TRONO DE HIERRO Y SANGRE || +18

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Hola, sé que me tarde en actualizar, pero en mi defensa es que he llegado algo cansadita de trabajar y por una cosa u otra no me sentaba a escribir ✏️

Aquí tienen el capítulo de hoy…

Y voy a celebrar la luna llena con una nueva novela… les dejo la portada al final ❤️

Días de actualización la novela se los dirá ❤️

Feliz Lectura ❤️

—La jinete tiene valor para hablarle así a una reina—arqueo una ceja por como lo dice—. Interesante.

—Soy la reina de Phixyas—siseo molesta.

Causa una sonrisa en la reina mi respuesta, suelta a Sander para caminar a mí como si fuera una leona al acecho, queda de frente a mí dándome algunos centímetros.

—Sander puede cancelar el vínculo—me dice con un tono que me hace apretar las manos—. No dejará que una mestiza sea la reina de Phixyas y la que se encargue de su descendencia.

Acrias ruge llamando mi atención, pero me concentró en la hembra frente a mí que tiene la mirada clavada en mis ojos.

—Reghine, deja de molestar a la jinete y dime qué quieres realmente.

Me hace una cara que me dice mucho sobre sus palabras de Sander cancelando el vínculo de pareja. Las palabras que dijo el rey… no dijo "mi pareja", fue directo a mi labor como jinete. Bien. Esto se lo puede arreglar solo al parecer, rompo la fila al lado de Trekan para mover mis piernas y caminar a Acrias… aunque, hay una forma más divertida de darle en donde le duele a la reina estirada. Me detengo al frente del ejército Fae que viene de su parte.

—¡Su reina no ha negociado su vida!—ignoro lo que pasa detrás de mí—. La vida de la general Elis por la suya.

El ejército suelta una risa general.

—Acrias—el dragón a mi espalda ruge y lo escucho bajar del techo del castillo. El ejército calla al escuchar al animal que me responde—. ¡Ignis!

El fuego que sale de Acrias impacta en unos Faes que gritan para después ya no escucharlos, sonrío despacio viendo cómo el ejército de Reghine tiembla de miedo. No sé porque rieron cuando hice mi petición de Elis.

El lobo blanco de mi hermano se pone a mi lado para gruñir y enseñar los dientes a los Faes más cercanos. Hasta donde estamos puedo oler su miedo.

—¡La general!, antes de que masacre a cada uno de ustedes—mi hermano se pega a mí en modo de protección y puedo jurar que sólo hace que mi petición se vea con mayor seguridad.

Tal vez Sander no quiera hacer derramamiento de sangre y que negociar sea su fuerte, pero yo fui hecha para ser reina, fui entrenada para ser la jinete.

Derramar sangre va en el paquete.

—¿No la tendré?—estoy por encender mis manos cuando los Faes se abren dándome el paso hasta donde tienen a Elis.

Una especie de capitán empuja a Elis que lleva una mordaza en la boca, la veo maldecir y reírse de forma cruel. Los Faes cierran el paso mientras él va avanzando con mi colega.

Cuando llegan al frente la arroja al suelo como si fuera un costal de papas y este sólo me mira con indiferencia. Les llamo a Trekan y a Riack que levantan a Elis, le quitan la mordaza y mi general no puede evitar escupirle al macho frente a ella.

—Me hubiera encantado que Acrias te tragará, bestia asquerosa—le gruñe Elis al inmortal que guarda las apariencias—. Mi reina ya decidió, así que me limitaré a conformarme con eso.