[Siete] : ¿No pudiste hacerlo?

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[Emperatriz Xiao]



La apasionada pareja ni siquiera noto, o escucho los pasos, de la emperatriz Xiao San. Quien contenía sus lágrimas, escuchando al otro lado de la puerta de la habitación privada de su hermano pequeño; podía oír a su hermano, su amado hermano, con el hombre del que ella se enamoró; con quien, al parecer, no tenía ningún problema en proporcionarle un apasionante placer.

Se arrodilló, acercándose a la rendija de la puerta observando el oscuro interior, apenas podía ver, pero se notaba claramente los dos cuerpos fundiéndose en la cama. El sentimiento de celos, y otro nada agradable, se instaló en su pecho y vientre, las lágrimas finalmente cayeron al ver las manos de su guardián en el cuerpo de su hermano, guiando, ayudándolo a cabalgar como solo una prostituta con experiencia sabría.

Vio cómo se reincorporo, como este cruzó sus piernas acomodando a su hermano sobre ellas, llevando una mano debajo de su glúteo y la otra en su espalda alta, apartando su largo cabello acercándolo más contra sí, logrando que su hermano se encorve contra su pecho, dejando ver la muy mojada, acuosa y resbalosa unión de sus cuerpos, deslizando la erección del guardián un poco fuera del canal para volver a hundirse rápidamente.

Pudo ver el perfil del rostro de su hermano, tenía los ojos cerrados y la boca semi-abierta con una sonrisa, mientras el guardián besaba su cuello casi con desespero, ambos sin dejar de moverse. –Te amo, mi amado –jadeo el guardián cerca de sus labios, sin dejar de admirar los gestos llenos de placer que su hermano hacía como un descarado. –Eres todo lo que necesito, Zhan. Solo tú...

Vio la mano de su hermano tirar levemente de los cabellos del otro hombre, uniendo apenas sus labios, jadeando contra la boca contraria. –También te amo, Yibo. Solo tuyo... te pertenezco – jadeo. Eso bastó para que el guardián gruñera, haciéndolo caer hacia atrás con la espalda contra la cama, donde tomó ambas piernas y las posicionó sobre sus hombros, sosteniéndose del borde impulsándose más rápido.

Pudo ver la cabeza de su hermano colgando y cayendo del borde, su cabello deslizándose hasta casi el suelo, completamente extasiado, con sus ojos en blanco y boca abierta, sus dedos se enterraron contra los hombros, después se entrelazaron detrás de la cabeza del guardián, pero este deshizo el agarre, sostuvo una y la beso, dejándola sobre su corazón después, impulsándose casi bestialmente contra el cuerpo debajo del suyo.

Vio cómo su hermano llegaba a su orgasmo, viniéndose contra su propio abdomen sin haberse tocado, siendo tomado después por el guardián, acariciando hasta que lo marcó a él también; Vio como encorvo el torso, justo en el momento en el que el guardián se quedó quieto, temblando con sus ojos completamente cerrados frunciendo levemente el ceño, el guardián se inclinó hacia abajo, siendo besado y correspondido por su hermano.

La emperatriz se apartó, casi no podía ver bien por las lágrimas que nublaban su visión. Ya había visto suficiente. Sentía la traición de su hermano, su único hermano, el único que quedaba de su familia, entregándose de esa manera al hombre que ella amaba, y a su vez ese mismo hombre ni siquiera pudo tocarla, y lo que es peor, corrió a los brazos de su hermano entregándose casi como animales salvajes en celo.

Cubrió su boca, evitando que los dos amantes oigan su sufrimiento; Pocos minutos después, volvió a oír sus gemidos, movimientos fuera de la cama al parecer, y una nueva entrega entre ellos, más cerca de la puerta esta vez. Corrió antes de seguir escuchando, encerrándose en su habitación donde destrozó todo a su paso, cargada de pensamientos celosos, egoístas y venenosos.

ᴰᵉˢᵉᵒ - [Yizhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora