ᴰᵉˢᵉᵒ - [Yizhan]

[Diez] : Ella no tiene ni idea

Obviamente no le deje tan delicado tema solo a Zhan, investigue por mi cuenta por varios días, saliendo a recorrer la ciudad buscando a quien vendía aquel incienso afrodisiaco, o tratando de descubrir quien tenía alguna información. Confiaba en que mi amado encontrará a los culpables, pero sabía que no me dirían todo y tenía derecho a saber, había mencionado que él quería encargarse de su hermana, pero yo quería saber por qué lo hizo.

No creía que hiciera esto por tener sentimientos por mí, una persona que ama a otra no le haría eso, pudo matarme, ambos pudimos morir, se usó algo que estaba prohibido y justamente lo hizo una emperatriz, quien quería tener un encuentro más que carnal con su guardián, quien a su vez tenía fuertes sentimientos por su hermano, lo que convierte esto en un asunto aún peor.

Esto ya no se trataba de sentimientos, aquí había algo más, algo oscuro y tenebroso.

Terminé la búsqueda a horas de la tarde, volviendo al palacio donde vi en el patio a su majestad con algunos sirvientes, ella lucía muy pensativa; Me acerqué sin siquiera pensarlo, inclinándome ante ella. – Su majestad, quiero decirle algunas palabras en privado –dije. Ella levantó la mirada a mí, indicando a todos que se fueran y nos dejaran, no me moví hasta que el último de ellos se fue. – Gracias, su majestad.

– Habla –dijo suavemente.

– Si la única condición que usted me impuso a mí, fue servirle para darle un heredero – comente firme, bajo su atenta mirada – y, en caso de no lograrlo a la primera, seguir intentando hasta conseguirlo, déjeme advertirle que lo haremos, solo si se cumplen mis condiciones. Ya había hablado con muchos ministros, consejeros y miembros del palacio, y ellos escucharon mis pedidos, pero usted decidió no presenciarlo. Se los haré saber ahora para no ser malinterpretado.

– Oí tus condiciones – cortó mis palabras –. Me informaron luego de que te fuiste de aquella reunión. No soy tonta, tengo oídos y ojos por todos lados, este es mi palacio, mi reino, yo escucho y veo todo lo que pasa aquí adentro, guardián Wang. No debería considerarme incompetente, no lo soy.

– Entonces sabe lo que quiero – conteste incorporando el cuerpo hasta pararme firme. Ella se mantenía seria, intentando que ninguna de sus facciones delatara lo molesta que seguramente está. – Quiero que rompa el compromiso de su hermano, quiero casarme con él y poder tener nuestra propia familia lejos de aquí. Usted tendrá a su heredero, al reino y todo lo que quiera, y yo la razón de mi felicidad. Ambos ganamos.

Vi cómo presionó las manos juntas, entornando sus ojos. – No romperé la unión de mi hermano, él y Xie YanRan se aman, eso sería cruel. Rompería sus corazones, y yo no quiero ver sufrir a mi hermano – respondió. Evite explotar de furia, o reír sarcásticamente en su cara. Ella no tiene ni idea. – Y en el hipotético caso que lo haga, sería porque ellos me lo piden, no porque piense que puede mandarme. Además, tú y mi hermano no pueden casarse, ambos son hombres.