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- Esa cortesana seguramente traerá mucho dinero.
- Es bella.
- ¡Que preciosidad, parece una perfecta divinidad!.
Tengen sonreía con amabilidad a las distintas personas que parecían interesados en; Yuu, caminaban juntos con cuidado, nadie poseía aquella preciosa dama, por lo cuál muchos se fijaron en el precio que podían imponer. Muchas casas preguntaron sobre la jovencita, esa mirada fina y pulcra, esa mirada suave y atractiva, por lo cuál muchos ofrecieron un preció.
Tengen sonreía con suavidad, muchas veces puso un preció, el cuál era muy alto, muchos se decepcionaron ante el precio, eran entendibles, ¡Pues era una dama hermosa!. Continuaron caminando hasta llegar a la casa más grande y cara, perfecta para que giyuu se infiltara, pues era la casa que solía poseer desapariciones de otras oiranes.
- Prométeme que en cualquier problema, me informaras... - comenta suavemente Tengen, demostrando preocupación.
- ¿Por qué lo dices, Uzui - san?.
- Solo prometemelo... - pidió Tengen, acariciando suavemente la mejilla del más bajo, sin arruinar el bello maquillaje.
- Está bien, lo prometo. - sonrió giyuu, muy bajito.
Tengen sonrió euforicamente, agradeciendo y llegando a la casa fija. Muchos hombres a lo largo visualizaron aquella tierna dama, Giyuu ingreso con Tengen a la casa, escucho a la dueña y fue rápidamente agregada entre las oiranes que poseía la casa.
- ¡Me alegra que aceptarán a mi joven dama!. - comentó alegremente Tengen.
- Es muy bella, ¿Vendrá a visitarla?, poseerá un periodo de visitas, ¿Es usted su...?
- ¡Es mi hija!, se que suena cruel, es una belleza pura de su madre. - comentó Tengen, inventando una historia falsa.
- Oh, me encargaré de que prospere, si lo desea, algo de las ganancias será para usted. Prometo cuidarla. - sonríe la dueña, siendo comprensible.
- Oh, ¡Muchas gracias, dulce mujer!, encargaré a mi pequeña, debo atender otros temas. Si es posible cuidar a mi pequeña Yuu - chan.
- ¡Por supuesto!, le daré el mejor cuarto, vamos querida. - comenta la dueña, llamando también a otras niñas, las cuales ayudarán a giyuu.
- C-claro... - comenta suavemente giyuu. Levantándose y siendo atendido por las pequeñas.
- ¡Adiós querida!, prometo visitarte. - comenta Tengen, acercándose y dando un pequeño beso en la frente despejada de giyuu.
- Está bien, Chichi*¹. - comenta dulcemente giyuu, cerrando sus ojitos y alejándose con las dos adorables niñas, quienes le decían lo linda que era.
- Se la encargo, ¡Hasta pronto!, ¡Espero cuide muy bien a mi extravagante niña!.
- ¡Claro, Uzui - sama!.
La dueña se alejó. Tengen jadeo asustado, pues ya tenía miedo, pero fue con los otros tres chicos, ahora venía lo difícil...
Giyuu estaba sentado, escuchando a las niñas, le explicaban cosas básicas, las horas, cuando vienen las personas, además que le enseñarian a tocar instrumentos, la hora del té ya lo había practicado con Tengen y Mitsuri.
Esa noche sería muy activa, pues si había un hombre rico que pudiera comprarla, entonces deberá pasar una noche con aquél varón, pero... ¿Cómo evitaría eso-?.
- Pronto abrirán y algunas oiran serán solicitas, así usted puede salir al salón principal.
- ¡Seremos sus guías!. - comenta fuertemente una pequeña.
- Oh, muchas gracias... - sonríe levemente Yuu' haciendo que las pequeñas admiraran esa sonrisa amable.
Las horas no fueron tan rápidas, la dueña puso un valor fuerte, y muchos quedaron con las enormes ganas de involucrarse con aquella preciosa dama.
Cuando ya dieron las doce de la noche, un varón se acercó junto a otra porción de varones, muchos dando halagos de aquella divinidad. Llamado por el chisme, pregunto por la nueva cortesana, donde le dieron las indicaciones.
Ahora, con un fuerte interés, se encaminó hacia la casa. Observó un montón de belleza a lo largo del camino, luego visualizo a varios varones, quienes pedían poder al menos ver a la nueva carne tierna.
- ¡Vaya, entonces no es mentira!. - sonríe euforicamente aquél varón de rojo, el cabello rubio sedoso hace que algunos varones también queden prendados ante la masculinidad de aquél varón.
- ¡Oh, Douma - sama!, bienvenido. - habla la dueña.
- Dulce mujer, ¿Cómo ha estado?.
- ¡Oh!, muy bien. ¿Gusta en poseer alguna agradable compañía?.
- ¡Por supuesto!, ¿Hay alguna belleza nueva?, ¡He escuchado mucho de ella!.
- Por supuesto, ha llegado una nueva oiran, pero es muy cara...
- ¡No importa!. Me gustaría alquilarla, si no es mucha molestías. - comenta dulcemente el varón.
- ¡Oh por supuesto que sí!. Venga, venga, le haremos su alquiler, ¿Para cuando la necesita?.
- Mañana si es posible, hoy debo atender mejores asuntos, me gustaría ser el primero en poseerla. - comenta amablemente el varón, sonriente y dejando que sus ojos arcoíris reluzcan de una belleza cautivadora.
- ¡Muy bien!. Espero la disfruté.
Una vez hecho el pedido, el varón desapareció, y la dueña dio a informar el hecho que le esperaba a la dama de rojo, la cuál las pequeñas niñas tuvieron que informar.
- ¡Tendrá una especie de cita!. - comentó la pequeña que acompañaba a giyuu.
La otra jovencita había ido por alimentos y agua, pues muchas damas necesitaban de alimentos suaves y estar muy hidratadas, aún que era un fastidio ir al baño con tantas túnicas encima.
- ¿Qué es lo que saben del varón?. - pregunta suavemente giyuu, bebiendo algo de agua una vez llegó la otra menor.
- Suele ser el cliente número uno de la casa... - intenta recordar la más joven.
- Yo se que solo tiene ojos llamativos y es súper alto. - exclamó la otra niña, estirando sus brazos y disimulando la altura ajena.
- ¿Debo hacer algo en específico?.
- No lo sabemos, solo nos dijeron que ha sido alquilada. - comentó apenada la más grande de las niñas, rascando su mejilla suavemente.
- Bueno, pero, sabemos que suele ser muy gentil con las oiranes. - comenta la otra niña.
- Entonces ese no es el demonio...
En la mente de giyuu, suspira suavemente, aún que no podía sospechar del primer varón rico, ¿O si?...
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Chichi*¹ -; Papi (o papá de manera cariñosa y poco formal)?
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Distrito Rojo || DouGiyuu [BL]
Fiksi Penggemar↷✦; w e l c o m e ❞ ➽❝El inició de esa relación fue en aquél lujurioso lugar, aquél donde las perversiones son realizadas o visualizadas, el aroma y los sonidos. El infiltrado de esa misión será el desafortunado en llevar aquella misión... Tomioka G...