[Seis] : Perfecto

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Tenía solo cuatro días más para cumplir la orden y no sabía qué hacer, mis pensamientos eran un completo caos; En cuanto entré a mi habitación Zhan estaba allí, y extrañamente se desnudó frente a mí en cuanto cerré la puerta, lo disfrute para que negar lo evidente, pero comúnmente soy yo quien lo desnuda.

Extrañamente no estaba disgustado, me acerqué, quitándome todo lo que traía dejándolo caer al suelo, lo suficiente para rodearlo con los brazos y llevarlo a mi cama, donde nos sentamos desnudos en el centro, solo nos besábamos por un rato, olvidándonos de todo menos de nosotros, aquí y ahora; Pero, él se veía pensativo cuando acariciaba mi cara, observando algo en mi rostro al parecer.

Lo observaba sin entender, dándome cuenta de que tal vez esto si lo estaba afectando. Lo amaba, lo amaba demasiado, haría lo que él quisiera si me lo pidiera, pero este no era el momento de preguntárselo, moría por tocarlo, por sentirlo contra mi piel. Capture sus labios con ardientes besos, que fueron correspondidos al instante.

Me dejo prepararlo a mi manera, saborear cada centímetro de su piel hasta que entre en él, sus suaves jadeos me volvían loco, me impulsan a moverme más rápido, Zhan se dejó caer hacia atrás con movimientos sensuales de pelvis, impulsándose con sus pies, mientras lo sostenía de la cintura.

Con su mano en mi cuello y la otra tirando de las mantas a un lado de su cabeza, jadeo que me amaba. Cambie de posición sentándome en mis pantorrillas, deje las suyas en mis hombros y seguí moviéndome, lo sentía removerse, lo escuchaba jadear, lo sentía oprimiendo con sus labios entreabiertos, estirando sus brazos para que lo abrazara y volver a fundirme contra su piel.

Rodamos por la cama intercalando las posiciones, disfrutando de aquella unión que nos encantaba, hasta que Zhan jadeó sin aliento sintiendo su orgasmo. Con ambos cuerpos de lado, golpeaba con fuerza contra su interior, con nuestras manos entrelazadas y los labios juntos, hasta que llegó mi orgasmo; mis dedos quedaron marcados en su piel, mi boca jadeaba rápidamente contra la piel de su hombro, intentando recuperarme.

Después del ardiente momento íntimo nos quedamos así, unidos y abrazados por largo tiempo, ya sin penetración, solo besándonos. – Dime que hacer –dije contra su cabello, lo hablado con la emperatriz seguía rondando por mi cabeza, debía preguntárselo ahora o nunca, ya que no me creía capaz de seguir la orden. –Haré lo que tú quieras, solo dilo. Zhan, necesito oírte.

Zhan ni siquiera me miraba, tenía su vista contra la pared. – Ella te lo pidió a ti. Confía en ti, y yo también. ¿En quién más puede confiar si no es en ti, Yibo? – dijo en voz baja, monótona, sin emoción; hablaba sin su acostumbrado tono suave; Algo pasaba, dije su nombre suavemente pero fui interrumpido por un sollozo suave: – Ella me confesó que estaba enamorada de ti, apenas ese día. Por eso quiere que le sirvas a ella.

Me quedé muy quieto, incorporándome para observar sus facciones, pero él tenía su mirada aun en la pared. – ¿Qué estás diciendo? –pregunté, un poco impactado por lo dicho. No me había dado cuenta de que la emperatriz tenía sentimientos por mí, yo la veía como una amiga, como la hermana de Zhan, jamás tuve una segunda intención con ella. –No, no lo haré. No puedo hacerlo.

ᴰᵉˢᵉᵒ - [Yizhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora