Capitulo 7

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Narra Bill:

Me desperté y de la nada sentí un dolor fuerte en la cabeza, estaba enojado y sabía bien porque. No soporto la idea de que Tom folló con alguien que no era yo.

Me dí una ducha y me fuí del hotel. Traté de llegar a casa de Georg pero estaba perdido, saqué mi teléfono y le marqué a Georg.

No contestó.

Volví a intentarlo.

Sin respuesta.

Intenté varias veces hasta que contestó,y por su tono de voz, supe que lo desperté.

—¿Que pasa, Bill?—

—Hola, Georg... Necesito de tu ayuda, ayer que me fuí de tu casa me perdí, y ahora no sé dónde estoy.—

—¿Por qué te fuiste de mi casa?—

—Para dejarte descansar.—

—¿Y por qué no llegaste a tu casa?—

—Me dió miedo pasar por donde siempre y Tom no... Tom no quiso venir por mí.—

—Te hubieras quedado en mi casa.—

—Sí... ¿Puedes venir por mí?—

—Bill, me veo muy mal, y la moto está en el taller... Te tenías que quedar si no tenías como regresar, imbécil.—

—Okey, perdón... Por favor, ven por mi.—

Suspiró.

—Bien, dime algo cercano que pueda tomar como referencia.—

—Ehm, sí... No sé cómo decirlo, eh...—

—Pues dí un lugar de referencia, no sé. Alguna tienda, nombre de calle, solo dilo, no es tan difícil.—

Creo que estaba enojado, se oía.

—Bien, Ehm... Pues hay un...—

Se cortó la llamada, despegué el teléfono de mi oído y estaba apagado.
Intenté prenderlo pero no prendía.
Me había quedado sin pila, bien.
¿Cómo no me había fijado en eso antes?

Había un teléfono público a mi izquierda, pero todo el dinero se me fué en la habitación del hotel.

No sabía que hacer. Me daba un poco de miedo estar en lugares desconocidos, pero no tenía de otra más que comenzar a llegar a casa de Georg.



























































Narra Tom:

Cuando me desperté, Isabel estaba junto a mí, viendo su teléfono. Ví la hora desde su teléfono y eran casi las 3 pm.

—Tommy... ¿Has dormido bien?— Isabel me dió un beso suave en la boca.

—Mhm, sí... ¿Y tú?—

—Yo también... Oye, me tengo que ir. Mi padre está muy enojado porque no llegué a dormir a noche.—

—Pero le dijiste que no estarías.—

—Lo sé, lo sé. No sé que le pasa.—

—Bueno, te veo luego.—

—Bye, Tom. Te amo.—

Me besó de nuevo, se vistió y se fué.
Me volví a dormir.

Cuando desperté, eran las 6 pm. Mierda, que he dormido todo el día. Me levanté de la cama y me bañé.

Kampf der liebeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora