Distrito Rojo || DouGiyuu [BL]

Capitulo 10; Templo 1/2

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- Se dónde está la demonio.

- ¿La?.

- ¡Agh, obvio!. - comenta molestó inosuke, azotando la madera bajo sus pies.

Tengen presto atención, al igual que giyuu. Inosuke comentó algo sobre la demonio, y que cada cierto tiempo se traslada de casa, la siguiente era a la que pertenecía giyuu. Comentaron algunas cosas más hasta que la noche cayó finalmente, está vez giyuu no volvería a la casa, ya podría decirse que acabaría la misión, pues a medida que se ubicaban, inosuke se infiltró nuevamente a la casa pero está vez pasando desapercibido, logrando ubicarla y atacarla, así iniciarían una batalla, la cuál, en simples palabras termino... Mal.

- ¡Suelta a Tomioka!. - gruñe Tengen.

- Oh vamos querido. - comenta alegremente el varón de las noches anteriores, giyuu estaba apresado entre los brazos del demonio de ojos coloridos -. Dejen a esos niños, ¿Quieren ocacionar más perdidas?, los humanos son egoístas.

- ¡Deja a giyuu - san!. - grito preocupado tanjiro, inosuke estaba inmóvil, extrañamente ese demonio, le era tan, tan familiar...

- Lo dejaré, una vez que dejen a esos niños... - masculló amablemente nuevamente.

- Tks... - soltó un chasquido Tengen, sus espadas las apresaba tan duramente.

Giyuu miró suplicante al rubio, esté observó neutral aquella mirada. El ambiente era tensó, gyutaro alzó a su hermana, logrando huir del lugar, pues hasta el momento tenían nuevas órdenes, dejar el caos y regresar a la fortaleza infinita.

- ¡Bien, ya no están!, ¡Deja a giyuu ahora mismo!. - grito Tengen.

- Mmh. - el rubio alzó la mirada del oji azul, visualizó la respiración entrecortada, tímida -. ¿Sabes?, este chiquillo tiene una mirada triste, hay rastros de lágrimas secas de hace unas horas, sus ojos están levemente rojas, señal de dolor. Además, esos ojos, son tan lindos~, podría conservarlos... - comenta douma, acercando peligrosamente una de sus garras en el ojo de giyuu, quién respiró agitadamente.

Tengen sintió el cuerpo frío y tensó. Inosuke se mantenía inmóvil con miedo a perder a ese pilar, tanjiro y zenitsu estaban igual que el pilar, no querían dar un paso en falso. La katana de giyuu fue arrojada al suelo y luego el cuerpo del mismo pilar fue alzado de manera más correcta.

- ¡Tienes mucha suerte, chico de los aretes!, ¡el amo muzan no te desea!, y yo ya encontré una nueva compañía. - canturreó douma, aferrando al pilar a su dorso fornido -. ¡Adiós!, ¡Nakimeee!.

- ¡Nooo!, ¡Giyuu!.

- ¡Tengen!. - grito giyuu, intentando soltarse.

Tanto giyuu como douma desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos, Tengen respiró agitadamente, sentía la mente nublarse y lágrimas caer sutilmente, luego escucho la voz ruidosa de algunos ocultos se escucharon junto al preocupado graznido del cuervo de giyuu, el cuál repentinamente también fue desaparecido ante la vista de todos.

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- ¡Explicate, ¿Que hago aquí?!. - grito giyuu, golpeteando el abdomen del rubio.

- Te quiero. - comentó sonriente el demonio.

- ¡Eso no responde a mi pregunta!. - chilló giyuu, mirando a los otros dos demonios menores y uno que otro de fondo.

- Eres ruidoso. - comentó gyutaro, rascando su cuello.

Giyuu frunció el ceño, iba a reclamar pero un mareo repentino lo azotó, lo cuál hizo que callera al suelo, tomando su cabeza adolorido.