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Alan Mozo

Hoy era el festejo de Alessandra y Antonella, las hijas de Antonio y Alethia, que de cariño les decíamos la familia "4 A", por sus iniciales.
Fer y yo llegamos, el lugar estaba decorado con temática de una película, que realmente desconocía cual era, pero se veía un ambiente rosa en su totalidad y pinta de princesas.

- Que bueno que pudieron venir -comentó Pollo al vernos llegar- pueden sentarse donde quieran.

- Gracias, ¿no ha llegado nadie de los muchachos? -preguntó Fer refiriéndose al resto del equipo.

- Llegó Pocho, Cone y Guti, pero están en el jardín, pero su mesa es la de aquí -señaló el lugar.

- Nos sentamos con ellos, ¿no? -pregunté a lo cual Fer asintió.

Nos dirigimos a la mesa dónde estaban los demás, me parecía bastante gracioso el hecho de estar en este tipo de fiestas sin tener un pequeño ser de luz.

- ¿Cuándo tengas hijos me vas a invitar a las fiesta? -preguntó Fer sacándome de mis pensamientos.

- ¡Claro! serás el padrino que pague las fiestas -respondí riendo.

- ¡Ay no! Mejor busca otro padrino -se quejó.

- Tranquilo, ni que ya tuviera un hijo en estos momentos -comenté.

- ¿Nunca haz pasado un susto de embarazo? -preguntó haciendo comillas en el aire.

- Hubo una vez, hace 5 años más o menos. Tenía una novia, y existió esa sospecha -recordé a Aranxa- pero fue en el momento que me fui a un torneo con la selección, cuando regrese a México ella se había ido a Guadalajara, jamás volvi a saber de ella y tampoco si existió un bebé -expliqué.

- ¿Nunca hiciste por buscarla? ¿Saber si tenias un hijo? -preguntó.

- No, supuse que no había pasado nada, porque ella tampoco me buscó, aparte al poco tiempo conocí a Ximena y menos busqué información -comenté.

- Personalmente me hubiera quedado con la duda -comentó, pero simplemente lo ignore.

La fiesta estaba bastante entretenida, había un show de magia, donde nos hicieron participar a varios y después llegó un DJ a amenizar el evento.

- ¿Quieres bailar? -me preguntó la pequeña Antonella.

- ¡Si, vamos! -comenté tomando su mano.

Después del baile con Anto que había durado medio segundo porque me dejó plantado regresé a mi lugar. Fer ya tenía una dotación extrema de golosinas de los puestos que tenían.

- ¿Dónde conseguirte el elote? -pregunté, realmente se veía antojable.

- Allá -señaló un puesto- están buenos, ve por uno -comentó. Camine hasta donde me había señalado, una vez que obtuve mi cometido regresé a la mesa, ahí ya se encontraba Pollo.

- ¿Cómo la están pasando? -pregunto Pollo al verme.

- Bien, muy bueno todo -respondí.

- ¡Papi! -grito Anto acercándose- llegó mi maestra Ara y Dieguito -comentó emocionada.

- ¿Dónde están? -pregunto y señaló a mis espaldas- ve a recibirlos -pidió.

- ¡Si! Papi, ¿verdad que Dieguito es guapo? -pregunto para después irse corriendo.

- ¡Alguien ya es suegro! -grito Pocho haciendo que todos rieramos.

- ¿Ella es la maestra? -preguntó Fer, a lo cual Pollo asintió- es bastante guapa diría yo -aquel comentario hizo que buscara a la maestra que mencionaban- ¿tu yerno es su hijo? -preguntó.

- No es mi yerno -respondió Pollo molesto- y supongo que si es su hijo -comentó.

- ¿Quién es la maestra? -pregunté debido a que no había visto de quien hablaban.

- La mujer del vestido blanco -comentó Pollo.

Observe hacia donde venían, espere unos momentos a que pudiera verle la cara y para mi sorpresa la conocía bastante bien, observé al niño que tenía tomado de la mano y era idéntico a ella, por supuesto que era su hijo.

- ¡Wey! ¡Es mi ex! -hable dirigiéndome a Fer, pero los presentes en la mesa me escucharon.

- ¿Neta? ¿Con la que tuviste un hijo? -preguntó Fer sorprendido.

- ¿El niño es tu hijo? -preguntó Guti,  pero nadie respondió- quién lo diría, que terminarían siendo consuegros -comentó haciendo que todos rieran a excepción de Pollo y yo.

Estuve observando cada movimiento que Aranxa hacia, seguía igual o más guapa de lo que recordaba. Había cambiado el color de su cabello, ahora era más claro y corto.
Me hizo recordar cuando ella estaba estudiando y sus sueños eran tener su propia escuela, amaba los niños y siempre que tenía oportunidad lo mencionaba.

- ¿Pañuelo para la baba? -preguntó Pocho, por lo cual desvíe mi vista de Ara.

- ¡Claro que no! -respondí.

- ¿Por qué no hablas con ella? -intervino Fer- así te quitas las dudas que tienes.

- ¿Dudas? Para nada -respondí restándole importancia.

- Alan -alargó mi nombre- te conozco, se que estas pensando en ese niño. Ve y haz un encuentro casual -me animo.

- ¿Si? ¿Crees que sea buena idea? -pregunté dudoso.

- Ve, dale con todo papi -menciono animado.

Observe a Ara un par de minutos más, estaba de espaldas a mi, se veía que buscaba a su hijo, así que me acerque sin que se diera cuenta.

- Hola Ara -salude aun a sus espaldas, vi que se tenso al escuchar mi voz, se giró y me observó.

- Alan -dijo mi nombre tartamudeando- ¿Qué haces aqui?, digo, ¿Cómo estás? -preguntó nerviosa.

- Bien, ¿y tú? ¿Qué tal te ha ido? -pregunté.

- ¡Excelente! -mencionó mientras buscaba a su hijo.

- ¿El niño que viene contigo es tu hijo? -pregunté directamente.

- ¡No! No, no es mi hijo -respondió rápidamente.

- Pensé que si era -comenté, pero me detuve al ver que el niño se acercaba.

- ¡Mami, vi a Chicharito! -comentó emocionado- le dije que si nos tomábamos una foto y me dijo que si -explicó con una gran sonrisa.

- ¿Segura que no es tu hijo? -pregunté con sarcasmo- porque hasta el fanatismo por Javier lo sacó de ti -comenté recordando lo fan que era de él.

- ¿Eres Mozo? -preguntó el niño abriendo sus ojos, era una copia de Ara.

- Si campeón, soy Alan Mozo -respondí revolviendo su cabello.

- Mi mami tiene una foto contigo -dijo observando a Ara- ¿Puedo tomarme una foto contigo? -pregunto agrandando sus ojos.

- ¿Cómo te llamas campeón? -pregunté.

- Diego Navarro -respondió. Llavaba el primer apellido de Ara, pero, ¿Por qué?

- Mami, toma la foto -pidió, me puse en cuclillas para quedar a su altura. Ara sacó su teléfono  y tomó la foto.

- ¿Cuánto años tienes Diego? -pregunté.

- Diego, vamos a buscar a Chicharito para tu foto -intervino Ara.

- ¡Si! -festejo Diego.

- Adiós Diego -me despedí, por su parte él agitó su pequeña mano.







¡Hola! Aquí les traigo otra historia con Alan, espero les guste mucho.
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224 Presente, Pasado y Futuro, Alan Mozo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora