Capítulo 17

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**Narradora Pov.**

Minutos atrás... Con Sirius.

Para Sirius haber sido bañado en su forma animaga por un elfo doméstico que lo odia no pudo haber sido más humillante, sin embargo, en el fondo de su ser reconocía que necesitaba ese baño con urgencia.
Además del baño el elfo le había dado a beber varios viales de poción nutricional, si bien esta poción no le devolvería su salud lo ayudaría a obtener la mayor cantidad de nutrientes, tenía que tomar un vial antes y después de cada comida.

El problema con la poción es que es simplemente asquerosa y repulsiva, únicamente el olor provocaba una gran sensación de náuseas.

Al entrar a Azkaban rompieron su varita y la que tenía si bien era mejor que nada no le respondía del todo, lo mejor era comprar otra en esta salida.

Por lo tanto, con mucha vergüenza tuvo que pedirle al elfo que transformara algo de su vieja ropa, era algo deprimente verse en el espejo y no ver al guapísimo casanova que fue en su juventud.
Pero ahora tenía motivos para luchar y seguir adelante intentando honrar la memoria de su familia no sanguínea y la sanguínea.

Peinó un poco su cabello tratando de definir sus rizos, aunque fuera un poco, utilizó una barra de manteca de cacao para poder humectar su cuerpo, no es que le emocionara mucho ir a reunirse con una familia de Mortifagos aún si uno de ellos era su querida prima Cissa.

Bendita sea la magia que permitía que sus colonias siguieran intactas, prácticamente se bañó en loción soltando un suspiro de satisfacción al oler el masculino y varonil aroma.

SB: Mucho mejor... No te preocupes amigo, volveremos a nuestra antigua gloria- Habló mirándose al espejo mientras terminaba de vestirse.

No iba nada elegante, pantalón de cuero negro, camisa blanca sin abotonar los primeros dos botones dejando ver parte de su pecho y clavículas tatuadas, una chaqueta de cuero, sus botas de piel de dragón y eso era todo.

Estaba terminando de limpiar su rostro cuando alguien tocó a su puerta con bastante insistencia, en su mente pensaba que sería la madre pelirroja, su ahijado simplemente se hubiera pasado.

Abrió la puerta encontrándose con su amigo licántropo, su aspecto empeoraba conforme se acercaba la luna llena; se corrió dejándole el paso libre esperando a que entrara para poder poner hechizos de privacidad y silencio.

SB: ¿Qué necesitas Rems? - Preguntó con tono amable mientras volteaba la silla de su escritorio para poder sentarse recargando su pecho en el respaldo.

RL: ¿Ya hablaste con Harry? Tenemos que evitar a toda costa que el ministro lo adopte.

Con todo el ajetreo de ser liberado se había olvidado por completo de los intentos del ministro de magia por adoptar al chico de oro, hasta ahora sus intentos habían sido detenidos por Albus la cabra loca Dumbledore, pero eventualmente Harry se enteraría, lo que ellos no sabían era que Harry ya tenía conocimiento de esto y su plan ya estaba trazado.

SB: N-no, Aún... Aún no hablo con él... Me estuvo contando sobre su verano y y y nos pusimos al día y me contó de su vida en el mundo Muggle y sobre la escuela- Para el pelinegro era inevitable emocionarse con forme hablaba, no era para menos, se había perdido quince años de la vida de su ahijado.

RL: Sirius... ¿A quién carajos le importa eso? ¿Se te olvida que estamos en guerra? El señor tenebroso volvió y Harry debe prepararse para luchar.

**Sirius Pov.**

Era curioso, antes no me molestaba escuchar hablar a Remus así y yo mismo hablaba de ese modo, ahora entendía el porqué de nuestro actuar.

Cuando Harry nació, Remus se quedó prendado del niño tanto como yo, amábamos cuidar de el, yo entraba a la casa de James y Lily todas las noches solo para cuidarlo, Remus se la vivía leyéndole libros y hablándole mientras le daba el biberón, el álbum de fotos tenía cientos de fotos de los merodeadores cuidando del mini cornamenta.

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