detuvieran y observaran desde las sombras, no podían permitirse ser descubiertos. Raph, impaciente, murmuró —Podríamos acabar con unos cuantos de esos bots. No podemos quedarnos de brazos cruzados.—

Slash, asintiendo con Raph, agregó —Sí, Leo, necesitamos actuar.—

Leo negó con la cabeza, manteniéndose alerta mientras observaba a los enemigos. —No, no podemos arriesgarnos ahora. Necesitamos más información y estar mejor preparados regresemos a la guarida.—

Donnie, examinando la escena con su equipo, intervino: —Leo tiene razón. Miren esos dispositivos en sus brazos. No son simples Robo Pies. Parecen estar equipados con tecnología avanzada. Necesitamos saber más sobre su armamento antes de enfrentarlos.—