ᴰᵉˢᵉᵒ - [Yizhan]

[Uno] : ¿Esto era amor a primera vista?

En algún lejano reino, podía verse el palacio del emperador un poco movilizado a esa hora de la mañana. Podían verse a los guardias moviéndose de un lado al otro, recorriendo, buscando. La emperatriz lucía muy seria en su trono, demostrando su impotencia al no tener a su guardián preferido allí, junto a ella, donde debe estar. – ¿Dónde está? – preguntó a uno de los eunucos, que estaban arrodillados frente a ella. Uno de ellos, temblando de miedo, afirmó que nadie lo sabía pero que lo estaban buscando. – Tráiganlo, ahora.

Muchos huyeron despavoridos, buscando al guardián que faltaba en su puesto junto al trono. El resto de sus compañeros se miraron entre sí, antes de enderezarse de nuevo en su lugar. La emperatriz evitó hacer una mueca, siempre que ella debía estar allí, él no estaba; O desaparecía misteriosamente, o aparecía en algún lugar de la mansión, perdiendo el tiempo que debería estar usando para cuidarla.

Era una suerte que nadie fuera tan idiota como para entrar, o pudiera atacarla en su palacio, pero esa no era una excusa para su constante desaparición. Muchos le aconsejaron que lo despidiera, que eligiera a otros más calificados que ese irresponsable, pero ella insiste en mantenerlo a su lado. Algunos aún se preguntan por qué, porque mantener a tal persona al cuidado de la emperatriz.

Ella tenía muchos guardianes, guardias, escoltas y soldados, guerreros capaces, (cientos de hecho), pero ella quería al hombre del que se había enamorado hace tanto tiempo, y quien es buen amigo de su hermano. Sentía que él también sentía algo, pero por su posición no podía ser correspondido. Eso era lo que ella creía.

Suspirando, ella se levantó del trono y camino fuera, tenía una leve idea de donde estaba.

Verlo tocar el Guqin, o jugar al ajedrez, en el patio del palacio, era una de mis actividades favoritas del día. Veía sus dedos moviéndose con gracia, sobre aquel instrumento que le había visto muchas veces tocar; Él, Xiao Zhan, el hermano menor de la emperatriz. El único hombre que amo desde que tengo memoria, de quien me enamoré, y actualmente, era el centro de mi mundo. Todavía recuerdo la primera vez que lo vi en el bosque aquella noche, adueñándose sin querer de mis pensamientos, de mi corazón y de todo lo que poseía.