TRONO DE HIERRO Y SANGRE || +18

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Espero les guste esto de aquí que me encantó y está algo largo 😁

Feliz lectura

Arqueo una ceja mirándolo con desprecio sintiendo los ojos de muchos lobos porque deja ver qué no es la primera vez que nos vemos. Y menos con su maldito apodo tan especial.

—¿Bryce, conoces al príncipe Khassian?—el estúpido príncipe sonríe con algo felino y cruel que me hace querer golpearlo.

—Fui a la vieja torre para ver los fuegos artificiales—mentir con algo de verdad es algo que he tenido que hacer con una madre sobreprotectora por ser "humana"—. Lo encontré y no sabía que era un príncipe.

No diré nada sobre que me mordió el cuello que por sorpresa no me dejó marca en la piel lo que me resultó extraño al examinarme anoche antes de irme a dormir.

Rowan parece pensar en mi respuesta un momento, sin embargo, el príncipe idiota desmonta el caballo para caminar unos cuantos pasos y ser detenido por Rowan que gruñe por muchas razones y la principal sería que el príncipe quiere llegar a mí.

—Estás en mi territorio, Khassian—el príncipe lo mira un momento antes de ver su brazo que tiene la mano de Rowan.

—Y no olvides que está tierra le perteneció a los Faes—sisea el príncipe—. Mi hermano es muy idiota para venir a pelearlo al igual que mi padre lo fue, pero sí de mí dependiera, hago añicos a toda tu maldita manada con sólo chasquear los dedos, así que muévete, que me llevaré a la jinete te guste o no.

Rowan hace un reto de miradas contra Khassian que no parece dar su brazo a torcer, me acerco porque estos dos van a provocar una guerra que sería innecesaria y porque no quiero averiguar si las palabras de Khassian son reales o no.

—Pongo mi servicio a su disposición, príncipe Khassian.

Atraigo las miradas de los dos y juro que veo dolor en los ojos de mi antiguo Alfa, y cierto entusiasmo en los del Fae que sonríe por mis palabras. Se safa del agarre de Rowan para dar una reverencia dramática que me hace rodar los ojos.

—Un placer recibirla, jinete de dragón—cruzo los brazos viendo su actuación—. Partiremos en cuatro horas para ganarle a la primera nevada de Phixyas.

Asiento dejando que se acerque a mí dejando de lado la distancia razonable entre los dos sin el menor miedo a que mi hermano lo lastime por protegerme, pero algo en mi interior me grita que Khassian no me haría daño.

—No empaques mucho, Conejito, que nuestro viaje es algo largo y no necesitarás nada de aquí porque a dónde vamos hay mucho para escoger.

—No te preocupes, Khass, no voy a llevar más de lo necesario—le regreso el gesto y me doy la vuelta para alejarme y caminar a dónde está mi madre que me mira con sorpresa.

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Despedirme de mi familia fue lo más duro que he tenido que hacer en mi vida. Ver a mi madre llorar y a mi padre aguantar el dolor de asumir que su hija es una jinete de dragón que la alejará de su lado por mucho tiempo. Dorian no quería dejarme ir y nos custodió hasta que salimos del territorio, al igual que el que fue mi pareja que no me dejó hasta que salí del lugar del que no creí salir jamás. Escuché el aullido de un lobo dolido a varios kilómetros lo que me dijo que Khassian estaba triste por dejarme marchar y sin sentir el vínculo.

Lo peor es que tuve que irme en caballo compartido con el príncipe idiota que no dijo nada cuando monté primero para luego hacerlo él. Sé que un caballo normal no serviría si nos atacan porque ellos montan caballos de la Montaña Verde, una montaña en medio de Phixyas donde se dan estos caballos grandes y fuertes, son la mitad extra de tamaño que uno normal y obviamente son más fuertes.